Taibi: “toda rebaja tarifaria debe prever un fondo”
|El titular del Ente Provincial Regulador de la Energía (Epre) Francisco Taibi, explicó que cualquier rebaja tarifaria que se proponga debe prever un fondo que compense a las distribuidoras.
En Entre Ríos, hay subsidios destinados a las actividades productivas, a las instituciones deportivas, a la tarifa social, al programa de inclusión al consumo de energía eléctrica y a la tarifa eléctrica para la salud. Ahora el diputado Daniel Bescos propone, mediante un proyecto de ley, una baja del 20% a parroquias, iglesias y templos.
“Toda rebaja tarifaria o promoción, como puede ser a industrias, tiene que ser compensada a las distribuidoras eléctricas con los respectivos fondos. No es que las distribuidoras van a cobrar más barato, sino que hay que prever un fondo para contemplar eso”, explicó Taibi y precisó que el procedimiento es el mismo para todos los casos.
La consulta fue realizada tras la presentación de un proyecto de ley –que será tratado mañana en diputados- para establecer una baja del 20% a parroquias, iglesias y templos. El funcionario explicó que “cualquier bonificación que se establezca por debajo del cuadro tarifario vigente, que rige para toda la provincia, debe prever la compensación a la distribuidora a través de un fondo”.
Precisó además que el Poder Ejecutivo está facultado, a través de la ley 8916 a asignar subsidios a la energía eléctrica. “El fondo para esos subsidios provienen de la participación en el Fondo Compensador de Tarifas creado por el marco regulatorio nacional, y por el Fondo de Desarrollo Eléctrico de Entre Ríos, recursos que administra la Secretaria de Energía”, detalló.
Actualmente en la provincia, hay subsidios tarifarios destinados a las actividades productivas (decreto 7268 y 7219 del año 2004); a instituciones deportivas (decreto 4503 del año 2006 y 5640 del 2008); a la tarifa eléctrica social (decreto 5611 del año 2008), al programa de inclusión al consumo de energía eléctrica (decreto 5611 del 2008) y a la tarifa eléctrica para la salud (decreto 817 del 2003, actualizado por el decreto 131 del 2009).