Sofía Cáceres Sforza: “los partidos tradicionales no van a poder cambiar la política”
Sofía Cáceres Sforza (28 años) es politóloga y docente de la UNER. Desde el domingo 14 de abril o una vez confirmados los resultados oficiales de las PASO, es la candidata a intendente de Paraná por el MST-Nueva Izquierda y tiene fe en cumplir un digno papel en las Generales del próximo 9 de junio.
“Hemos tenido un muy buen recibimiento en los barrios; ven que somos trabajadores, jóvenes, que no estamos escoltados. No me manejo en un auto con chofer, estamos en contacto siempre con la gente y a varias zonas, llegamos en colectivo. Nuestro partido viene confluyendo en distintos espacios; venimos teniendo reuniones para llegar con un gran frente electoral, de fuerza y lucha. Estamos con otros partidos de Izquierda a nivel nacional. No es que la Izquierda no tiene aspiración de poder, sino que hay un método que impide sistemáticamente que los partidos como el nuestro lleguen. De hecho, no tenemos financiamiento por parte del estado, solo la impresión de boletas. Si no pagamos no llegamos a difundir nuestra propuesta. Es un impedimento porque somos todos trabajadores. Es fácil hacer campaña si tenés al campo, a las iglesias, a las empresas atrás. Si no es con gran esfuerzo militante no se puede llegar a ciertos lugares”, reveló sin titubeos.
“El eje que venimos defendiendo para el municipio es la democratización y la participación. La Carta Orgánica es una deuda que tiene el municipio y una gran estatuyente sería la oportunidad para establecer ciertos criterios y cuestiones que no dependan de la gestión o intendente de turno. Venimos planteando la participación, que los ciudadanos puedan decidir cómo se organiza y destina el presupuesto. Hay experiencias y maneras, se pueden organizar por vecinales”, adelantó la postulante.
“Planteamos la revocabilidad de los mandatos. Uno siempre escucha que ganar las elecciones no es un cheque en blanco, sin embargo eso no se ve en las formas en las cuales el ciudadano puede hacer un contrapeso en las decisiones políticas. En la última gestión la Asamblea Vecinalista, sobre todo en tema transporte, ha establecido una voz ciudadana y es sistemáticamente expulsada de los espacios de decisión”, deslizó.
“Es tiempo de comprender que no puede y no debe haber una división tan tajante entre aquellos que deciden y los trabajadores. Pensamos que los centros culturales que dependen de la Municipalidad deben ser recuperados porque están abandonados, pero pensamos que son los propios hacedores de cultura los que tienen que gestionar los proyectos y llevarlos a cabo”, reflexionó Cáceres Sforza.
“Me hubiese gustado que Paraná tuviera más movida cultural. Mi papá es director de teatro y sé las dificultades que se viven en el ámbito de la cultura. Creo que Paraná podría explotar muchísimo eso y no se hace por falta de apoyo, porque los pocos centros culturales que se abren se cierran. Hay desaliento continuo a eso”, consideró.
“Creemos que los partidos tradicionales no van a poder cambiar la política. Creemos que para poder garantizar un gobierno de los trabajadores, de las mujeres, de los jóvenes, de la disidencia, ese espacio es el MST Nueva Izquierda”, consignó.
“El servicio de transporte público es un derecho. Poder movernos por nuestra ciudad sin pagar fortuna debe ser un derecho. El municipio en este momento, con la cantidad de incumplimientos que tiene la empresa en relación al contrato, podría tranquilamente estatizarlo. Debería haber un control de los usuarios. Quienes saben cuáles son los recorridos, si funcionan, los horarios y demás son los usuarios. En la nueva planificación hay gente que quedó excluida, tiene que caminar muchos cuadras hasta las paradas”, expresó Cáceres Sforza.
“Paraná tiene que ser un derecho de los paranaenses. Los espacios públicos cada vez son menos. El borde costero está completamente privatizado. Si uno no tiene plata para pagar un club está excluido, porque la playa del municipal vive inundada. Queremos pensar a Paraná como un derecho de todos y no de unos pocos”, enfatizó.
“Esperamos seguir creciendo y siendo conscientes de nuestras limitaciones, el máximo anhelo es que Nadia Burgos entre en la Legislatura. Es necesario que haya otra voz que pueda representar al feminismo y los trabajadores. Creemos que podemos llegar, estamos haciendo un gran esfuerzo. Necesitamos cerca de 8 mil votos para que ella entre”, concluyó con plena ilusión.