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Sergio Denis, a un año de su caída: su salud no mejora y temen por su cobertura

Este miércoles 11 se cumple un año de la caída de Sergio Denis (70) del escenario del teatro Mercedes Sosa, en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Doce meses de angustia, vacío e incertidumbre, con cientos de preguntas y una sola certeza: no hay avances. Los doctores lo explican con la frialdad propia de sus partes médicos. “Su condición neurológica no presenta cambios significativos”. Aquellos que lo aman usan otras palabras. “Nos queda aceptar lo que está pasando y tener fe de que pueda suceder algo distinto”. Eso sí, el tono es otro.

Indisimulable. De a poco, la resignación le va ganando a la esperanza. Y la indignación también.En todo este tiempo, nadie se hizo responsable por lo sucedido la noche del 11 de marzo de 2019. Pero lo que es peor: tampoco mostraron preocupación por la recuperación de Sergio. Además, como si fuera poco tanto sufrimiento, la familia del músico podría enfrentar un posible conflicto con la prepaga que se está haciendo cargo de su internación. Mientras tanto, la mente de Sergio sigue nadie sabe dónde.

Alguien dijo por ahí que si te vas de la Argentina por 20 días al volver cambió todo, pero que si te vas por 20 años, todo sigue igual. Los pasillos de la Clínica de Rehabilitación Integral ALCLA, en el barrio porteño de Núñez, parecen ajenos a ese frenesí que imaginamos propio. Allí reina una paz absoluta, solo perturbada por la luz del sol que se pasea a diario por sus inmensos ventanales.

Héctor Omar Hoffman, tal su nombre real, descansa en una de sus habitaciones. Llegó ahí en mayo, luego de pasar un mes en el hospital Ángel C. Padilla de Tucumán y otro en el sanatorio Los Arcos, ya en Buenos Aires, donde fue trasladado utilizando un avión sanitario. En ALCLA, la misma clínica donde estuvo internado durante casi 4 años Gustavo Cerati, se trabaja en su rehabilitación. Su cuerpo se mantiene algo frágil pero saludable, alimentado a través de una sonda. Los distintos especialistas lo someten a todo tipo de tratamientos, rutinas y ejercicios. Las enfermeras lo cuidan, lo limpian, lo atienden y son quienes se encargan de llevarle algo de alegría. Dicen que Sergio siempre está peinado y perfumado gracias a ellas, y que le cantan sus canciones improvisando coros a los pies de su cama.