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Se despidió Riquelme en una noche “de lujo” con Messi ovacionado

Lionel Messi fue ovacionado por la hinchada de Boca, que le ofreció un particular pedido de disculpas y también una solicitud especial para que se vistiera de azul y oro durante la despedida de Juan Román Riquelme, realizada este domingo por la noche en una Bombonera repleta.

Sin considerar al ídolo agasajado, el capitán del seleccionado argentino fue el centro de atracción de los 57.000 asistentes, que le regalaron una emocionante bienvenida cuando fue presentado por los conductores como el último de los invitados al partido festivo.

“La 12”, de todos modos, dejó en claro que se trataba de la noche del otro 10 con un mensaje inequívoco desde la cabecera de Casa Amarilla: “Messi, Messi, Messi, Messi, nos tenés que perdonar, en La Boca el más grande, el más grande es Román”.

Los aplausos acompañaron al astro en cada una de sus intervenciones en el primer tiempo, que jugó para la Selección junto a Leonardo Franco; Lionel Scaloni y Diego Placente; Lucho González, Esteban Cambiasso y Leandro Paredes; Pablo Aimar; Javier Saviola y Ángel Di María, otro de los más reconocidos.

Antes del segundo tiempo, la hinchada de Boca comenzó con un insistente pedido para que Messi cambiara de bando. “Ponete la de Boca, que te queremos ver…”, fue el ruego popular que se mantuvo hasta su salida el campo de juego en el minuto 58.

Un ratito antes, Leo había marcado el descuento para Argentina (2-4), luego de desparramar al “Mono” Carlos Navarro Montoya, y durante el festejo levantó los brazos para saludar el público que no cesaba en su anhelo de verlo con la camiseta “auriazul”.

Riquelme se acercó a abrazarlo en un gesto empático con su imposibilidad de identificarse con un club argentino, algo que ni siquiera ocurrió anoche en la despedida de Maxi Rodríguez, en la que tampoco se calzó la de Newell’s.

Pocos como Román para entender a Leo. Ambos compartieron la cancha durante 2.176 minutos en 27 partidos (24 oficiales) con el seleccionado argentino entre octubre de 2005 y el mismo mes de 2008.

La sociedad entre ambos generó siete tantos para el equipo nacional: cuatro de la Pulga con asistencia de Román y tres del histórico 10 de Boca, servidos por el astro rosarino.

Los mejores momentos entre ambos se produjeron durante los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, cuya medalla de oro fue el único título que consiguieron juntos al año siguiente de perder la final de la Copa América Venezuela 2007.

La primera vez que Riquelme y Messi tiraron paredes juntos fue por decisión de José Pekerman, el 8 de octubre de 2005 en el estadio Monumental. Argentina le ganó ese día a Perú 2-0 por las Eliminatorias Sudamericanas de Alemania 2006 y Román abrió el marcador con un penal sancionado por una falta a Leo.

La última función de ambos ocurrió el 11 de octubre de 2008, también en River y por las Eliminatorias, pero rumbo a Sudáfrica 2010, bajo dirección de Alfio Basile. Fue con victoria sobre Uruguay 2-1 que inició el actual capitán argentino con pase gol del talento de Don Torcuato.

Messi pisó este domingo el estadio de Boca por séptima vez, a casi 18 años de la primera, en un partido benéfico organizado por la fundación del “Pupi” Javier Zanetti que compartió junto a Diego Maradona.

Por entonces, Leo era una promesa del fútbol mundial con una temporada y media en el Barcelona, un puñado de partidos en el seleccionado argentino y un título de campeón mundial Sub 20 en Holanda.

Su regreso al templo “xeneize” se produjo doce años después, ya como leyenda del fútbol y dueño de algunos de los tantos récords que iluminaron su carrera. Fue el 5 de octubre de 2017 para un empate sin goles ante Perú por las Eliminatorias.

En la siguiente ocasión, el siete veces ganador del Balón de Oro marcó sus primeros tantos en La Bombonera con un “hat trick” en el amistoso ante Haiti (4-0) previo al Mundial de Rusia 2018, el 29 de mayo de ese año.

Aquel día “La 12” desplegó un telón con los colores argentinos y la leyenda: “Messi, el más grande del mundo: Bienvenido a La Bombonera”.

Las otras presentaciones del astro fueron durante la clasificación a Qatar 2022, dos de ellas sin público por la pandemia de Covid-19: la victoria sobre Ecuador 1-0, con un penal de su autoría, el 8 de octubre de 2020, y el empate frente a Paraguay (1-1), el 12 de noviembre de ese año.
Casi un año y medio más tarde, el 25 de marzo del año pasado, el 10 de Argentina se reencontró con el público en La Bombonera y anotó su quinto tanto allí en la goleada sobre Venezuela (3-0), que fue su último partido en el país antes de consagrarse campeón del mundo.

“Esto es mucho para mi, porque sin ustedes no podría vivir”

Solo en el medio de la multitud, con sus ex compañeros observándolo, Juan Román Riquelme dijo en su despedida del fútbol: “Esto es mucho para mi. Sin ustedes no podría vivir”.

En el llamado “un partido para toda la vida”, el último 10 se despidió, con la pelota y los cortos, de sus “bosteros”.

Ante 55 mil hinchas que no olvidarán este 25 de junio, justo a 45 años del primer campeonato del mundo de Argentina, después de 9 años de abandonar la actividad, se dio el gusto del último picado en el patio de su casa con un tal Messi de invitado de lujo.

En sus palabras finales al término del encuentro, vistiendo la camiseta con el número 10 y el nombre de Maradona sobre el dorsal, en una suerte de devolución de gentilezas porque Diego se había despedido luciendo la de “Román” en 2001, no se olvidó de sus comienzos “Le agradezco a José (Pekerman) por todo lo que me enseñó de chico”.

Y de sus técnicos preferidos, Alfio “Coco” Basile y el “Virrey” Carlos Bianchi: “Este señor de gorra y barba me enseñó de fútbol y de la vida, y Carlos fue el culpable que nos acostumbró a ganar siempre”.

La Bombonera volvió a cantar por el “Virrey” Bianchi

Carlos Bianchi, el técnico más ganador en la historia de Boca, era uno de lo más esperado por el hincha, en la despedida de Juan Román Riquelme, y cuando se anunció por la voz del estadio su presencia y asomó su cabeza calva, la multitud hizo retumbar el cemento del templo “xeneize”.

Y entonces sonó el viejo canto, como en aquellas históricas jornadas de Copa Libertadores de principios de 2000: “Que de la mano, de Carlos Bianchi, todos la vuelta vamos a dar”.

El ex entrenador de 74 años, que tiene su merecida estatua en el hall de la fama “xeneize”, movió sus manos en agradecimiento y el estadio temblaba por primera vez en la noche.

La última vez que el “Virrey” había pisado la Bombonera fue el 8 de julio de 2015 en la despedida de Sebastián Battaglia otro “gladiador de su época de oro”

El 24 de agosto de 2014 fue la última como técnico “xeneize” en el Alberto J. Armando y sufrió la caída ante Godoy Cruz por 3 a 0.

Tres días después dejaba el club tras la derrota en la Plata ante Estudiantes.

Según Román declaró en la conferencia de prensa, es “el culpable de todo. Nos acostumbró mal y el hincha pensó que era fácil ganarla Copa”.

Carlos Bianchi conquistó con Boca: dos copas Intercontinentales, tres Libertadores y cuatro torneos locales.

Por eso el hincha de Boca no lo olvida y este domingo volvió a cantar por él.

“El poder no te pudo comprar”

En el comienzo de la fiesta cuando asomó su cuerpo por el túnel del centro de la cancha, el relator cordobés Matias Barzola, a pedido del homenajeado, lo recibió con palabras como “te pusiste la de Boca y nunca te sacaste la de Boca, te peleaste contra el poder. Te criaste en el barro y el poder no te pudo comprar”.
Y no mintió para nada, Román fue siempre un “descarado”, con y sin la pelota.

Apenas saludo al arco que da casa Amarilla se desplegó el telón nuevo que decía “Nací bostero gracias a mi papá y me voy a morir bostero como todo ustedes”.

“En este sitio jugó Juan Román Riquelme” decía una alfombra plástica al costado del campo de juego de la Bombonera, al lado estaban ubicados al lado de los once trofeos que consiguió el ídolo con la camiseta azul y oro.

Y en el medio hubo un partido de fútbol que los de Boca con Román le ganaron 5 a 2, a los de la selección con Lionel Messi, a quien calificó junto a Maradona como “los dos mejores jugadores” que vio en su vida.

Del lado de Boca estuvieron las estrellas de la época dorada del virrey con algunos de los futbolistas de los equipos dirigidos por Miguel Russo y otros amigos de Román que jugaron en el Boca de principios de los 90: Oscar Córdoba; Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Daniel Diaz y Clemente Rodríguez; Pablo Ledesma, Blas Giunta, Gustavo Barros Schelotto y Juan Román Riquelme; Marcelo Delgado y Antonio Barijho.

Después ingresaron Mauricio Serna, Navarro Montoya, Rodrigo Palacio, Eber Banega, Walter Samuel, Raúl Cascini, Sebastián Battaglia, Mauricio Caranta, Sergio Martinez.

Con la camiseta del campeón del mundo se alinearon: Leo Franco; Lionel Scaloni, Fabricio Coloccini y Diego Placente; Lucho González, Leandro Paredes, Esteban Cambiasso y Pablo Aimar; Lionel Messi, Javier Saviola y Ángel Di María.

Después entraron el “Pocho” Ezequiel Lavezzi, Lucho Figueroa, Juan Pablo Sorín.

Y la pelota empezó a rodar y de a poco “el torero” empezó a entrar en calor.

Después del gol de Lucho González, que abrió el marcador, el último 10 empezó a mover los hilos, cómo en las añoradas viejas épocas.
Pase gol a Barijho, para el empate, golazo del “Chipi” para el segundo y otra asistencia para el tercero de Pablo Ledesma.

En el segundo tiempo, cuando los cambios iban y venían, Román marcó el cuarto.
Después vino, en el medio de los ruegos de la “12” para que Messi se ponga la de Boca, el descuento por el nuevo jugador del Inter Miami.

Ya el partido pasaba por el reconocimiento de los hinchas de Boca, aquellos “cercanos recuerdos” como los cantos para el uruguayo Sergio “Manteca” Martínez, autor del quinto y el “Mono” Carlos Navarro Montoya.

Y que Leandro Paredes se pusiera la camiseta que lo vio nacer en el fútbol: “Paredes es de Boca y de Boca no se va” cantaban y soñaban los hinchas.

En el final se dio el gusto de entrar Agustín, uno de los hijos de Román, quien por su pedido según contó el ídolo alguna vez, se metió en la política del club.

Terminó el partido y siguieron los homenajes: una torta compartida con Messi por el cumpleaños de ambos (Lionel cumplió 36 ayer y Román el mismo día 45) y una plaqueta entregada por Claudio Tapia, el presidente de la AFA.

El campeón mundial en Qatar 2022 tuvo una presentación especial antes del partido y recibió una ovación al igual que el resto de los protagonistas de la gesta en Medio Oriente: el mediocampista Leandro Paredes, el delantero Ángel Di María y el DT Lionel Scaloni.

 

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