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Scioli tendrá lista en Entre Ríos

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Participe o no Sergio Urribarri en las PASO nacionales, el equipo de Daniel Scioli viene pergeñando una estrategia por ahora de compleja trama, para exhibir una lista confiable  en los cuartos oscuros entrerrianos, montando una estructura consistente e interesante para resguardar sus votos. ¿Y Randazzo?

 

Hoy, hay tres escenarios posibles de cara a las PASO del 9 de agosto: 1) Daniel Scioli, Florencio Randazzo y Sergio Urribarri; 2) Scioli y Randazzo; 3) Scioli y Randazzo con Urribarri en una fórmula.

 

La variable “2” es la que desde el sciolismo se contempla como más viable y sobre esa base, tienden a centrarse las especulaciones.

 

El llamado a “la humildad” y/o a “la consciencia” de Cristina podría tener repercusiones en las próximas horas, y las voces expertas entienden que el primer “soldado” en bajarse será Urribarri, dándoles el ejemplo a Fernández, Rossi, Taiana, y Domínguez.

 

Si Urribarri sostiene su intención, Scioli precisaría un “talismán” en la provincia para no resignar tanta diferencia ante un gobernador entrerriano que en las encuestas mide mejor que él bonaerense en su feudo.

Ahora, también, si nuestro mandatario se somete a la orden presidencial, cambiaría el panorama y debe esperarse con quien pueda alinearse el renunciante.

 

Hete aquí que el panorama se tornaría un poco más complejo pues inevitablemente se darían movimientos paradójicos o deportivamente hablando se abriría el “mercado de pases”.

Ahora… El punto neurálgico es, a quién elegiría Scioli, a quién Randazzo y a quién Urribarri. O… en el caso de declinar Urribarri su precandidatura presidencial, a quién ungiría Urribarri pues, LÓGICAMENTE, si él se baja aceptando la sugerencia de Cristina, OBVIAMENTE él exhortará a que se obre con la misma lealtad.

 

Y no es descabellado imaginar que los mismos actuales precandidatos aguarden esa petición gubernamental. ¿Por qué? Simple… Pues una vez otorgada la bendición urribarrista y confeccionadas listas de diputados y senadores, cada político se sentirá en libertad de acción para “operar” algo que hoy suena a traición, pese a que, se sabe… ya existen operaciones viendo el perfil de las encuestas para la carrera presidencial y, es NATURAL, que quienes ya están habituados a sucesiones/herencias, juren amor eterno al candidato más firme.

 

Gusten o no (sabemos que cayeron mal en la Casa Gris) nuestras mediciones pusieron a Macri y Scioli bien arriba, y tenemos una última encuesta no publicada por ajustes finales, en la cual Scioli sacó un buen margen.

Entonces, cuidado con los renunciamientos que se podrían darse y el efecto que conlleven o hasta se debe poner especial atención en lo que se refiere a la aplicación de la Ley Castrillón habida cuenta de posiblemente interponerse recursos para no darle validez.

 

De algo estamos seguros y es que, Urribarri no es ningún tonto y no debe dormir pensando en qué hacer respecto a los conceptos de “la Jefa” y cómo armar su propia estructura sea cual fuere su aspiración o lo que se le ofrezca.

 

El caso de Randazzo es peculiar. Pareciera importarle poco Entre Ríos. ¿O será que tiene a Urribarri en la mira para compartir fórmula? Honestamente, antes de la disputa dialéctica/polemista de Urribarri con Scioli, veíamos al gobernador de Entre Ríos muy bien junto al ex motonauta. Hoy, con todo lo que se dijo lo vemos complicado (aunque sería una fórmula extraordinaria, sin dudas…), y ese MUTISMO de Randazzo en lo que concierne a los votos entrerrianos pueda tener ALGO que ver con la posible claudicación del nacido en Arroyo Barú.

 

Por supuesto… Todo lo aquí descripto es un juego de chances. Lo real es que en política cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas. O también puede consignarse aquella frase de Winston Churchill: “El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo”.