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San Isidro con susto: Echagüe dejó todo en San Francisco

Le costó demasiado a San Isidro de San Francisco derrotar a un Echagüe que llegó a suelo cordobés sin Gastón Torre (esguince) y Sebastián Cabello (distensión). Fue 85-73, pero recién en el epílogo los de Osvaldo Arduh lograron despegarse de un rival que dejó todo por disimular sus extremas debilidades. Inclusive, sin oficializarse adecuadamente (ya es un triste hábito de muchos clubes de TNA y Liga…) Lisandro Ruiz Moreno habría jugado padeciendo un estado gripal. La programación se completó en la ciudad de Salta donde Salta Basket pudo festejar otra vez al imponerse sobre La Unión por 67 a 64.

 

San Isidro tuvo un arranque demoledor. En menos de 2 minutos se puso 6-0 guiado por Arn y Essengue. De repente, cayó en la misma vorágine que su desconcertado y debilitado rival, perdiendo claridad su ataque y decayendo rotundamente el nivel del espectáculo.

Kirkland logró pisando la mitad del capítulo el primer doble de la visita, sin embargo la alegría duró poco pues Aristu probó de Tres y encendió la red, tomando 7 de luz el dueño de casa.

 

Poco varió en el trámite con el correr de los minutos. Los dos se peleaban por equivocarse. En medio de tanta mediocridad, surgieron las manos de Kirkland y Carnovale por los forasteros, y de Essengue por el anfitrión para que accediendo a los 3 finales de este primer período San Isidro promedie margen de 5.

En el cierre creció el protagonismo de Carnovale y Kirkland, achicando los de Paraná a 2, no obstante Barovero liquidó los 10 iniciales con un 15-11 discretísimo.

 

Teniendo en cuenta lo flojo que había jugado en la apertura, la distancia era negocio para Echagüe. De hecho, González también la redujo a 2, aunque Arn seguía hallando espacios y una falta antideportiva de Ruiz Moreno se tradujo en 7 de máxima para los de Arduh en menos de 2 minutos.

El calor generaba no solo que la pelota y cuerpos se mojen, sino que el mismo piso del “Severo Robledo” lucía resbaloso por semejante humedad.

 

Los técnicos, viendo tan pobre desarrollo y tantas imprecisiones, especularon con variantes permanentes.

En medio de ese confuso pasaje, Echagüe tomó rédito y con un 0-7 gestado por Stival, Carnovale, y Ruiz Moreno, empardó en 20 cuando transcurrían 3 minutos y medio.

 

La reacción forastera se robusteció con doble de Kirkland para pasar a imponerse por 2 cerca de los 4 minutos.

Barovero evitó que la sublevación tuviese peor impacto y luego se le acoplaron Arn y Lozano para sacar 6 accediendo a la parte final del 2° capítulo.

 

Luego, Gómez Nellar estableció la luz mayor (9) con un triple. Echagüe lucía perturbado. Había perdido orden, equilibrio, justo en el último tramo rumbo a los vestuarios y recreo largo.

Stival y González se hicieron cargo de sus responsabilidades en cada sector de la ofensiva aunque Essengue volvía a provocar daños.

 

Parecía que la etapa se desvanecía con 7 de brecha, otro “negocito” para un AEC sin Torre ni Cabello, no obstante Lozano puso el telón con un doble y maquilló el resultado con diferencia de 9 (35-26), constituyendo 10 minutos en los cuales se hirieron algo más que en los 10 anteriores (20-15).

 

Del descanso llegaron Ruiz Moreno y Kirkland motivados en consumar la hazaña. Colocaron parcial de 0-5 y el margen pasó a ser de 4.

Crecía la auto-estima entrerriana, aunque apareció por primera vez Palacios, quien con 5 unidades consecutivas estableció nuevamente luz de 9.

 

González continuaba dejando todo debajo de los tableros, como siempre, dando el ejemplo de juego en equipo, de estar al servicio de lo colectivo por sobre la inspiración en singular.

Pero ese esfuerzo aislado no alcanzaba… En 3 minutos y medio, Sciutto y Essengue promovían diferencia de 13.

 

El calor y la acumulación de faltas personales complicaban a un diezmado Echagüe. Por eso Barsanti seguía recurriendo, como nunca, al banco de suplentes.

Carnovale también aportaba a la causa desde el perímetro, aunque Essengue halló nuevo socio: Isola, que hasta allí lucía inactivo. Con un triple del ala-pivote San Isidro se escapó a 16 ya trasponiendo la primera mitad del tercer chico.

 

Stival mantuvo su codicia desde la base pero en el otro costado Gómez Nellar volvía a lastimar con Bola de Tres y consolidaba diferencia promedio de 15.

Kirkland logró mejorar el porcentual en Libres de su equipo, hasta allí del 50 % y junto a Carnovale redujeron a 10 la distancia, restando menos de 2 minutos para completar la media hora.

 

El pibe Cassano se vistió de Súper Héroe y comprimió a 8 la diferencia faltando un minuto y pico. La última posesión fue para Morales que falló de Tres y el tablero quedó 55-47. Echagüe seguía con netas chances de concretar la utopía de ganar en “El Nido”, imponiéndose por 20-21 en este tercer tiempo.

 

Más allá de las buenas intenciones de Carnovale, entre Essengue y Aristu consiguieron en los 2 primeros minutos del último capítulo apuntalar brecha de 12.

Morales, con triple, bajó a 9, aunque Essengue y Lozano en breve lapso se pusieron de acuerdo para aumentar la luz a 13.

 

El calor, la humedad, el cansancio, las fricciones, las faltas, provocaron yerros de toda índole. El nivel del partido era malo. Los técnicos procuraban toda clase de variaciones, buscaban permanentes alternativas, mutaciones.

Essengue era intratable. A cada propósito entrerriano de reaccionar, estaba el centro camerunés arruinando las motivaciones visitantes.

 

El africano y Barovero frustraron toda misión insurgente de los rivales liderados por Stival, y se entró en los 2 finales con 11 de margen.

Kirkland tuvo chances de bajar a un dígito pero afianzó la negra noche de Echagüe en los Libres.

 

Luego, Ruiz Moreno sí respondió con solvencia (4/4) y un triple de Carnovale transformó el escenario, bajando a 6 el margen.

Arduh no lo podía creer. Un oponente sin su base natural y sin uno de sus internos principales, estaba a punto de dar el zarpazo.

 

Barovero fue a la línea sin temblarle la mano, pero en la respuesta Morales destrozó la red con un triplón.

Morales cortó a Lozano y éste no falló.

 

El pibe Cassano probó de Tres y la suerte no estuvo de su lado. Foul de Morales a Sciutto, el alero cordobés metió 1 de 2, y en la salida Carnovale perdió la pelota ante el asedio de Arn quien no desperdició el “obsequio” y definió implacablemente.

Para el anecdotario quedarán dos libres de Cassano errados y la última conversión de Barovero, dejando un tablero de 85-73. Justo, legítimo, innegable, pero en verdad… Echagüe no mereció perder por tanto. Dejó la vida y casi da la gran sorpresa de la fecha. Se quedó sin final. Nada más que eso.

 

La síntesis

 

SAN ISIDRO (San Francisco) (16-7) 85-ECHAGÜE CLUB (Paraná) (10-16) 73

San Isidro (85): Damián Palacios 5, Matías Aristu (x) 8, Lucas Arn 15, Bruno Barovero (x) 14, Gaston Essengue (x) 21 (fi); Miguel Isola 3, Agustín Lozano 9, Germán Sciutto 4, Matías Gómez 6. DT: Osvaldo Arduh.

Echagüe (73): Matías Stival 12, Lisandro Ruiz Moreno 12, Agustín Carnovale 20, DeAngelo Kirkland 12, Santiago González 12 (fi); Julián Morales 6, Eliseo Cassano 2, Leandro Vilotta 1. DT: Ignacio Barsanti.

Árbitros: Alejandro Zanabone y Maximiliano Moral. Parciales: 15-11, 34-26, 54-47. Estadio: Atlético San Isidro.

Foto: Gentileza Prensa Echagüe.-