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Reclaman al intendente de Colonia Avellaneda intervenga en la delicada problemática de un vecino desahuciado

Tras procederse a la ejecución de un mandamiento de desalojo en Colonia Avellaneda, la comunidad de esa localidad ha reclamado al intendente Edgardo Dellizzotti se aborde un tratamiento especial de la coyuntura, y se tribute el imprescindible acompañamiento oficial al sexagenario vecino que hoy reside -provisoriamente- en una carpa, dentro de un terreno lindante a la Biblioteca Popular. Pese a la demanda de un grupo de pobladores, que replicó en Redes Sociales, desde esa Comuna se exhorta a la construcción de un muro esgrimiéndose razones que provocaron sensible indignación.

 

Carlos Alberto Giménez, quien habitaba un predio ubicado en calle Juan L. Ortiz, entre Marcelino Román y Arturo Jauretche, Lote 14, Manzana 40 del Loteo San Miguel, fue recientemenete desalojado. La población de Colonia Avellaneda reveló su repudio por cómo se instrumentó la diligencia y prodigó una loable contención al damnificado.

 

Recordemos que el oficio pertinente inherente a los autos “YÁÑEZ, CARMEN MARÍA ELENA c/ CARLOS ALBERTO GIMÉNEZ S/DESALOJO, tramitándose en el Juzgado de 1ª Instancia en lo Civil y Comercial N° 3, si bien revelaba, que el oficial de Justicia se encontraba facultado para allanar el precitado domicilio, pudiendo requerir el auxilio de la fuerza pública si ello fuera menester para obtener la desocupación total, como así también si fuese indispensable los servicios de un cerrajero, debiéndose designar depositario para la guarda de cualquier bien a conservarse a los fines de su posterior disposición, la metodología final utilizada para el desahucio, habría sido poco moderada, dejándose “tiradas” todas las pertenencias del Sr. Giménez en la calle.

 

Vecinos se movilizaron ante las autoridades de esa Comuna, pero ante la falta de respuestas y recibimiento de parte del intendente Dellizzotti, trabajadores del Centro de Salud “Néstor Kirchner” apelaron a reunirse con Margarita Oris, presidenta de la Biblioteca Popular “Presidente Avellaneda”, “quien prestó parte del terreno para que Alberto pueda quedarse hasta que algún funcionario se haga cargo de lo que corresponde”, reveló Adriana Moix vía Facebook.

 

“Esto es lo que logramos hoy con Alberto y la generosidad y gran corazón de algunos vecinos. La lucha recién comienza”, consignó para dar cuenta que seguirán en la búsqueda de un terreno definitivo donde el hombre pueda volver a construir su hogar.

Mientras tanto, Giménez está alojado en el aludido terreno, refugiándose precariamente en una carpa, pero tributándosele alimentación e hidratación para su mantenimiento elemental.

Lo paradójico es la nota que recibió la altruista presidenta de la Biblioteca mencionada, rubricada por el secretario de Gobierno de esa Municipalidad, Graciano Sieber.

Mientras que los pobladores de Colonia Avellaneda instrumentan recaudos para contener a Carlos Alberto Giménez, desde la Comuna se manifiesta “la necesidad de construir, a costa de ambos, un muro medianero, debido a razones de higiene, seguridad, embellecimiento edilicio, economía de terreno, y para asegurar la garantía de la privacidad de los actos humanos que no afecten la moral y las buenas costumbres”.

 

Pero, amén que los indignados vecinos no hallan una intervención solidaria municipal, Sieber, por orden de Dellizzotti, comunica a la Sra. Margarita Oris que la responsabilidad por accidentes, siniestros, incendios, o cualquier otro tipo de acontecimiento que pudiera ocurrir con esta ocupación transitoria del terreno por parte de Giménez, pasará a comprometer directamente a la presidenta de la Biblioteca.

 

Amparándose en el Art. 2007 del Código Civil y Comercial, según expone Sieber, la Municipalidad de Colonia Avellaneda esgrime una actitud que no puede ser ignorada.

La aciaga vicisitud, el infortunio gravísimo soportado estoicamente por el Sr. Giménez, revestía otra clase de conducta no solo política sino que esencialmente, humana. De manera harto elocuente, Dellizzotti no ha sido convenientemente asesorado.