Productores de pollos atraviesan una “situación límite”
|La Cámara de Productores Integrados de Pollo sesionó en Urdinarrain con la presidencia de Ricardo Unrrein. La situación del granjero es preocupante, se estiró la cadena de pagos y la entrega de pollitos BB. Los números no cierran, coincidieron los integrados.
El presidente de Cámara recientemente conformada señaló que el sector está atravesando un mal momento. “Las entregas de pollitos BB se están distanciando, pasando de 17 a 25 que en algunos casos se extiende a 30 días”, indicó.
Lo más grave pasa por los plazos de pago de las crianzas. “Una vez retirado el pollo recibíamos el pago a los 30 días. Hoy es retiro de pollo y pago a 120 días, con todos los problemas que eso acarrea. En 4 meses, más las 2 de crianza, llegamos a los seis meses lapso en que se tiene que abonar sueldos, salarios, cargas sociales a los empleados, pagar tres veces la energía”.
Consideró que “lo peor de todo se nos origina en la parte contable Culminada la crianza, entregamos el pollo, facturamos al frigorífico y a los 20 días tenemos que abonar el IVA, todo a costa del productor integrado”.
Aclaró que la producción desde el 2002 hasta el presente no había tenido problemas de magnitud como la que se presenta en estos momentos. “Reconocemos que el precio a la salida de frigorífico ha bajado pero no vemos la necesidad de que la industria apriete tanto al integrado. Si ellos quieren que los acompañemos en este momento, no tenemos inconvenientes, lo charlamos, pero en las buenas, queremos un poco de bonanzas para los productores”.
Unrrein dijo que “estamos sufriendo una falta de aumento desde el mes de enero y estirado los pagos. Ésta y otras es una de las razones por la que nos nucleamos y pedimos a los productores, que le pierdan el eterno miedo a los frigoríficos”.
Frente a ese panorama, precisó ante requisitoria de los colegas de El Día, que “con la situación que nos toca vivir, criar o no hacerlo, da prácticamente lo mismo”.
“Somos empleados baratos”
Eduardo Spiazzi, vocal de la cámara y productor integrado de Urdinarrain, detalló como trabaja el integrado a quien se conoce como “granjero, la persona que cría el pollo al frigorífico y una vez terminado se lo entrega para faena. Nosotros le hacemos un servicio al frigorífico. Disponemos de instalaciones y mano de obra, mientras que el pollo BB lo recibimos de la industria”.
Sostuvo que facturan un servicio al frigorífico, “para éste somos el empleado más barato en el sentido de lo que hacemos y facturamos. Los galpones son nuestros, aunque en algunos casos, el frigorífico financia o brinda una pequeña ayuda al integrado para que construya un galpón más o mejorar sus instalaciones”.
Por su parte, Jorge Coletti destacó que se está trabajando “en el día a día para la conformación de la cámara, dejando atrás ciertos temores”. Consideró que el pollo “es un número y mientras no lo veamos de esa manera, no vamos crecer. Esto es una empresa y como tal hay que tomarla”.
Enfatizó que “hoy somos una herramienta muy barata para los frigoríficos. Tengo los cheques de la última crianza a cobrar en 110 días y así no se puede. Un productor de 40 a 50.000 pollos debe contar con una caja de 100.000 pesos para poder solventar todos los gastos que tenga”.
El productor informó que se está cobrando por unidad de pollo $1.30 y hasta $1.40 si se logra un buen promedio, “si nosotros lo trasladamos números en este momento deberíamos percibir una cobranza por unidad animal de $3. Un precio que sería una salvación para el granjero, además podríamos trabajar en una mayor escala, generando más empleo”.
Números en la provincia
La CAPIP agrupa a todos los productores integrados, criadores de pollo en la Argentina, ocupando Entre Ríos un lugar predominante en el mapa con el 55% de la producción. Buenos Aires un 40% y el otro 5% se lo reparten: Santa Fe, Córdoba y algo de Santiago del Estero.
La mayor producción de pollos se encuentra en el departamento de Uruguay, secundado por Gualeguaychú que ha crecido notoriamente en los últimos años. Mientras que Crespo es el principal productor de huevos en la provincia y a nivel país.
Quienes trabajan por el sistema de integrado son productores en un elevado porcentaje, con pequeñas extensiones de tierra de entre 5 y 10 hectáreas. Ahí tiene entre 2 y 5 galpones, aunque también están aquellos que lo han tomado como empresa y trabajan en mayores extensiones.