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Preocupación en el Hospital San Martín por falta de seguridad en ciertos horarios

En los últimos tiempos se registraron episodios fuera y dentro del Hospital San Martín que generaron preocupación: desde robos hasta venta de droga, pasando por rencillas entre familiares de heridos por un conflicto ocurrido afuera. Por eso se reunieron autoridades y representantes de los trabajadores del hospital con la Policía para evaluar la situación y tomar medidas al respecto. Entre ellas, limitar y controlar el ingreso de personas en determinados horarios y puertas.

 

“Los hechos de violencia se debieron más que nada en Terapia Intensiva, donde había familiares de heridos de distintos bandos, y en los pasillos no hay división, entonces se produjeron agresiones”, informó a Uno el director de Operaciones y Seguridad de la Policía, Gustavo Maslein.

 

“Si bien hay un destacamento policial, que nosotros ya lo habíamos reforzado con personal, sugerimos que se adopten algunas medidas por parte del hospital, como un celador que controle los horarios de visitas, que trabaje en conjunto con el personal policial del destacamento. También se van a colocar unas rejas divisorias o unas puertas para limitar en terapia los pasillos”, dijo el integrante de la fuerza.

 

El director del hospital San Martín, Eduardo Elías, explicó: “Veníamos desde el año pasado con reuniones con la Policía, en conjunto con UPCN y ATE. La idea es sostener la seguridad para el trabajador por algunas situaciones que han surgido en el hospital, para que el trabajador pueda dedicarse como corresponde al paciente, y eso obviamente redunda en la mejora de la atención”.

 

“Vamos a ir tomando algunas medidas -detalló el médico-, pero no de un día para el otro. El hospital para nada quiere cerrarse, pero uno entiende que en ciertos momentos del día debe estar limitado el acceso de las personas, porque eso mejora la atención de los pacientes internados, el bullicio y mucha gente genera estrés, y la idea es limitar un poco el ingreso al hospital en ciertos horarios, y eso fortalece la seguridad también”.

 

El director del nosocomio destacó que además del destacamento policial, el hospital se hace cargo de otros dos uniformados de adicionales. “La idea no es encerrarnos, sino que lo que pretendemos es, dada algunas situaciones que hemos vivido por cuestiones de violencia adentro, para evitar problemas y para que el personal trabaje más cómodo, tomar estas medidas”, remarcó.

 

La idea, agregó Maslein, es “regularizar esa situación y tratar de limitar los horarios y lugares de permanencia, un celador será designado por el hospital y se va a proveer de radios de comunicación para trabajar en conjunto entre policías y personal del San Martín.

 

También se evalúa “delimitar algunos accesos” y “colocar una vigilancia en el exterior del hospital, en la zona de Pascual Palma y Gualeguaychú, que haga un rondín en horarios nocturnos, de ingreso y egreso de los empleados”. Esta será una primera etapa de las medidas de seguridad a implementarse, aseguró el director de Operaciones.

 

“Actualmente tenemos un sistema limitado, más que nada a la noche, donde una persona se puede quedar con un paciente, obviamente fuera de Terapia Intensiva, pero muchas veces eso nos resulta dificultoso de controlar”, afirmó Elías.

 

En los últimos meses, en el hospital se han registrado episodios que preocuparon a los trabajadores, como violencia ejercida de parte de pacientes o sus familiares. Hace poco detectaron a un hombre que pretendía comercializar cocaína en el interior del establecimiento. Y a diario se registran robos de celulares, prendas de vestir, algún bolso y hasta elementos de los sanitarios. La situación evidentemente requiere de medidas, que ya se han adoptado en otros hospitales del país para la seguridad de todos.

 

La intolerancia sufrida en la Guardia

 

El área de Emergencias del hospital San Martín es una de las más sensibles en el tema de la seguridad. Allí ingresan los pacientes que recientemente protagonizaron un hecho de violencia y sus familiares, todos con la carga emocional y sus consecuencias. El jefe de la Guardia, José Carlos Cuestas, dijo: “Estamos recibiendo mucho más violencia, y paralelamente violencia de los familiares.

 

Por ejemplo, si entra una persona herida de bala y luego otra también agredida porque se estuvieron peleando entre ellos. Eso nos provoca una inseguridad. Entre ellos y hacia nosotros, porque la gente está intolerante. Quieren una explicación sobre su familiar y el personal está trabajando y no puede dar un respuesta enseguida, golpean puertas, entran en crisis de nervios, hay un descontrol”.

 

Un ejemplo del incremento de la violencia en la sociedad se observa en las estadísticas de la Guardia: antes de implementarse los controles vehiculares, la mayor cantidad de ingresos era de personas accidentadas. Ahora es al revés: “Hay un viraje en la casuística, aumentaron las agresiones físicas, el herido de bala y el de arma blanca. En promedio, entre uno a uno y medio herido de bala por día”, aseguró Cuestas en diálogo con colegas de Diario UNO.

 

En este marco, contó: “Los médicos nuestros trabajan por necesidad, pero no quieren seguir trabajando con esta inseguridad”, por lo cual consideró que “lo mejor es prevenir, por lo menos identificar al que entra”.

 

El médico dijo también que según lo que se debatió en una reunión de la Sociedad Argentina de Emergencia, este problema existe en todo el país.