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Peñarol y Obras van por un juego clave

Obras descontó y va hoy, otra vez en La Feliz, por una victoria que equilibre la serie 2 a 1 a favor de los marplatenses. Peñarol quedó preocupado por cómo perdió el tercer juego. Los porteños ganaron en optimismo. Arranca a las 22 con transmisión de TyC Sports y TyC Sports HD. Dirigen Pablo Estévez, Diego Rougier, Fabricio Vito. Julio Lamas aún no le dio ni un minuto al paranaense Martín Gareis en éstas finales.

 

Ahorcado y forzado, Obras reaccionó en el tercero.  Para el Tachero significó recuperar la confianza en sí mismo y convencerse de que puede.

Ya en el juego 4, pulir detalles e innovar con situaciones inesperadas es un trabajo que obsesiona a Lamas y Hernández. El técnico de la selección arriesgó más de lo que suele hacerlo el lunes y le salió bien. Tentó a Peñarol a tomar decisiones en las manos que querían y así quedaron lejos del circuito Gutiérrez y LaMonte, que la tocaron poco (y mal, en general, salvo una ráfaga de Leo en el último cuarto).

A Peñarol no le conviene que Campazzo meta 33 y Leiva-Gutiérrez-LaMonte no entren en ritmo. Hoy será distinto. No sabemos si mejor o peor, pero distinto. Hernández también deberá ver la manera en la que su equipo no se descontrole con los tiros de tres puntos.

 

Lamas, por su parte, necesita encontrar la manera para que Juan Gutiérrez se involucre más en la ofensiva desde el poste bajo. Sus números fueron muy buenos a la vista en el Juego 3, pero apenas anotó un tiro de cancha. Levantar la agresividad cerca del cesto le abrirá muchas puertas a sus compañeros. También quedó claro el lunes que Osimani, cuando se decide a atacar con fiereza, le soluciona también muchos problemas ofensivos a Lamas.

 

A Peñarol, como ante Libertad en la primera semi, la derrota le prendió una alarma. Por el carácter del equipo, está claro que, más que dudas, partidos como el tercero enfurecen a la fiera. Claro que la furia no siempre es el mejor aliado, y Peñarol tendrá que lidiar con eso. Jugar agresivo, no enojado. Y concentrado, porque las lagunas fueron un clásico en estas finales.

 

Obras rejuveneció 10 años. Se autoconvenció de algo que Peñarol le había hecho creer que no podía hacer: competir de igual a igual. Ya se rompió esa historia. Ahora Obras no debería volver a sentirse inseguro, y por eso esta serie, a nuestro juicio, quedó muy abierta, pese a que la ventaja sigue siendo de Peñarol. Su punto será no retornar a vicios que tuvo en los dos primeros juegos (desconcentraciones, baja intensidad por momentos).

 

Peñarol debe volver a las suyas. Obras lo hizo el lunes. Si ambas situaciones se dan, entonces será la gran final que todos esperamos, y que tuvo quizá su gran anticipo en el juego 3. Lo que está claro es que lo pasado ya sirve de poco y que ahora empezarán a jugar roles importantes manejar los detalles. Sorpresas habrá cada vez menos.