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Patricia Vaca Narvaja en la Afip, el regreso a la gestión pública de una dirigente de carácter

Patricia Vaca Narvaja fue designada como subdirectora General de la Subdirección General de Servicios al Contribuyente, de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), a cargo de Mercedes Marcó del Pont.

 

Su vocación de servicio, que asomó cuando decidió ser instrumentista quirúrgica y la llevó a fantasear con ser misionera en el continente africano, la empujó a militar en el peronismo, pero sin duda su vida política se vio marcada por la historia familiar.

Proveniente de una familia tradicional de Córdoba, Patricia -la décima de doce hermanos- sufrió la desaparición de su padre Miguel Hugo, abogado, ex ministro del Interior del gobierno de Arturo Frondizi y dos veces presidente del Banco de Córdoba, y la detención y asesinato de su hermano Hugo durante la última dictadura cívico-militar.

 

Un tiempo antes, en 1972, su hermano Fernando Vaca Narvaja, líder de la organización Montoneros, había logrado fugarse de la cárcel de Rawson y sobrevivir a la masacre de Trelew, en la que 19 miembros de FAR, Montoneros y PRT-ERP fueron fusilados y sólo tres quedaron con vida.

Junto a su madre, Susana Yofre, y otros veintitrés integrantes de su familia, en 1976, se asiló en la embajada de México en Buenos Aires hasta que finalmente todos consiguieron viajar a ese país, donde permanecieron hasta casi el retorno de la democracia.

 

Allí, trabajó en el hospital “La Raza” de la capital mexicana, junto a una de sus cuñadas; y, por orden de su madre, se casó por civil y por Iglesia con su primer esposo, con quien tuvo a su primer hijo, Martín.

De regreso a la Argentina, en 1982, comenzó la práctica de instrumentación quirúrgica en cirugía cardiovascular en el Sanatorio Güemes con René Favaloro.

 

Por esos días, conoció a su actual marido, Gustavo Gemelli -al que ella apoda como “el porteño”-, en una peña organizada por la agrupación Intransigencia y Movilización Peronista, a la que concurrió con la ex ministra de Defensa Nilda Garré. Después de un tiempo nacieron sus otros dos hijos, Facundo y Camila.

Aquéllos que la conocen más de cerca destacan su cualidad para conciliar, a la vez que dan cuenta de la firmeza que tiene para defender sus posturas.

 

En 2012, la actriz y entonces diputada del bloque kirchnerista Nacha Guevara ventiló en un set de televisión que había decidido dejar su banca porque Patricia le había advertido que en ese espacio político “no había lugar para los librepensadores” ante las críticas sobre el funcionamiento en la toma de decisiones dentro del Frente para la Victoria.

Tuvo también una política activa en favor de la educación donde compartió una presentación junto con Alberto, Daniel Filmus y Jorge Taiana.

 

Al poco tiempo de que la alianza Cambiemos triunfó en los comicios de 2015, la dirigente peronista volvería sobre sus pasos al esgrimir ciertos cuestionamientos respecto a las dificultades internas del kirchnerismo para propiciar el surgimiento de un sucesor o sucesora de Cristina Fernández, sumado a la pérdida de representatividad en algunos sectores que históricamente habían acompañado al peronismo y a la subestimación de la coalición integrada por la UCR, PRO y la Coalición Cívica- ARI, entre otras cuestiones.

 

A mediados de 2016, llevó ese debate al local de la organización “El Sur no Espera”, donde meses después le pediría a Alberto Fernández -con quién jamás cortó el diálogo- que articule un armado político capaz de ganarle al macrismo. En paralelo, para ese entonces, Patricia ya alzaba la voz contra los tarifazos dispuestos por Juan José Aranguren desde el ministerio de Energía.

 

En 2017, apostó de manera fugaz a la candidatura de Florencio Randazzo, quien finalmente obtuvo apenas el 5% de los votos en las elecciones legislativas. “Y como decía Alberto hoy: con el peronismo solo no alcanza. El peronismo siempre fue frentista. Por eso convocamos a otros sectores progresistas para reconstruir una unidad”, destacó ese año la ex vicepresidenta de la Cámara de Diputados en una entrevista que concedió, junto al ahora jefe de Estado, a la Agencia Paco Urondo.

 

Allí subrayó: “Nos enamoramos del 54% y pensamos que podíamos hacer todo nosotros solos. Y no nos dimos cuenta de algunas realidades. Esos cuatro años, y Alberto lo dice siempre, los derechos nuevos incorporados fueron impresionantes. Pero eso no fue suficiente. Tenemos que ver eso y no volver a cometer esos errores”.

 

Aun así, la militante cordobesa de raigambre peronista, que a los 64 años volvió a la función pública de la mano del ex jefe de ministros, siempre se mostró admiradora de la figura de Cristina Fernández, con quien en 2015 festejó la llegada de Helena -hija de Florencia Kirchner y su sobrino Camilo Vaca Narvaja- y no dudó en celebrar la estrategia electoral y política que la ex mandataria desplegó en mayo del año pasado. Su deseo, por lo bajo, se había concretado.