Paraná plagada de ladrones
El club Toritos de Chiclana sufrió un hecho vandálico en la institución. El presidente de la entidad deportiva, fue quien reconoció éste nuevo ilícito.
Guillermo Santamaría, precisó que “en el horario de práctica de primera, se percataron que habían entrado a la oficina, vieron los trofeos tirados y que estaba violentada la reja. Los miembros de comisión directiva, al llegar, nos encontramos con esto, muchos destrozos y no sabemos de utilería que puede llegar a faltar. Creemos que se trataría de bolsones con pelotas, equipos de fútbol y otro tipo de indumentaria”. Mencionó que en el lugar, “nunca queda dinero”. Al parecer, tuvieron intenciones de llevarse una fotocopiadora y una balanza.
Además, Santamaría, hizo hincapié en que “desde hace unos dos meses, están teniendo en la institución, “una triste experiencia” ya que en este lapso de tiempo, los destrozos y robos han sido una constante: “A una fotocopiadora la tiraron por el balcón, la rompieron. Ya nos han violentado los vestuarios, nos sacaron un termotanque y lo tiraron afuera, rompiéndolo; sacaron los lavatorios, los tiraron contra unas columnas”.
De la misma manera, el presidente de la entidad deportiva, comentó que “la semana pasada nos hicieron, en una de las canchas, una zanja de 15 metros para sacar cables. Y antes de ayer, con una motosierra nos cortaron un palo de la luz”.
Dijo “no entender el porqué de tantos destrozos “con saña” y robos, ya que “nunca hemos tenido problemas con nadie”. No obstante, si bien no quiso ligar el acontecimiento del ascenso de Toritos, conjeturó que los sucesos vandálicos, “a partir de octubre, empezaron a sucederse muchos hechos de este tipo”.
Mostró su enojo ya que “sólo una vez, por un dato que dimos, se recuperó algo”, en las demás oportunidades no se logró dar con lo robado.
Santamaría mencionó su gran indignación ya que “en 10 años que estoy en el club, veo que crecimiento no vamos a poder tener”. Apuntó que a esto se lo comunicó al jefe de la policía, y que le manifestó que “lo único que queda es poner una faja al club, cerrándolo e irnos todos. Porque no tiene sentido, juntás un peso, hay montón de cosas por hacer, pero todo es inútil, ya que o te roban o te rompen”, reflexionó.