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Paolo Quinteros: “dimos todo”

El escolta Paolo Quinteros hizo gala a su mote de jugador franquicia en la retirada de Regatas Corrientes de la actual temporada de la Liga Nacional de Basquetbol y quedó marcado a fuego en los corazones del público “Fantasma”, que lo quiere como mínimo un año más en el club. Una vez consumada la eliminación a manos de Obras, Quinteros compartió sus “sensaciones de tristeza y amargura porque peleamos hasta lo último, dimos todo y no nos guardamos nada”.

 

El encomiable esfuerzo de Paolo Quinteros en el tercer partido contra Obras terminó de confirmar lo que se espera de un jugador con su jerarquía. Además de los 35 puntos, fue el alma de Regatas en post de extender la definición. Y lo sufrió al no poder cumplir el objetivo.

 

De entrega conmovedora en la última función de Regatas en la Liga Nacional de Básquetbol, Paolo Quinteros consiguió ratificar los pergaminos de los que vino precedido: se trata de un jugador ganador, goleador de raza y que le da un salto de calidad a sus equipos. Esta no fue la excepción, porque el elenco del parque Mitre le debe en buena parte a su clara mejoría en los playoffs el haber llegado a las semifinales después de una temporada fluctuante desde los resultados y también con un plantel castigado por las lesiones.

 

A poco de concluir el tercer juego contra Obras, que fue con derrota 93-87 en tiempo suplementario, se lo observó muy sentido anímicamente a Quinteros, quien ante la prensa dijo: “Hemos peleado hasta lo último, dimos todo. No nos hemos guardado nada. Pero es lo bueno que tiene este juego: unos ganan, otros pierden. Hoy (por el jueves) nos tocó perder a nosotros porque no supimos mantener la diferencia. Enfrente estuvo un gran equipo y las sensaciones son de tristeza”.

 

Asimismo, aseguró: “Teníamos muchas ganas de seguir en la pelea, de intentar llegar a la final, no se pudo. Pero bueno, creo que debemos quedarnos todos, el equipo en general y el cuerpo técnico, muy tranquilos porque hemos dado todo durante toda la temporada, pese a todos los inconvenientes que hemos tenido. Y esto la verdad duele, duele mucho -dijo con voz quebrada-. Lo bueno es que siempre te da revancha y hay que pensar en el año que viene”.

 

Respecto de la lesión en su pierna izquierda, que se hizo manifiesta durante el tercer cuarto y cambió el curso del partido (hasta ahí Regatas lo tenía dominado a Obras), el escolta entrerriano explicó que “uno esfuerza la máquina al máximo, porque tanto yo como mis compañeros dejamos todo en cada partido, y a veces la máquina no responde como tiene que responder. La verdad no sé, sentí dolores por todos lados, por eso me tiré al piso. Pero por suerte fueron sólo calambres y pude volver pronto al juego”.

 

Más adelante, Quinteros relativizó el hecho de haber convertido 35 puntos, la segunda mejor marca individual en la historia de Regatas (Diego García anotó 38 en la LNB 2006/07) al remarcar que “hoy por hoy no pienso en el tema de los puntos, me da igual. Ahora lo que siento es la derrota y que entre todos no hemos podido darle una alegría a la gente que se lo merecía. Los puntos y el partido ya a esta altura no sirven para nada”.

 

Sobre el balance que le merece la campaña en Regatas y su estadía en Corrientes, el ex campeón con Estudiantes, de Olavarría y Boca Juniors dijo: “Estoy muy contento, estuve muy cómodo, me sentí feliz acá, me gustó mucho Corrientes, muy agradecido a la gente por el cariño que me ha brindado durante toda la temporada. La verdad que eso suma, suma mucho. Ojalá que todo salga bien para que podamos continuar aquí”.

 

Por último, Quinteros se refirió a los elogios hacia su juego de parte de Julio Lamas, quien se cree lo tendrá en cuenta con vistas a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En ese sentido, el oriundo de Colón sostuvo: “Si lo dice Julio (Lamas) la verdad que motiva mucho, es digno de agradecer y que un entrenador de la jerarquía de Julio haya opinado así sobre mí, la verdad que me pone un poquito contento hoy”.

 

Sin dudas que el cartel de jugador-franquicia no le pesó a Paolo Quinteros, quien se siente más cómodo precisamente cuando existe esa presión tácita sobre su rendimiento. Al cabo, lo pudo demostrar en playoffs, que es cuando más interesa.