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Otra vez, Rosario es una hoguera y Bullrich, ¿dónde está?

Pintadas y quemas de cubiertas. Así reclamaron seguridad numerosos taxistas que se organizaron para las protestas tras el segundo crimen de un compañero en pocas horas: el de Diego Alejandro Celentano, de 32 años, a quien le dispararon alrededor de las 23.30 de este miércoles en Marcelo T. de Alvear y Garmendia, cerca de las piletas del Saladillo. Las movilizaciones comenzaron bien temprano este jueves en tres sitios: frente a la sede de Gobernación, frente al Casino City Center y en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno.

El asesinato de Celentano, casado y que tenía una hija de cinco años, reconoce similitudes con el de Héctor Raúl Figueroa, de 43 años, durante la noche del martes en Flammarion al 5100. En ambos casos es inverosímil el móvil de robo, a los dos trabajadores les dispararon a la cabeza y en las escenas de los hechos quedó una zapatilla. En el primero de los hechos, las vainas servidas secuestradas en el lugar mostraban en la culata la inscripción PSF. Se trata de proyectiles destinados a la fuerza de seguridad provincial, que no se comercializan y se entregan directamente a los agentes en las armerías centrales de las Unidades Regionales.

Otro dato es que ambos trabajadores asesinados estaban asociados a Radio Taxi 455-5555. “No tengo ninguna duda de que no es hacia el Radio Taxi, esto es contra la política, por droga o la foto de la cárcel, Estamos a disposición del fiscal”, declaró al respecto el dueño de la empresa, Fernando Lange, a Cadena3.

Los choferes que trabajan de noche decidieron convocarse en puntos clave de la ciudad ante el nuevo crimen de un colega. “¿Quién va a salir a trabajar con este miedo? Nos están dejando mensajes con esto y no sabemos a quién. Queremos salir a trabajar tranquilos. No tuvimos ninguna respuesta del anterior crimen”, se quejó el dirigente del sindicato de Peones de Taxis Sergio Granatta ante el móvil de Radio2 en la plaza San Martín, frente a la sede de Gobernación. tanto en ese como en los otros dos puntos de concentración, los taxistas realizaron pintadas, quemaron gomas e interrumpieron el tránsito.

Los reclamos tienen un destinatario: el gobernador Maximiliano Pullaro, a quien le exigen que brinde seguridad para la tarea que realizan. El sindicato de los peones tiene previsyta una conferencia de prensa en la sede gremial donde se descuenta que anunciarán un paro en el servicio.

Tanto los trabajadores como el sector patronales de los dueños de las unidades coincidieron, luego del crimen de Figueroa el martes, que se trataba de un ataque mafioso. El nuevo asesinato amerita las mismas sospechas. “Estamos esperando que den la cara los que la tiene que dar”, afirmó Granatta.

José Iantosca, presidente de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), retomó este jueves la hipótesis de que se trata de mensajes mafiosos que tienen al sector como blanco pero otros destinatarios: “Me parece que nos están usando de señuelo, somos fáciles de cazar. Esto ya parecen golpes terroristas. Hoy tenés que ser suicida para salir a trabajar de noche”, dijo ante los micrófonos de LT8.

Hechos que no se pagan…

Este miércoles cerca de la medianoche un taxista fue asesinado en inmediaciones de Marcelo T. de Alvear y Garmendia, a unos 500 metros del Monumento a Evita. Igual que en una ejecución similar ocurrido 24 horas antes, quedó una zapatilla a pocos metros del coche de alquiler.

De acuerdo a los primeros datos brindados por personal policial, el crimen sucedió en barrio Saladillo, en inmediaciones de Marcelo T. de Alvear y Garmendia, en la zona sur de Rosario.

Según las primeras informaciones, el taxista fue hallado con un balazo en la cabeza, alrededor de las 23.30 de este miércoles, a unos 500 metros del Monumento a Evita conocido como La Mandarina.

El crimen se da 24 horas después del asesinato de otro taxista: este martes por la noche un trabajador del volante identificado como Héctor Figueroa fue asesinado de un balazo en la cabeza en inmediaciones de Flammarión al 5000, casi Lamadrid, también en la zona sur.

Tanto en el crimen de barrio Saladillo como el que ocurrió un día antes en la villa Flammarión fue hallada a pocos metros de los autos que conducían las víctimas una zapatilla, lo que puede ser un mensaje mafioso aún no descifrado.

El anterior crimen de un taxista fue el de José Luis Assale, quien llegó con un pasajero, Carlos Acosta, el 13 de febrero pasado desde San Lorenzo hasta barrio Tablada, en Necochea y Doctor Riva, donde fueron atacados a tiros y perecieron.

Tres días después Juan Manuel Britos, un taxista que había recibido amenazas, fue ultimado frente a su casa de Felipe Moré al 2600.

En ninguno de estos tres últimos casos el móvil del ataque fue el robo.

Desde el Sindicato de Peones de Taxi lanzaron ya en la madrugada de este jueves un paro por tiempo indeterminado. Hasta las 6 de este jueves sigue vigente el duelo que había decretado ese gremio por el asesinato de Figueroa.

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