Otra vez no hubo quorum en la Cámara Baja nacional: que cobren por productividad…
|Tal cual se preveía, no alcanzó el número suficiente para hacerse la sesión especial pedida por un sector de la oposición para debatir el proyecto de reforma sindical. La reunión había sido convocada para las 13 por Martín Tetaz y otros legisladores y, tal cual es la norma que ha establecido en su gestión, el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem dio por caída la misma tras media hora de espera con 111 presentes en el recinto.
La sesión tenía a priori una dificultad de origen, que era la legitimidad o no de la convocatoria, ya que en la reunión de la semana pasada de Legislación del Trabajo el despacho no había conseguido las 16 firmas requeridas para habilitar su tratamiento en el recinto.
Caída la sesión la expectativa queda para este martes para lo que suceda a partir de las 15, con la segunda sesión prevista, ahora para debatir el decreto de necesidad y urgencia 846/24.
El primero en disertar fue el promotor de la sesión Martín Tetaz quien recordó que se cumplen poco más de 40 años de que el presidente Raúl Alfonsín mandara uno de sus primeros proyectos al Congreso para que la Argentina “tuviera democracia también en los sindicatos. Una famosa reforma sindical que se llamaba Ley Mucci que establecía principios democráticos y de transparencia para los sindicatos”.
El radical comentó que durante las reuniones de comisión se ha argumentado que “los sindicatos no tenían que ser ni auditados ni tenían que demostrar reglas de transparencia, ni que tenían que estar sujetos a reglamentaciones por parte de esta Cámara”.
“Lo cierto es que los sindicatos después del Gobierno de Juan Carlos Onganía manejan las enormes cajas de las obras sociales en Argentina, un impuesto que todos los trabajadores tienen que pagar y que va a los fondos que manejan los propios sindicalistas. Por eso, resulta fundamental que sea transparente el manejo de los sindicatos y por eso encaramos este proyecto de reforma sindical que tiene un amplio consenso de muchos bloques”, expresó.
Tetaz indicó que el dictamen de la comisión fue firmado por todos los diputados de la UCR, pero también por el Pro, de la CC-ARI y de La Libertad Avanza. “Todos entendimos que la Argentina necesita una reforma sindical sin dilaciones, que termine las reelecciones indefinidas de los sindicalistas, que termine con esta historia de personas que están 35, 40 o más años al frente de un sindicato. Que permita que se renueven los cargos directivos dentro de esos sindicatos y que asegure la participación de las minorías dentro de esos cuerpos directivos”, señaló.
“Eso es algo favorable para los trabajadores y sindicatos porque permite que sean muchos más competitivos y transparentes. Nuestro proyecto prevé también que deban hacen una presentación jurada cuando quieran candidatearse, también propone un artículo de ficha limpia para que cuando tengamos que presentarnos como candidatos tengamos que tener ‘el culo limpio’. Esta ley también contempla un límite, un punto final para los robos que se producen todos los meses en los recibos de sueldos de los trabajadores que son los únicos dueños del fruto de su trabajo. No se puede admitir bajo ninguna circunstancia que ninguna organización de ningún tipo le meta la mano en el bolsillo al trabajador, salvo que lo haya autorizado previamente que se llevan hasta el 7% del sueldo”, explayó.
Al cierre, el radical planteó que “con esta iniciativa estamos devolviéndole a los trabajadores el fruto de su trabajo, el poder de acción y participación y competencia dentro de las organizaciones sindicales. La Argentina necesita una reforma sindical urgente porque la principal casta que se tiene que terminar es la casta de los que viven del trabajo de los demás, los que viven hace más de 40 años sin trabajar y supuestamente representando a aquellos que trabajan y manejando fondos sin ningún tipo de autorización”
“Hoy no lo pudimos conseguir”, lamentó y sumó: “Está claro con la lista de los presentes en la sesión quiénes están comprometidos con la reforma sindical. Este es el momento de la reforma más importante que necesita el país. Hoy no pudo ser porque no conseguimos el quórum, pero lo vamos a seguir intentando en las siguientes sesiones. Tarde o temprano vamos a conseguir la democracia sindical que necesitamos”.
A su turno, la cordobesa Soledad Carrizo resaltó que la democratización sindical es un tema pendiente en el país y señaló que “las bancas vacías indican de qué lado está cada uno”. Así, aclaró que “queremos dirigencia sindical porque son necesarias para el cambio, pero tienen que colaborar”, ya que “son los que peor imagen tienen en el país”.
“Esta ley es para los gremios que han usado las cajas para ser brazos militantes de un gobierno que hace un año atrás le hicieron. Esto es lo que se tiene que acabar. Vengo desde el 2014 presentando el proyecto, pero siempre se buscaron excusas para tratarlo”, denunció y agregó: “Más de 13 sindicatos tienen en sus bancas líderes que tiene más de 20 años en el poder. Queremos sindicatos con más transparencia y representación, pero de ninguna manera vamos a bajar los brazos”.
El jefe del bloque de la UCR, Rodrigo De Loredo, sostuvo que desde el espacio la iniciativa es “muy relevante” porque “modernizar el régimen sindical contribuye en tres aportes muy necesarios para el país”.
Así, detalló: “El primero es un aporte naturaleza institucional y democrática. No sé en qué momento y por qué razón hemos naturalizado mansamente que toda la organización gremial en un 98% pertenezca a una facción y a un partido político. Eso no es un elemento inocuo, basta ver los trece paros generales al Gobierno de Alfonsín, basta ver los nueve paros generales que le formularon a un gobierno de apenas 2 años a Fernando de la Rúa. Basta ver en este caso que le esperaron solamente 45 días para hacerle el primer paro general al presidente Javier Milei”.
De Loredo enumeró los “los escasos paros generales en 10 años del menemismo. Los casi nulos durante Néstor Kirchner, los exhibidos con Cristina Fernández de Kirchner y paradojalmente la inexistencia de ningún paro general a Alberto Fernández en un período en donde, además de los catastróficos resultados económicos, el poder adquisitivo del salario cayó en un más de un 30%”, y agregó: “Democratizar los sindicatos es un aporte a la democracia argentina y un aporte de la institucionalidad”.
En segundo aspecto, afirmó que “es un aporte absolutamente fundamental a la generación de empleo porque más del 60% de nuestros laburantes no tienen sus respectivos aportes previsionales, ni sus obras sociales, sino que están en esa clandestinidad laboral sumergidos en la más clara y contundente informalidad”.
“Un tercer aporte de esta modernización es en beneficio pura y exclusivamente de los laburantes”, planteó y cuestionó: “¿De dónde es que creemos nosotros que salen los fondos que convierten a estos sindicalistas en hipermillonarios? Podría caer en el lugar común de hacer un listado acá de las fortunas incalculables de algunos dirigentes sindicales, que no acusan el trayecto de su vida personal ninguna otra actividad que representara los laburantes con los fondos de los laburantes”.
“No sé en qué momento tampoco nosotros naturalizamos también un sistema de salud tenga una triada entre el sistema público, sistema privado y el sistema de salud administrado por personas que no revisten ninguna expertiz técnica para un tema tan sofisticado, tan cambiante y tan demandante como la salud de los laburantes”, denunció el radical.
Así, manifestó que “hay un aporte institucional y democrático, hay un aporte para la generación de empleo y hay un aporte en beneficio de los laburantes argentinos”.
“Lo único que se mantiene pétreo, inamovible, cristalizado es este diseño que, además, es único en el mundo porque ni el modelo norteamericano, ni el europeo, ni el Oriental, ni en los otros países latinoamericanos siguen sosteniendo esta herencia del corporativismo italiano de la década del 40 que se inventó el aterrizaje del peronismo en la Argentina”, disparó.
De Loredo apuntó contra el Gobierno que “tiene un acuerdo con la CGT que es evidente que basta ver el juego de las sillas que el quórum no alcanza, que me siento que no me siento, que los aliados no están cuando vale la pena”, y cerró: “El acuerdo consiste en que les deja a ellos sus reelecciones indefinidas, el recurso que administran de los laburantes, y sus obras sociales. ¿Qué gana el gobierno? Está ganando tiempo”.
El diputado del Pro Sergio Capozzi sostuvo que el bloque de UP tuvo una actitud de “zorro” al retirar el proyecto del bloque de la comisión y “al no dar quórum nos evitan la posibilidad de debatir en el recinto un tema que reglamentariamente no está claro sobre qué mayoría se necesita para insistir cuando un proyecto tiene la mitad de las firmas”.
“La Ley de Contrato de Trabajo cumple 50 años, la misma cantidad de muchos dirigentes sindicales en sus puestos. ¿A qué le tienen miedo? Nosotros estamos a favor de los sindicatos, pero en contra de estos gordos que hace 40 años nos llevaron a una lucha sanguinaria”, lanzó y preguntó: “¿Qué carta pueden exhibir ellos cuando tenemos al 50% de los trabajadores en negro y al 30% de los trabajadores bajo la línea de pobreza?”.
“Alegan en comisión que al tratar de democratización de la actividad sindical o gremial estaríamos violando alguna disposición de la OIT porque dice que el Estado no se puede inmiscuir en asuntos sindicales. Todos tenemos la misma obligación de tener la ficha limpia, de tener la declaración jurada, de respetar las minorías, de no sacarle el bolsillo aquel que no está afiliado una cuota solidaria”, cuestionó.
El rionegrino cerró: “Me preocupa muchísimo el futuro de la Argentina si este es la actuación que van a tener estas estos señores diputados durante los próximos tres”.
Desde el bloque Democracia para Siempre, el formoseño Fernando Carbajal también aclaró que no están en contra de los sindicatos, pero “somos conscientes de las enormes dificultades y las malas prácticas que se han instaurado en nuestros sindicatos y la necesidad de una ley sindical que se haga cargo de esto y que modifique”.
Sin embargo, planteó que la ley tiene “algunos problemas en lo que tiene que ver con los aportes solidarios”, y explicó: “Los aportes solidarios son fruto de las convenciones colectivas de trabajo y este Gobierno, que pretende liberar en esto, se mete de manera incorrecta en la negociación entre sindicatos y organizaciones patronales mostrando una incoherencia ideológica que es bastante difícil de explicar”.
También, remarcó que “se deja subsistente el artículo de la ley de convenciones colectivas que de manera expresa se autoriza las convenciones colectivas a extender los efectos a los no afiliados. La verdad es que este proyecto tiene algunos problemas”, y concluyó: “La reforma sindical es una vieja querida bandera del radicalismo como lo es la calidad institucional en todos y en cada uno de los ámbitos”.
A su turno, desde la Coalición Cívica se expresó la diputada Mónica Frade quien resaltó que desde su bloque han presentado proyectos de democratización y transparencia de los sindicatos”.
“Me parece que hay sectores de la política y del sindicalismo que han vivido esto como un ataque, como un debilitamiento de los sindicatos y, en realidad, lo que estamos tratando es primero de defender a los buenos sindicalistas que los hay y muchos. No todos son buenos sindicalistas”, subrayó.
“Los Moyanos de la vida son los más emblemáticos y, por lo tanto, ellos son los sindicalistas que no defienden trabajadores y a los que no queremos que se perpetúen como se están perpetuando en el poder”, disparó Frade.
La diputada de la CC sostuvo que la iniciativa es “para mejorar la calidad y mejorar el servicio de los sindicatos. El tema de la limitación de los mandatos esto es fundamental, la transparencia de bienes y declaraciones juradas, la ficha limpia en los sindicatos”.
Al igual que sus pares, denunció que “hay un claro acuerdo del Gobierno con los gordos. Claro acuerdo para garantizarles la impunidad, para garantizarle la perpetuidad en los cargos para no molestarlos y que los gordos no los molesten a ellos”.
Por último, el diputado del Frente de Izquierda el jujeño Alejandro Vilca cuestionó que se llegó a la convocatoria con “un dictamen que carece de legalidad, es trucho. Cuando se discutió no logró las firmas suficientes”.
“Es algo demagógico e hipócrita porque los gordos de la CGT están negociando con Milei a aplastar los salarios, los despidos, la Ley Bases, el DNU 70 a cambio de no salir a la calle. Eso están negociando”, denunció y arremetió contra el funcionamiento y la agenda de la Comisión de Legislación del Trabajo porque “no ha discutido ni un proyecto en favor de los trabajadores”.