Otra muerte en Rosario: falleció el joven que había sido atacado a balazos el martes pasado
La ola de violencia y crímenes en la que está inmersa la ciudad de Rosario sigue sumando nombres a la lista de víctimas. Este martes murió un joven de 22 años que el martes de la semana pasada, el mismo día que mataron al primero de los dos taxistas, había sido baleado en su casa.
Mario Ezequiel Marini había sido baleado en su casa ubicada en Corrientes al 3100, según informaron desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Desde el 5 de marzo pasado estaba internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). El caso está a cargo de la Fiscalía de Homicidios Dolosos y aun no se sabe en qué contexto ocurrió el crimen.
El ataque fue cerca de las 19, según consignó el MPA en base a los primeros datos aportados por testigos del lugar que llamaron al 911. Según reportó Rosario3 alguien llamó a la puerta de la casa de Marini, lo llamó por su nombre y le dio un tiro en la panza a muy corta distancia.
Sin embargo, dijeron que cuando el patrullero llegó, Marini ya había sido llevado al hospital en un auto particular. Ingresó al HECA con un disparo en el abdomen.
La Fiscalía dispuso la comisión de gabinete criminalístico para relevamiento de la escena del hecho, relevamiento de cámaras de seguridad de la zona, toma de testimonios. Se indicó se realice pericias fotográficas, levantamiento de rastros, croquis del lugar, según informó el diario La Capital.
Tras confirmarse la muerte, desde el hospital le dieron aviso a la fiscal María de los Ángeles Granato, aunque desde el MPA anticiparon que las investigaciones de homicidios se redistribuirán entre los fiscales que conforman la Unidad de Homicidios Dolosos.
Esta decisión, indicaron, obedece a la distribución de carga de trabajo y diversas investigaciones en curso que pueden tener relación con los hechos ocurridos y posibles vinculaciones.
El crimen de Marini ocurrió el mismo día que mataron a Héctor Raúl Figueroa (43), el primero de los dos taxistas asesinados la semana pasada, en una ola de crímenes contra inocentes que siguió con el ataque a un colectivero y un playero de una estación de servicio. Además de Figueroa, mataron a Diego Celentano (32), del colectivero Marcos Daiola (38) y del playero Bruno Bussanich (25).
Desde entonces, la ciudad de Rosario está paralizada por el narcoterrorismo que además incluyó ataques a balazos a comisarías, cárceles, autos incendiados y amenazas a las autoridades nacionales y provinciales.
Todo ocurre luego de una requisa en la cárcel de Piñero, al estilo Bukele, de la que el Gobierno de la Provincia de Santa Fe difundió imágenes.