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Oficial APB: Olimpia y esa buena costumbre de liderar

Un cómodo triunfo -por 72 a 54- obtuvo Olimpia sobre Recreativo en el “Antonio Zorzet” de calle Italia. Diego Faltoni fue el responsable principal de ésta victoria “Azulgrana” enmarcada en la 7ª fecha del Torneo Clausura de Primera División, dos puntos que sirven para mirar a todos bien desde arriba y conservar la calidad de invicto.

Los primeros 10 minutos fueron muy parejos, primero el team visitante se escapó 7-2 aunque enseguida -con un parcial de 5 a 0- el elenco del Profe Cantero igualó las acciones.

Claro que, el “Rojiverde” sufría mucho la talla de Faltoni, que arrancó indetenible.

Pero si el pivote era determinante, todo se acentuó cuando Oscar Heis empezó a dañar desde afuera y así logró sacar una brecha de 9.

Con el correr de los minutos el trámite se tornó borrascoso, intrincado, sea por la actitud/temperamento expuesto como por las quejas que ya son una triste tradición en éste básquet local donde al parecer muchos hacen catarsis de lo que viven a diario en trabajos, estudios, ámbitos familiares y así llegan a la hora del partido y van “cargaditos” a la cancha poniendo de blanco especial a los jueces.

No es la primera vez que lo decimos… Reconocemos que algunos árbitros son malísimos, pero tampoco el nivel que exponen jugadores y entrenadores es tan brillante como para priorizar que los males de tal o cual son casi exclusivamente por culpa de los fallos de quienes se ponen el pito en la boca.

Y bueno… Como ya es un hábito, los equipistas y técnicos se ponen muy protestones y pierden claridad conceptual. En medio de esa vorágine, ganó el dueño de casa que equilibró la balanza dentro de un partido chatísimo.

No obstante Recreativo también tuvo algo de talento singular, y el mismo partió de manos de Román Princic y Ale Bahler, que en el complemento fueron vitales para mantenerse expectante el elenco anfitrión.

En los 10 finales, Olimpia ajustó la defensa y confundió al “Recrea”, pero aparte explotó a pleno Faltoni para terminar de destruir al antagonista en muy pocos minutos, tomando margen de 16 ya indescontable y que sirvió para que Salamone mueva todo el banco.