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Oficial APB: a confesión de parte… ¿relevo de pruebas?

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- “A confesión de parte, relevo de pruebas”, es un axioma jurídico que significa que quien confiesa algo libera a la contraparte de tener que probarlo. Julio Soto, en diálogo con El Diario admitió que en la polémica final del torneo Apertura, “me equivoqué, no fue falta antideportiva”. Sus dichos son tan compartibles, como DISCUTIBLES. Invitan a meditar algunas cuestiones.

 

Si bien concebimos como muy digna la actitud de Soto en sus declaraciones vertidas a nuestros colegas en http://eldiario.com.ar/diario/deportes/52714-me-equivoque-no-fue-antideportiva.htm , el manifiesto del árbitro tiene íntimo vínculo con la máxima jurídica pre-citada inherente a la circunstancia procesal de la confesión como prueba excluyente, que prevalece sobre cualquier otra, por el valor que tiene el reconocimiento del autor de un hecho.

 

Parte importante del ambiente basquetbolístico capitalino que discutió la sentencia de Soto hasta varios días después de ese caliente tercer juego, cargando un explosivo arsenal de acusaciones contra el triunvirato de árbitros, si bien NO AVALÓ semejante barbarie al cierre del último match final, puso acento en una especie de temerario “merecimiento” o “atenuante” por los graves incidentes acaecidos en el estadio “Moisés Flesler”.

 

Lo que se escuchó, se leyó y hasta de lo que hemos sido receptores, conteniendo nuestra casilla de e-mails innumerables imputaciones, implicó en un elevado porcentual de “culpabilidad” a los árbitros y a la cúpula directriz de la APB. Hoy, se observa un positivo gesto de autocrítica de Julio Soto, aunque algunas expresiones dejan margen para profunda revisión.

 

El avezado juez dice, por ejemplo, encontrarse “mal en lo anímico porque en la final golpearon a jóvenes árbitros que nada tenían que ver con lo que sucedió. Tuve la oportunidad de ver el video y realmente no se puede creer como agredieron a los chicos. Fue algo salvaje, brutal. Estoy dolido no por lo agresión hacia mi persona, que no es la primera vez que me pasa, sino por los pibes”

 

Ahora bien, Soto parece olvidar que a lo largo de ésta temporada, y la pasada también, han sido MUCHOS los malos momentos pasados por los árbitros de menor oficio en el básquet Asociativo. Sin embargo, de Escuelita a U15 MUY, PERO MUY POCAS VECES vi a jueces curtidos acompañando a los chicos, asesorándolos, instruyéndolos, CORRIGIÉNDOLOS o PROTEGIÉNDOLOS como éstos pibes SÍ soportaron tan atroz barbarie por paradójicamente PROTEGERLOS.

 

Luego, reniega con ciertos dichos “Es mentira que fue un hecho aislado, hace tiempo que veníamos observando situaciones muy complicadas. Y no solamente hablo de agresiones a los árbitros, sino que peleas entre jugadores, entre padres, entre padres y jugadores. Una cosa de locos. Si no toman cartas en el asunto esto así no puede seguir”

 

Y acá nos detenemos otra vez… ¿Había que esperar a éste episodio execrable para PARAR la pelota y REPLANTEARSE medidas? ¿Tanto esperaron los árbitros para decir “en éste clima no es conveniente seguir dirigiendo”?

Advierte sobre tomar “cartas en el asunto” pero ellos las toman solo cuando corrió sangre… Y más contradictorio aun… Pararon el básquet de la capital pero SIGUIERON DIRIGIENDO EN EL FEDERATIVO donde HAY EQUIPOS DE PARANÁ. Un GROSERO descuido…

 

Posteriormente, nos asombramos al leer: “no podemos hacer una mea culpa porque fallamos en el arbitraje. Esta es una actividad en la cual hay errores y equivocaciones. Y lo hacemos como también se equivocan los jugadores, cuando pierden una pelota o erran tiros libres. El tema es saber convivir con el error” (¿¿¿??? ¡¡¡!!!)

 

Lo que SIGUE sin entender el amigo Julio es que ELLOS COBRAN Y MUY BIEN POR CIERTO (no se discute ese DERECHO…), en cambio es EXÍGUA la cantidad de basquetbolistas que perciben algún tipo de emolumento en nuestro medio (como máximo logran alguna dádiva laboral) o unos pesitos tipo estímulo extra.

Mientras que los entrenadores deben hacer peripecias con horas cátedra o hasta funciones en distintos clubes para juntarse con una suma meramente DIGNA.

 

En medio de jugadores y técnicos, o de árbitros, LA ABNEGADA “RAZA” DIRIGENCIAL que saca recónditas fuerzas espirituales, anímicas y físicas para dedicarle al básquet tiempo de descanso, de Familia, de recreación y hasta ARRIESGANDO profesiones, laburos diversos y de manera loable poniendo en peligro PATRIMONIOS PROPIOS.

 

Y si el jugador falla, tiene la reprimenda del coach, de sus compañeros, del directivo, de los hinchas y hasta del periodismo.

Idem sucede con el coach y directivo… O hasta el periodista si se equivoca tiene la condena de las autoridades del medio y de sus lectores, oyentes o televidentes.

 

Ahora bien… ¿si cometen ERRORES los jueces?… ¿Quién LOS JUZGA?… ¿Quién LOS SANCIONA?… Por ésta SIMPLE RAZÓN discrepamos RESPETUOSAMENTE con Julio en ésta consideración.

No se puede vivir confundido, enredado, en el ERROR. Hay que inclinarse hacia la EXCELENCIA, más aún cuando SE COBRA POR ESE SERVICIO.

 

En cuanto a la polémica infracción de la cual se hizo responsable, repasemos su enunciado “para mi me apresure, si ves el video apenas le hacen falta a Lucas Goldemberg, él se da vuelta y pide antideportiva. Y yo lo interprete así, no quiero justificarme porque me apresuré”

¿Cuántos años tiene Julio en el básquet?… Yo se los contesto… No como árbitro, pero en el básquet, MÍNIMAMENTE desde sus primeros pasos en Ciclista allá por fines de los 70… O sea… Julio… IMPOSIBLE o INADMISIBLE que siquiera se arguya lo del gesto de Lucas… Se sabe que los jugadores en un 99 % SIEMPRE VAN A BUSCAR VENTAJA de un gesto, de un ademán, de un grito… ¿O es que Goldemberg es un erudito en reglas?…

 

Vuelve posteriormente a consignar conceptos sobre los árbitros jóvenes, exponiendo “No, miedo no, pero me duele por los más jóvenes, que se llevaron una imagen desagradable”…

¿Y las imágenes desagradables que han asimilado en tantos encuentros de diferentes categorías donde estuvieron más solos que Hitler en el Día del Amigo?… Pero en esas circunstancias NO SE PARÓ AL BÁSQUET.

 

Ya en el tramo final aduce: “Nosotros no queremos que esto quede impune. Que haya sanciones ejemplificadoras. El vaso se rebalsó y esto no da para más, quiero creer que las sanciones van a ser fuertes” … ¿Qué significa una sanción fuerte para Julio o los jueces?… ¿Y si la misma no es satisfactoria?…

 

Soto NO PUEDE NEGAR que SOBRAN antecedentes de dirigentes o hinchas suspendidos que siguen yendo a la cancha. ¿Y por qué van?… RESPUESTA SIMPLE: pues hay clubes que permiten ello y los mismos árbitros dan su ANUENCIA “porque se van a portar bien…” . Ya ahí se empieza a TRANSGREDIR los fallos del Tribunal.

 

Por todo lo que se lee, Y LAMENTABLEMENTE NO SE ANALIZA (como ya es habitual en el prestigioso matutino local) en la nota, bien vale pena enfatizar que errar es humano, pero más lo es culpar de ello a otros.

 

Y es hora que los árbitros de Paraná, dejen de ENCONTRAR el ERROR o la CULPA en jugadores, dirigentes, hinchas, periodistas. Es hora que encuentren el remedio a los males que incumben a su rol pues equivocarse es humano, pero perseverar voluntariamente en el error es diabólico.

Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza, ignorancia o SOBERBIA.