Obras inquietantes e impunidad
|Es increíble cómo ha crecido en Paraná la actividad de la construcción en cuanto a levantamiento de edificios, especialmente en el macrocentro de la capital. Las perturbaciones a futuro parecen no crear inquietud en cuanto a cómo repercutirá la calidad de los servicios básicos, pero los trastornos presentes de toda índole parecen incontrolables, hasta por las direcciones de obra que suelen revelar una insensibilidad oscilante con la impunidad.
Más allá de la cordial actitud, siempre dispuesta de uno de los encargados, llamado Aníbal, como la preocupación inicial manifiesta por uno de los ingenieros (Miguel Suárez) y hasta la responsable intervención preliminar de uno de los contadores del Fideicomiso conformado para la obra de calle Feliciano entre Monte Caseros y San Martín, está visto que es una Misión Imposible intentar hallar SEGURIDAD y no sufrir los vecinos toda clase de vejámenes contra su integridad como la de sus respectivas propiedades, una de ellas hasta con probable litigio por presunta usurpación de espacio.
Desde lo más sencillo como la generación y acumulación periódica de suciedad en toda la zona, provocando gastos extras de limpieza del hogar a los vecinos y hasta inconvenientes en desagües; se anexan:
-gritos escandalosos de personal allí actuante,
-palabras soeces,
-“piropos” insultantes a mujeres,
-música a volúmenes inauditos,
-ruidos turbadores y estridentes a horas inoportunas mediante máquinas de todo porte,
-imperturbabilidad en dejar motos, camionetas, volquetes, materiales en veredas, estacionamientos en garajes de propiedades colindantes,
-llegadas y partidas resonantes en motos;
se suman con el correr de los días:
-vibraciones y fisuras preocupantes en el hogar propio ante movimientos desarrollados en la obra, y más delicado aun:
-caídas de casco,
-maderos, clavos, a terrazas y patios,
-o despojo de material sobrantes en bolsas que caen desde pisos superiores provocando verdaderas explosiones y más vibraciones amenazadoras.
Hoy, cerca de las 8 de la mañana, cayó a uno de los patios de nuestro domicilio el metal que se exhibe en la nota gráfica que ilustra este informe.
A los pocos minutos llamamos una vez más (y van… ) al capataz a su celular en pos de anoticiarlo sobre este grave episodio teniendo en cuenta desde la altura que cayó y las características del mismo, pudiendo haberse provocado lisa y llanamente una tragedia a los ocupantes de esta casa.
La respuesta fue: “ya no sabemos que hacer Pancho. Una cosa somos el personal de la obra y otra los instaladores. Voy a volver a comunicar a la Dirección de Obra (Raúl Ibarra-Mabel Londero) para ver qué medida pueden tomar pero lo comprendo”.
Hasta allí se llega… Buenas intenciones, buenos propósitos, pero… Si cada uno de los proyectiles que cayeron hubiesen tenido personas como blanco, hace rato que hablaríamos de múltiple CRIMEN por la lisa y llana razón de NO BASTAR LAS CONTENCIONES dispuestas y por el accionar IMPRUDENTE, IRRESPONSABLE de personal que no tiene el menor escrúpulo en causar toda clase de daño a Terceros.
No hablamos aquí del estilo de construcción, de la idoneidad o no de sus ingenieros y responsables o de cómo se ejecutó en cuanto a su calidad. Claro… contamos con CIENTOS Y CIENTOS de fotos que hemos guardado CRITERIOSA Y CELOSAMENTE para ponerlas a disposición de quién haya comprado o vaya a comprar uno de esos departamentos, desee verificar lo que nosotros no podemos CALIFICAR por carecer de ERUDICIÓN más allá de ciertas SENSACIONES, PERCEPCIONES que podrían originar una tendencia SUBJETIVA con el solo apreciar los CLAROS testimonios.
Seguro que QUIENES SABEN EN LA MATERIA pueden DAR FE observando cómo se construyó desde el PRIMER DÍA.
Una a favor de la Comuna. Desde el área Fiscalizaciones se pusieron a disposición hace pocos días, tal vez no del modo adecuado y quizás en cierta forma extemporáneamente, para evaluar grado de daños que se han provocado en materia de estructura por lo cual ya apelaremos a dicha órbita municipal para procurar un resarcimiento consecuente.
Hubiese estado bueno, y ESTÁ BUENO TODAVÍA, poner mayor celo en la PREVENCIÓN. Es un tema que hemos ATACADO ya en varios editoriales precisamente refiriéndonos a esto.
Ahora bien… Si siguen cayendo proyectiles esto va a terminar MAL, MUY MAL. Por ende, los profesionales precitados van a tener que REDOBLAR los esfuerzos para evitar convertirse en CO-AUTORES de una eventual TRAGEDIA.
Esperamos NOVEDADES. No es necesario venir a hablar y pedir disculpas. NO BASTAN. Es imperioso adoptar RESOLUCIONES y poner en orden “la tropa”. Ese es el PRIMER PASO.