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“No soy amiga, ni socia comercial de Báez”, le dijo Cristina al juez

Cristina Kirchner estuvo frente al juez Julián Ercolini y declaró en la causa por los fondos destinados a obras públicas a Lázaro Báez. Durante más de una hora, la expresidenta hizo una presentación oral, no respondió las preguntas del magistrado y pidió la nulidad de la causa. “No soy amiga, ni socia comercial de Báez”, le dijo al magistrado.

 

Según pudo saber TN.com.ar, la expresidenta insistió en que se realice un peritaje en toda la obra pública nacional y no sólo sobre las otorgadas a Báez, quien está preso en el marco de otra causa que también incluye a la familia Kirchner.

 

Además denunció supuestas irregularidades en la licitación y financiación del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, adjudicado a una unión de empresas que integra IECSA, de Angelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri.

 

La exPresidenta llegó a las 10.15 a los tribunales federales del barrio porteño de Retiro y de inmediato subió al cuarto piso, sede del juzgado de Ercolini, donde ya la esperaban los fiscales del caso, Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques.

 

Al arribar e ingresar por una puerta lateral que linda con la sede del Correo Argentino, la exPresidenta fue recibida por su abogado Carlos Beraldi y por el exmiembro de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni.

 

Según fuentes judiciales presentes en la audiencia, Cristina hizo una defensa política en la que aludió a la reasignación de fondos, al mecanismo de asignación de obra pública a cargo del CongresoNacional y aludió a la figura de asociación ilícita que, dijo, pretende imputársele con una manera “que tenía la dictadura para perseguir líderes políticos”.

 

La audiencia fue en una secretaría del juzgado, Cristina se sentó de frente al juez y a su secretaria, escritorio por medio, y junto a su defensor Beraldi y los fiscales y sus secretarios se ubicaron a un costado del despacho. Al llegar hubo presentaciones formales y la exPresidenta saludó a los fiscales cuando éstos le extendieron la mano, sin mirarlos ni dirigirles la palabra.

 

Cristina habló alrededor de media hora, tomó agua que había llevado con ella y luego se dedicó a leer y corregir ella misma el acta que fue firmada.

 

La audiencia se extendió durante dos horas, pero por lo extenso de la acusación en su contra que se le leyó antes del inicio de su exposición, donde se le detallaron todas las obras públicas otorgadas a Báez y sus empresas en Santa Cruz y que están cuestionadas.

 

El abogado de la ex mandataria, Carlos Beraldi, arribó poco antes de las 9 al cuarto piso de los Tribunales, sede del despacho de Ercolini, y anunció un cambio de estrategia, por el que la expresidenta no presentaría un escrito como se esperaba sino que expondrá oralmente.

 

La llegada de la exmandataria estuvo acompañada por la presencia de militantes y simpatizantes ubicados sobre la avenida Antártida Argentina, entre los que se pudieron ver banderas de La Cámpora, Tupac Amaru, Nuevo Encuentro, Miles, Peronismo Militante y Martín Fierro, entre otras agrupaciones. También algunos gremios, entre ellos los judiciales porteños del Sitraju, ATE y el sindicato de obreros curtidores.

 

Entre los dirigentes que esperaron la llegada de la exmandataria estaban los diputados nacionales del Frente para la Victoria Héctor Recalde y Axel Kicillof; al ex secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli; al titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky; y al intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini. También se encontraban el dirigente de MILES, Luis D’Elía, y el ex titular de la AFSCA, Martín Sabbatella.