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Nacional B: Patronato castigado duramente

ESPECIAL (por Carlos E. Pajés).- Ni el más optimista hincha de San Martín pudo haber pensado tras el 0-0 del entretiempo, que San Martín al término del partido iba a cerrar el año con un 4-0 inapelable. Ni el más pesimista hincha de Patronato imaginaría que en el segundo tiempo su equipo se caería a pedazos. El efecto “Zielinski” fue devastador.

Lejos estuvo el Verdinegro de ser el equipo en el arranque del encuentro que soñó Franco. Los futbolistas, sin excepción alguna, parecían dormidos. Sin reacción, con escasa concentración y como pensando más en las vacaciones que en este último choque del año. Messera no fue capaz de comandar el ataque y se destacaba por entonces los quites y la entrega de Alderete o Scatolaro. De hecho, en ese parcial sólo hubo una llegada clara de gol para el local: a los 24′ Más envió un centro peligroso y fuerte, que Caprari cabeceó apenas alto.

Patronato, en tanto, demostró en su apatía en ataque los motivos por los que se encuentra en zona de descenso directo. Pocrnjic fue un espectador de lujo y así transcurrieron, acaso, los más anodinos 45′ de la temporada para San Martín.

Todo lo contrario resultó la parte final. Al minuto nomás se destrabó el juego para siempre. Pase de magia de Messera y Poggi se quitó toda la bronca con un zurdazo bajo para el 1-0. Para abrir el marcador y resolver la mayor parte de la ecuación.

Al toque, otro pase punzante de Messera dejó nuevamente a Poggi de cara con Bértoli, pero esta vez el uno le ahogó el grito. Emma Más casi se destapa con una apilada genial, pero su remate lo sacó el uno visitante al córner. Cuando parecía que el encuentro comenzaba a complicarse por los nervios de no definirlo y la gente pedía a Penco,

Franco se la jugó y mandó a la cancha a Zamponi en lugar de Messera. Ese cambio, más que particular, le salió bien al DT. La pelota detenida fue el arma por el que sentenció la historia. A los 27′ y 36′ un centro de Cólzera encontró la cabeza de Caprari para el segundo y el tercero. Adiós al partido. Sólo quedó el golazo de Cólzera para el cuarto y la alegría de la gente en el final.

Los clásicos “olé, olé, olé” ante los pases de San Martín y la ilusión por ver que otra vez, tal cual pasó en la temporada anterior, el equipo se va al descanso en puestos de ascenso directo. Sabiendo y buscando aprender la lección de hace un año cuando de un ascenso casi seguro se pasó a una tremenda desilusión.

Precisamente decepción es la que se llevó en su equipaje Patronato tras una híbrida actuación, luciendo sus hombres como desamparados ante la decisión de su técnico en abandonar el barco bruscamente para convertirse en técnico de un rival como Belgrano.

Es un mal momento para el “Rojinegro” entrerriano y ya en Paraná se rotula a Zielinski como “persona no grata”…Habrá que ver lo que dice el tiempo.

El uno x uno

Sebas Bértoli salvó a Patronato de un papelón ridículo en tierras sanjuaninas. Soportó 4 goles pero de no ser por la solidez del n° 1 pudieron -como mínimo- entrar tres balones más al marco paranaense. El resto de correcto para abajo:

Sebastián Bértoli (7): cero responsabilidad en los goles. Ahogó como mínimo tres situaciones propicias de anotar para los sanjuaninos.

Gabriel Graciani (5): no se proyectó como en otras tardes/noches. Buen primer tiempo en su rol defensivo. En el complemento fue desbordado con asiduidad y se lo notó inseguro.

Walter Andrade (4): fuera de timming. En la mayoría de los cierres o cruces lució a destiempo. Un partido para el olvido del “Negro”.

Víctor Soto (4): como incómodo en su posición de central luego de varias presentaciones en los andariveles. Sufrió e hizo sufrir.

Mauricio Mansilla (5): defensivamente dejó una buena imagen pese a algunos inconvenientes fugaces. Cero proyección.

Marcelo Guzmán (5): un tiempo correcto y otro plagado de imprecisiones.

Emanuel Urresti (6): gran despliegue. Intentó generar fútbol, no halló buenos socios.

Mariano Echagüe (6): en el primer capítulo evidenció su criterio y talento como el esfuerzo solidario permanente que lo caracteriza. En el complemento se perdió.

Fabián Espínola (4): su arranque fue prometedor pero progresivamente perdió consistencia y se diluyó con pena y sin gloria.

Gabriel Roth (5): categoría intacta con el balón en los pies, pero tampoco consiguió formar una sociedad y paulatinamente perdió claridad.

Leopoldo Gutiérrez (4): perdido sin Jara de compinche. Al no ser alimentado fue fácilmente controlable.

Juan Sánchez Sotelo (5): gran entrega, poca claridad.