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Nacional B: le cayeron mal los ñoquis…

La historia dirá que Patronato, en la 4ª fecha del Nacional B, un domingo 29 de agosto de 2010, perdió el invicto. Fue en El Jardín de la República, donde Atlético Tucumán triunfó por 2 a 0 con goles de Cristian Chávez y Carlos Fondacaro. Julio Moreyra fue expulsado en el segundo período. El sábado, desde las 19, el “Santo” recibe en el estadio “Presbítero Grella” a Rosario Central. Va por tele.

Contra todas las presunciones o las hipótesis tejidas en la semana Ricardo Zielinsky propuso que su equipo le juegue de igual a igual al “Decano” tucumano, y en ese riesgo asumido se reafirmaron las dificultades para definir y desinteligencias sea para contener como en lo que se refiere a concentración defensiva.

Patronato buscó algo más que el empate pero lució una vez más ineficaz en el porcentual entre acciones de riesgo creadas y la ausencia de conversiones. Sin embargo, el consuelo fue la paulatina consolidación inherente a la propuesta futbolística y resultó saludable la tendencia a no apostar solo a rescatar un punto sino aspirar a ser protagonista.

Crónica de un revés no anunciado

Atlético Tucumán arrancó ambicioso, buscando con afán el arco de Sebastián Bértoli, y a los dos minutos de juego ya el guardavalla paranaense se lució conjurando un tiro libre de Cristian Chávez.

En un trámite a puro vértigo, se vio al local impetuoso y a la visita contestando golpe por golpe teniendo de emblemas a Cristian Devallis y Fabián Espínola por cada costado, más las proyecciones de los laterales y la alternativa tipo “comodín” de Gabriel Roth.

Así se computaron dos situaciones propicias de anotar ante el marco custodiado por Lucas Ischuk.

Lo mejor del dueño de casa llegó pisando el primer cuarto de hora. Primero lo tuvo Diego Erroz con complicidad de Bértoli pero entre Fernando Fayart y el palo se salvaron los forasteros.

Luego, imprecisión de Marcelo Guzmán en la zona central, Cristian Chávez que habilita a Fabio Ramos y éste no resuelve de modo contundente ante el cuidapalos entrerriano.

Finalmente, Gabriel Pérez Tarifa casi hace añicos el horizontal.

Sin dudas, Atlético merecía otra suerte ante un adversario que tuvo su venganza sobre los 20 cuando Emmanuel Herrera depositó el balón en el corazón del área y Gabriel Roth no logró conectar el esférico cuando miles de corazones tucumanos se detenían al unísono.

Así como por momentos sobraban las imprecisiones en un trámite de dientes ultra apretados, también los dos siguieron fabricando ocasiones para desnivelar, y a los 24 Bértoli ahogó el grito de gol Albiceleste deteniendo la pelota tras ser impulsada de cabeza por Deivis Barone desde inmejorable ubicación.

Pasada la media hora un tiro libre de Chávez, halló merodeando los tres palos visitantes a Javier Páez que no pudo pegarle con justeza al balón, saliendo acariciando uno de los parantes.

Ya accediendo a los 5 finales del primer capítulo, volvió a aparecer en escena Pérez Tarifa y nuevamente el arquero de Patronato estuvo atento y buen parado para solventar la maniobra con éxito.

Un par de minutos luego, combinaron Herrera, Espínola y Echagüe logrando contener Ischuk la “Operación Gol” de los “Santos”.

Quedaba una más, y fue para Atlético, otra vez mediante Chávez que permitió exhibir de nuevo la jerarquía de un Bértoli inexpugnable hasta el cierre del capítulo.

Recreo largo y sale un Patronato más osado

Del descanso llegó un Patronato distinto. En menos de 5 minutos Echagüe primero y Herrera después tuvieron sendas oportunidades de enmudecer el “José Fierro” pero todo continuó Bajo Cero.

Consecutivamente, Bértoli metió por segunda vez la pata y se vio obligado a detener con la mano fuera del área. Tiro libre ejecutado por Chávez y casi se da la apertura.

Patronato preocupaba a Hrabina y paradójicamente en el momento más edificante de los paranaenses, el anfitrión halló el oxígeno. Pase impecable de Ramos a Chávez, corrida electrizante del atacante quien -ante la salida desesperada de Bertoli para achicarle el ángulo- sometió al cuidapalos con tiro de emboquillada. Primera explosión en el Monumental, descarga esperada por el Pueblo Azucarero.

Sobre llovido, mojado. A los 21, más malas noticias para Zielinsky. Moreyra salió lejos y le cometió una falta en mitad de cancha a Sebastián Bataglia y el árbitro no dudo en mostrarle la tarjeta roja.

Y como si esto fuera poco la estocada final la puso Carlos Fondacaro. Todo se inició con un pase largo de Javier Páez para Chávez, éste combinó con Battaglia quien envió el centro, Gabriel Pérez Tarifa, amagó buscarla pero dejó pasar la redonda para que Fondacaro decrete la segunda conquista “Decana”.

Herido en su amor propio, Patronato salió en busca de lo ya a esa altura imposible y así solo queda en el anecdotario que Espínola y Jonathan Baumann tuvieron esa posibilidad tan anhelada, pero la falta de precisión como la intervención de Ischuk evitó cambiar el resultado.

Atlético se sacó la mochila de encima y volvió a sumar de a tres. Patronato no sumó por primera vez. En el seno de la delegación del CAP hubo una coincidencia abrumadora: “merecíamos el empate”. Hay que separar la paja del trigo: es real que los paranaenses hicieron algo más que defenderse, pero el Ping-pong no admite discusiones: la zozobra mayor la vivió la valla Rojinegra, claro que, insistimos, la intención del equipo de la capital entrerriana fue loable no colgándose del travesaño como tantos hacen.

El 1×1

Sebastián Bértoli (6): los goles no le bajan el promedio sino los dos errores que casi conllevan a goles “Decanos”. Una vez más fue importantísimo ahogando gritos de euforia del rival.

Gabriel Graciani (5): ni mal, ni bien. Regular. Ofensivamente otorgó escasas opciones, digamos que casi nulas. En defensa con la enorme actitud de siempre, pero con algunos problemas cuando el rival tira “bochas” largas.

Julio Moreyra (4): arrancó con ese fervor que lo caracteriza y no falló a nuestras primeras apreciaciones sobre éste excelente zaguero que por su garra y temperamento a sumado muchas rojas en su carrera.

Fernando Fayart (5): al igual que el Gaby alternó buenas con defectuosas.

Mauricio Mansilla (5): colaboró con generar alternativas ofensivas pero dio cierta inseguridad a la hora de defender.

Cristian Devallis (6): gran despliegue para ser solidario en la contención o quite y uno de los más claros con la pelota en los pies.

Marcelo Guzmán (5): hasta que fue amonestado era clave. Luego su performance se fue diluyendo y terminó algo confundido.

Mariano Echagüe (7): el más pícaro para manejar tiempos. Una conducta elogiable para ir y venir, pero adosándole sagacidad. Si anotaba se ganaba como mínimo un 9.

Fabián Espinóla (5): batallador, rueda de auxilio, pero poco claro o irregular con la posesión del esférico.

Gabriel Roth (6): en la mayoría de las instancias de ataque tuvo cierta dosis de participación y/o inspiración.

Emanuel Herrera (5): tiene buenos propósitos pero para un delantero eso no basta. Se gana un punto más por sus intenciones.

Jonathan Bauman, Juan Ignacio Sánchez Sotelo y Víctor Soto no jugaron lo suficiente para ser evaluados.

Fotos: Gentileza La Gaceta de Tucumán.-