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Myriam Bregman: “El ídolo de Javier Milei es Domingo Cavallo, y todos los argentinos sabemos cómo nos fue con él”

Myriam Bregman, diputada nacional y precandidata a presidenta de la Nación por el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) en representación del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) brindó una entrevista en la cual -entre diversas temáticas abordadas- se refirió a la crisis económica que atraviesa el país, las promesas electorales no cumplidas por el Frente de Todos en la campaña anterior, lo que dejó el gobierno de Mauricio Macri y el antagonismo marcado entre su partido y el ala libertaria de Javier Milei, que también competirá por llegar a Casa Rosada.

Respecto a cómo se prepara la Izquierda para afrontar este año electoral tan bisagra, considerando también la crisis económica y cómo el electorado no está tan volcado, quizás, a un candidato en especial, reflexionó: “Creo que estamos en un momento muy particular. Lo más persistente en la Argentina y lo más profundo es la crisis económica. Eso lo ves. Estamos con mi compañero de fórmula, Nicolás del Caño, recorriendo el país y donde vas la gente te dice no llego a fin de mes. Hay un descontento muy grande con el gobierno del Frente de Todos en muchos de los que lo votaron que creían que venía a terminar con el ajuste macrista y lo que había sido el gobierno de Mauricio Macri. Ven que fueron engañados y que no se cumplió ninguna de las promesas electorales. Eso tiñe un poco toda la situación de la política en el país y marca mucho estas elecciones: muy fresco todavía el recuerdo con lo que fue el gobierno de Mauricio Macri y viviendo el fracaso del gobierno al frente de todos. En ese marco, creo que las clases dominantes se han preparado bastante bien. Tienen claro que tienen que tratar de que la salida no sea cuestionando sus privilegios, no sea cuestionando todo lo que han conquistado bajo los gobiernos de Macri y del FdT, sino más bien que todo esto se canalice hacia políticos más conservadores y hacia políticas más de derecha. Por eso el desafío que tenemos desde la Izquierda es muy grande. Es muy grande porque no es poco lo que enfrentamos. Son candidatos construidos económica y mediáticamente y, nosotros, haciendo campaña a pulmón desde abajo. ¿Qué tenemos de punto de apoyo? Primero hicimos una muy buena elección en el 2021, lo cual demuestra que hay amplios sectores que cuestionan fuertemente al gobierno del Frente de Todos, que nunca votarían a la derecha y que ven en la Izquierda una alternativa a ese descontento”.

Los colegas de MDZ consignaron que la Izquierda ha sido parte importante de todas las luchas que se están dando permanentemente, a lo cual Bregman acotó: “Se sabe que si te despiden los que vamos a estar somos los referentes de la Izquierda. Se sabe que si hay pelea de las mujeres, las que vamos a estar incondicionalmente vamos a ser las mujeres. Igual cuando la juventud reclama por sus derechos contra la represión o la demanda que tengan. Siempre la Izquierda va a estar con vos y es parte de todos esos procesos. Entonces, a lo que históricamente tuvimos, es decir, una fuerte inserción sindical, los centros de estudiantes y demás, se sumó los últimos años esta posibilidad de poder ser la voz de todos esos sectores. Claro, ahora el desafío es mayor porque me parece que, como decía, hay una experiencia con las dos coaliciones mayoritarias y hay un intento de que eso se canalice hacia la derecha. Así que en esa pelea es en la que estamos en este momento”.

– Y ante una crisis económica como esta, ¿por qué consideras que la salida es a través de la Izquierda? ¿Cómo le explicas a ese electorado que vos pensás que es con la Izquierda que se sale de un problema económico como el que vivimos hoy en día?
– Primero, porque somos los únicos que decimos la verdad: que no hay soluciones mágicas y que no se pueden comprar espejitos de colores. Macri asumió diciendo ‘pobreza cero, yo arreglo la inflación, el cepo’. Tiraba que tenía la posta con todo y que él era amigo del poder económico por lo que lo iban a acompañar. No fue así. El Frente de Todos dijo ‘nosotros vamos a llenar la heladera y revertir la herencia macrista y recuperar lo perdido’. No cumplió absolutamente nada. Alberto Fernández llegó a decir que entre los bancos y los jubilados iba a elegir a los jubilados. Eligió a los bancos porque están ganando como nunca y los jubilados perdiendo como nunca. Entonces, primero que nosotros decimos la verdad. Cuando nos opusimos al acuerdo con el FMI nos dijeron de todo la Izquierda. Que es irresponsable, que cómo va a decir eso, que vamos a ir al caos… Bueno, ¿estamos mejor o peor después de que se firmó el acuerdo? ¿Hay más o menos inflación? ¿Llovieron las inversiones que nos prometían por haber firmado el acuerdo con el FMI? Menciono, en general, algunas de las certezas de las cosas que nosotros dijimos con claridad. Y, segundo, ¿por qué haciendo lo mismo que se viene haciendo en estos 40 años de gobiernos democráticos, pagando la deuda, ajustando los de abajo y recortando salarios y jubilaciones, esta vez el resultado va a ser distinto? Eso no tiene ninguna explicación. Algunos te dicen que 100 horas, otros dicen en 100 días y otros dicen que en cuotas. Pero las grandes coaliciones y todos los candidatos, desde la ultra derecha hasta el Frente de Todos, te hablan de que hay que ajustar. Que hay una crisis muy grande, que hay que achicar el gasto y que hay que bajar el déficit fiscal. Todos han comprado los dogmas neoliberales y repiten lo que antes era exclusivo de Domingo Cavallo y que ahora se repite con una naturalidad total. ‘En Estados Unidos nos felicitan’. ¡Ah, qué bien! Si te felicitan en Estados Unidos agarrate los bolsillos porque algo pasa. Ellos tienen intereses totalmente antagónicos a los que puede tener el pueblo trabajador de la Argentina o la juventud que pelea por sus derechos. Entonces, creo que ahí la Izquierda tiene un rol muy importante”.

Y añadió: “Decimos la salida es por Izquierda. No es que nuevamente la crisis la paguen los trabajadores, las trabajadoras, los jubilados, las jubiladas. ¿Por qué? Si esa deuda que tomó Mauricio Macri, hasta los mismos funcionarios del Fondo dijeron que se la habían dado para la campaña política de Macri ¿Por qué? Si en la Argentina, durante el gobierno del Frente de Todos ingresaron 45 mil millones de dólares de superávit comercial. O sea, no es que no entraron dólares. Dicen que ‘en Argentina no hay dólares’. Claro que hay: 45 mil millones. No quedó un dólar en el Banco Central. Porque hay un grupo de empresas oligopólicas que se apropian de todos los dólares. ¿Pero cuál es la solución que encontró este Gobierno? Es darle el dólar soja, beneficios a la agro exportadora… Es decir, seguir beneficiando a los de arriba para que eso en algún momento, hipotéticamente, derrame y así se beneficien los sectores populares y la clase trabajadora. Nosotros decimos exactamente lo contrario: que ningún salario puede perder con la inflación, que hay que indexarlos a la par de la inflación, que es posible generar trabajo genuino, que se acepte nuestro planteo de reducción de la jornada laboral a seis horas y que se repartan las horas que quedan vacantes entre los trabajadores desocupados y entre los que tienen un trabajo precario. Aplicando esto, solo las grandes empresas del país, a las que más ganaron, se podrían generar 1 millón de puestos de trabajo. Hoy está toda la discusión en el terreno del ajuste y de cómo hacer para que los trabajadores y las trabajadoras sean los que paguen nuevamente la crisis.

Y reafirmó: “La Izquierda viene a plantear una salida totalmente distinta para reorganizar la sociedad sobre otras bases, desde abajo, democráticamente e impulsando todas las luchas que da el pueblo trabajador, que no es que no se lucha y que todo el mundo baja la cabeza. Lo que pasa es que las direcciones sindicales hacen todo lo posible para que eso se mantenga en forma totalmente aislada”.

– Mencionaste algunas cuestiones relacionadas a la performance del Frente de Todos en la actualidad. ¿Considerás que – Alberto Fernández es el peor presidente desde la vuelta de la democracia?
– No, no voy a hacer peores y mejores. No podría hacer un ranking porque me acuerdo de las relaciones carnales de (Carlos) Menem. No haría entre los políticos capitalistas ese tipo de ranking. Sí tengo claro para quién gobierna (Alberto Fernández). Sí tengo claro que asumió denunciando el acuerdo con el FMI en la Justicia. Alberto Fernández dijo que el acuerdo era fraudulento y ahora lo está pagando con el hambre del pueblo y recordándole a los jubilados. Eso sí es lo que hay que evaluar. En ese ranking creo que de las promesas incumplidas debe estar ahí arriba, seguro. Pero Alberto Fernández no gobierna solo. Cuando se vota el presupuesto que se votó, por ejemplo en diciembre, el presupuesto nacional -que es la aplicación del acuerdo con el FMI y lo dice expresamente en la página tres-, dice ‘todo lo que se discuta en este presupuesto tiene que ser acorde con lo establecido en el Fondo Monetario’ y lo votan todas las alas del Frente. Entonces, Alberto Fernández es el Frente de Todos y es el peronismo en este momento histórico dado. Yo no creo que él sea mejor o peor. Después cada cual tiene sus cualidades personales, pero es la orientación política que tomó el peronismo en esta etapa determinada, que es claramente gobernar para los intereses económicos más concentrados.

-Dentro de ese peronismo, te quiero consultar: ¿considerás que Cristina Kirchner esta proscripta para poder presentarse y, eventualmente, competir con Alberto Fernández?
– No, técnicamente no está proscripta porque puede presentarse. Hoy no hay una sentencia que diga no se puede presentar. Ahora, ¿que desde la Justicia sufre una persecución especial? Sí. Porque en la gestión del Estado capitalista, todo lo que rodea a la obra pública está manchado de corrupción. Que hubo corrupción en el gobierno de Cristina Kirchner no lo niega ni ella. Ella cuando se defiende no dice no hubo corrupción. No explica por qué tuvieron a José López 12 años en sus gobiernos con Néstor Kirchner. No niega nada de eso, dice ‘yo no soy la única’. En ese sentido, es verdad que no están el resto de los funcionarios, no están los jefes de gabinete. No están Sergio Massa ni Alberto Fernández en la causa judicial. Bueno, esos elementos no los puede negar absolutamente nadie.

– Respecto a otro de los posibles precandidatos a presidente -que hasta el momento no se ha bajado- y que es Juan Grabois, ¿cuál es tu evaluación? ¿Cómo lo calificás como posible aspirante para llegar a Casa Rosada?
– No tengo una evaluación especial porque él mismo lo dice. Es como un plan B. Dice ‘si no hay un candidato que me represente y todos son tan de derecha que no puedo decir que voy con ellos…’. Pero ahí no hay que cuestionar cuál es el candidato. Si vos tenés que estar separándote porque son todos muy de derecha, es raro que te mantengas ahí adentro. ¿Con qué principios y valores le vas a decir a la gente ‘votá a este frente, a un candidato u a otro’, pero estás apoyando un frente electoral y le terminás lavando la cara a todos? A Massa o al derechista de turno que vaya por el Frente de Todos. Es una lógica que no puedo explicar porque jamás se me ocurriría pensar de esa manera. Si yo estoy en un espacio político que considera que están hambreando al pueblo, que son la representación de Estados Unidos y la derecha en el país. Es raro que te quedes ahí adentro… No puedo asimilar ese tipo de pensamiento porque me parece que llevan a lavarle la cara al personaje, que seguro va a ser el que va a ganar.

– Se te ve habitualmente discutir en la Cámara de Diputados con el ala de Javier Milei. Por lo tanto, ¿la irrupción de Javier Milei como figura política significa una amenaza para la Izquierda en la actualidad?
– De ninguna manera. Lo más importante es que no naturalizamos. Por eso nos ves discutir tanto. Nosotros nunca naturalizamos ese tipo de políticos. Mientras todo lo tomaban como algo gracioso y lo llevaban tipo showman a los programas de televisión porque daba rating, nosotros nunca hicimos especulaciones y siempre lo enfrentamos. Mientras el Frente de Todos le daba aire porque le sacaba votos a Juntos por el Cambio y a Juntos por el Cambio le servía porque derechizaba la agenda política, en Nicolás del Caño, en mi y nuestros compañeros y compañeras nunca vas a encontrar que hayamos consentido alguna de sus terribles ideas. ¿Por qué? Porque son profundamente anti obreros, misóginos, machistas… Con eso de ‘la izquierda va a correr’ que nos decía tuvo que arrugar un poquito porque, después de que tuvimos un debate por televisión y no me pudo contestar una sola cosa e hizo agua en absolutamente todo, se dejó de decir que la izquierda va a correr. Capaz que tenía ganas de correr él, no lo sé, pero nosotros nunca naturalizamos eso. Ahora, que las clases dominantes lo prepararon conscientemente como un títere del poder económico como él, lo hicieron. Milei era un panelista de esos que están en la tele y gritan a la tarde y no tenía más trascendencia que esa. De pronto, se convierte en la alternativa política de la Argentina. ¿Creés que eso es casualidad? ¿Que cualquiera de golpe tenga horas y horas de televisión y viva adentro de la tele? Bueno, no, eso es construido para que, ante el descontento y el descrédito que tienen las dos fuerzas mayoritarias, intentar canalizarlo con una versión de ultra derecha neoliberal, como es la de Milei.

– ¿Y cómo te imaginás como oposición ante un posible gobierno o un eventual gobierno de Milei? ¿Hay algún tipo de temor respecto de lo que pueda suceder?
– Tengo una certeza: que nos va a encontrar en la calle y que sus ideas van a encontrar resistencia. Eso de que ‘yo voy y cierro el Banco Central, yo hago esto…’. Si, hacelo. ¿Dónde te creés que estás? ¿Vos te creés que todo el mundo va a agachar la cabeza? Me parecen argumentos de alguien que está acostumbrado a manejarse en las empresas y dar órdenes. No va a ser así. Mirá en Francia. (Emmanuel) Macron también era un gallito Y mirá lo que le está pasando, no le está resultando fácil. En América Latina, y en el último período, se levantaron los pueblos de Bolivia y de Perú contra los golpes. Chile cuestionó años y años una política donde se pasaban la pelota unos y otros en un consenso armado a la medida de Pinochet. Entonces, esto de pensar que van a venir éstos (Milei) y van a decir ‘yo hago esto, cierro lo otro y privatizó todo’… Bueno, ¿cómo me lo imagino? Me lo imagino luchando y acompañando estos procesos. Los que apuestan por la izquierda saben que están poniendo más que un voto. Están dando una idea de cómo hay que salir de esta crisis, que es no cargándosela nuevamente a los trabajadores y las trabajadoras y sabiendo que la vamos a pelear. Creo que damos testimonio con nuestras vidas de que no agachamos la cabeza, que la resignación no es para nosotros y que la vamos a pelear. Y estoy segura de que el pueblo trabajador de la Argentina la va a pelear.

– Una cuestión recurrente que se habla es que entre el FIT y Milei se disputan lo que es el voto joven. ¿Creés que es así?
– Considero que esa construcción que hicieron de Javier Milei está muy orientada a la juventud porque la juventud es la que menos conoce la experiencia neoliberal profunda del ídolo de Milei, que es Domingo Cavallo. Si yo le digo a cualquiera de mi edad ‘Cavallo’, se acuerda de lo que fue esa época terrible. Todos te van a decir ‘no sabés lo que fue. Echaron a todo el mundo’. La gente ponía un kiosco y al tiempo se fundía. Ponía un remis y se fundía. Te comías la indemnización que habías cobrado y terminabas en la ruina. Se acuerdan de los levantamientos en el interior producto de la desocupación y del hambre. Son todas las cosas terribles que fueron las ideas de atar la economía al dólar de Menem y Cavallo y demás. Y Milei dice que estos son sus ídolos. Entonces, creo que está muy construido para la juventud que las ideas son muy viejas -atrasan 150 años mínimo y conservadorasy anacrónicas-, pero que además, le dan ese tinte de rebeldía y lo despeinan un poco. Es una imagen construida. La izquierda hizo en 2021, que fue cuando emergió Milei con una muy buena elección en la Ciudad de Buenos Aires, su mejor elección desde que existe hace diez años. Entonces, evidentemente, no todos los jóvenes se vuelcan con Milei. No todo el mundo le cree su discurso, sino que hay un sector que entiende que esa no es la salida.

Simultánemente, Bregman preguntó: “¿Cuántos sindicatos dirige Milei? ¿Cuántos centros de estudiantes dirige Milei? ¿En cuántas facultades está Milei? Vas a ver que las contás con los deditos de una mano. Entonces, fundamentalmente es una construcción mediática orientada a canalizar esa bronca con el voto. Después, por abajo, no vas a ver agrupaciones o sindicatos. No vas a ver nada muy cualitativo u organizado alrededor de eso, pero sí que lo están usando como una manera de canalizar el descontento electoral. Y bueno, hay que discutirlo, enfrentarlo y, como decía antes, de ninguna manera hay que naturalizar esas políticas reaccionarias”.

– ¿Cómo es el armado nacional que están llevando adelante en el FIT en todas las provincias de la Argentina? Esa articulación de trabajo tanto para tu candidatura como para poder potenciar también aquellas provinciales.
– Desde abajo, como hacemos siempre. Está esta discusión de que todo el mundo se quiere separar del Gobierno nacional y cada cual adelanta su propia elección en un calendario electoral que para los que hacemos campaña a pulmón y sin el apoyo de los grandes intereses económico, se hace difícil. Pero lo que tenemos a favor es que tenemos militancia, y compañeros y compañeras que nos apoyan. Algunos que militan con nosotros y otros que por ahí no coinciden con todas nuestras ideas, pero que ven que votar al Frente de Izquierda es más que tirar un voto en la urna y salir corriendo un domingo. Es apostar a que se defienda la educación pública, se defienda la salud. Cuando votás a la izquierda, después no es que vos ganás diciéndote tercera fuerza o no sé qué, el día siguiente te diste vuelta, terminaste con los políticos tradicionales y te conseguiste un sillón calentito para pasarla bien. Eso de nosotros jamás lo van a poder decir. Nosotros tenemos valores, tenemos principios y apoyar a la izquierda es más que tirar un voto. Es también dar una idea de por qué sociedad peleás. Creo que en esa orientación más general cumplimos un rol muy importante y tenemos el desafío en estas elecciones de aprovechar todo este proceso electoral para apostar fuertemente a la organización de los trabajadores y las trabajadoras. Sabemos que las peleas centrales -y las mujeres lo sabemos muy bien- se dan en la calle. Nosotras, si hubiésemos confiado en el voto o en cuántos diputados y diputadas apoyaban nuestras ideas, hoy creo que ni siquiera votaríamos. Siempre supimos que la pelea se daba en las calles y eso es lo que hemos demostrado las mujeres en el último tiempo.

Fuente: Gentileza MDZOL.-

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