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Mundial de Rugby: Los Pumas llegaron a París y hay bronca con la organización

Los Pumas llegaron a París. En términos concretos -el plantel ya está en el hotel- y en el simbólico también, porque en la Ciudad de las Luz hay lugar para cuatro selecciones, las mejores entre las 20 que comenzaron el Mundial de Francia 2023.

Nueva Zelanda llegó un día antes. La delegación argentina dejó Marsella el lunes y, tras haber jugado el viernes, tendrá su primer entrenamiento este martes. El dato no se desprende de la observación: no bien le ganó a Gales, el entrenador de Los Pumas, Michael Cheika, lo hizo notar en la conferencia de prensa.

Atento, esperó el momento justo para soltar su crítica, cuando fue consultado por su experiencia previa en semifinales. “No sé por qué World Rugby 2023 nos dice que no podemos partir hasta el lunes… Nosotros jugamos el viernes (en París), no hacemos nada el domingo y no podemos entrenar el lunes. No sé porque esta irregularidad, porque el otro equipo ya está en Paris esperando”, reclamó.

La realidad es que ese escenario tiene una explicación: Los Pumas irán al mismo hotel en el que se hospedaba Francia, delegación que abandonó el cinco estrellas recién en la mañana del lunes. De hecho, ya estaba pautado así de antemano: desde el momento en que Cheika llegó a Marsella, sabía cómo serían las cosas. El australiano, que adoptó el mate y su gusto por las caminatas en Palermo, también conoció el tango y eso de que el que no llora, no mama.

“No lo hablamos antes porque no estabamos clasificados y necesitamos mantener la humildad. Me parece extraño que sea así. Pero no quiero usar esto como excusa, pero no sé porque lo hace la organización. No nos queda otra que reaccionar a este calendario”, amplió la queja.

Tan raro le pareció al australiano, que ató cabos. En su llegada a Marsella perdió un día de trabajo porque el campo de entrenamiento no estaba en condiciones. Tras quejarse formalmente ante la World Rugby consiguió que al otro día la cancha estuviese en condiciones, pero también una visita de madrugada para tomar cinco muestras de sangre y orina en un control antidóping sorpresivo.

Acaso por eso, terminaron de convencer a Cheika de que no era una buena idea continuar con un enfrentamiento con los organizadores, “los dueños del circo” como graficó Pablo Lemoine, el entrenador de Chile, que tuvo que ser desmentido por el presidente de la Federación Chilena de Rugby, Cristian Rudlof, que al día siguiente expresó en un amplio artículo para la World Rugby.

En la Unión Argentina de Rugby (UAR), no quieren salir a dar explicaciones por el enojo de Cheika, que además es infundado porque ya estaba establecido de ese modo: de haber ganado, a Gales le hubiese sucedido lo mismo. El australiano pudo aprender otra expresión, la de “meter violín en bolsa”, analizaron los colegas de Clarín.

Consultado, incluso Matías Moroni le bajó el tenor a la cuestión geográfica. “Nosotros tenemos que estar en un hotel. A mi en lo personal no me cambia el lugar. El domingo no entrenamos y el lunes tampoco, así que desde mi punto de vista es lo mismo”, había indicado Tute.

El australiano, entonces, dirigirá el martes su primer entrenamiento en París, en las afueras de la ciudad. Lo hará en doble turno pero empleó la jornada del lunes para hablar individualmente con los jugadores. Mantuvo charlas específicas con algunos y varias grupales. La preparación para la semifinal comenzó la visualización de varios videos de los All Blacks y nociones que el entrenador pretende ajustar tanto en los entrenamientos, como en el partido del viernes.

¿Cambió o no cambió la preparación por el polémico día “extra” en Marsella? El que ofreció una mirada componedora fue Andrés Bordoy, el entrenador de forwards. Ya instalado en París y en la modalidad de Zoom el Dogo -junto a Marcos Kremer- hablaron por primera vez sin el banner oficial que exige la organización. Una camiseta de Los Pumas de fondo le daba identidad a la conferencia.

“Lo que tiene esta instancia final es que adaptarse a como se presenta la semana. No queremos buscar excusas para el rendimiento del equipo ni lo que nos puede llegar a perjudicar. Cambiamos detalles de horarios, estamos en el día a día viendo que es lo mejor. El martes arrancamos con una planificación completa hasta al día del partido. Ya está, ya pasó. No son excusas, lo que queremos hacer es adaptarnos de la mejor forma, nada más”, le puso punto final a la polémica que inició Cheika.

Lo que resta es el equipo que saldrá a la cancha con los All Blacks. Lo anunciará el miércoles y el jueves aprovechará el captain run para dar las últimas puntadas en el Stade de France. Si Los Pumas llegaron hasta acá jugando finales, el viernes tendrán la más difícil. Mientras, Cheika desvió la atención. Se llevó la marca, como se dice en fútbol.

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