Maran Suites & Towers

Mundial de Rugby: Con Carreras y Kremer de héroes, Los Pumas destrabaron un durísimo choque con Japón y están en Cuartos

Los Pumas vencieron 39-27 a Japón en el Stade de la Beaujoire de Nantes por la última jornada del grupo D del Mundial de Rugby y se clasificaron a los cuartos de final, en donde se enfrentarán a la dura selección de Gales. La figura del partido fue Mateo Carreras, quien anotó tres tries. Enorme desempeño del entrerriano Marcos Kremer.

Tras esta victoria, los dirigidos por Michael Cheika finalizaron segundos por detrás de Inglaterra, su único verdugo en esta zona, con 14 puntos, 4 menos que los europeos, que ganaron sus cuatro partidos. Con 9, quedaron en el tercer puesto los nipones, quienes se aseguraron su participación en la próxima cita mundialista a disputarse en Australia en 2027.

Los Pumas se medirán con una sorpresiva selección en la siguiente fase. Gales, con cuatro victorias, relegó al segundo lugar a Australia, la máxima potencia del grupo C, y a Fiyi que, si hace efectivo el esperable triunfo ante Portugal, eliminará a los Wallabies de la competencia.

El partido

Partido viene de parto, ¿no? Y parto rima con cuarto. ¡Cuartos de final! Los Pumas le ganaron a Japón un partido durísimo, luchado, que recién se aseguró a seis minutos del final con un penal, que se sufrió, pero se ganó, como se necesitaba. Fue 39-27 a Japón en el cierre de la zona D para quedar segundos y ganar el pasaje. El sábado 14, se viene Gales.

Al minuto y nueve segundos, los hinchas argentinos tuvieron una señal, que no iba a ser la luz verde que esperaban. Después de un line-maul (jugada registrada), Chocobares encontró espacio y potencia para filtrase dentro de un ramillete de jugadores y apoyar en el ingoal, Con el penal de Boffelli, la Selección se ponía 7-0.

Fue un golpe que Japón logró asimilar bien, como si no hubiera ocurrido nada. Entonces empezó a construir su partido. Forwards parejitos, con un buen scrum y, cada vez que podían, sacaban la pelota afuera para atacar. Claro, son Japón y no Irlanda, y por eso no tienen la precisión del Trébol (aunque también la fueron edificando); sumado a que Argentina comenzó a defender bien, el trámite parecía relativamente controlado. Incluso cuando a Naklamura se le ocurrió ponerse de espalda y meter un sombrerito que casi termina en try.

A Japón había que tenerlo cortito, no darle espacios; y si le das la pelota, andá a presionarlo ya. Y Los Pumas se lo dieron cuando, primero Cinti, pateó mal a despejar y luego Mallía quiso meter un kick esquinado y le salió uno al medio de la línea nipona, que aprovechó el regalo y metió una contra letal.

¿Los Pumas? Preguntarán. Previsibles con ese “sistema” de ir a chocar y pasar… y perder la pelota. Ese renacer del juego quedará para otro día, porque fue más de lo mismo al comienzo. Galló la perdió en el contacto (ya le venían cobrando penales en el scrum); Cinti en el aire…

A los 24′, después de intentar e intentar, Matera, que había quedado en el piso por un golpe en la pierna derecha, debió irse; probablemente para todo el Mundial. En esa jugada, por un golpe a Gallo, amonestaron al sudafricano Labuschagne. De scrum japonés, a penal argentino, que Boffelli falló.

Cuatro minutos más tarde, en pleno ataque japonés, Kremer se tiró como un kamikaze a tapar una pelota y lo hizo, provocando la contra que inició Mallía, continuó bien Bertranou y decoró Mateo Carreras. Con una ataque previsible y prácticamente estático, el negocio era la pelota recuperada.

Después de un line que robó Petti (un crack), llegó la infracción que ahora sí Boffelli transformó en tres más y un poco de aire. Pero no. Otra pelota le quedó a Japón para atacar y esta vez la defensa no pudo frenar a Nakamura, que le armó el espacio para que Saito apoyara. El infalible Matsuda añadió el gol y otra vez a sufrir. Al descanso, Argentina se fue 15-14.

Pese a que el ST comenzó con una pelota perdida de Lavanini, Montoya subsanó el error con una pesca en defensa. lo cual derivó en penal. El line se tradujo en un maul de 15 metros y, en su mejor jugada continuada del Mundial, la bola le llegó a Mateo Carreras, que volvió a apoyar. Lavanini, por aquella pérdida, se fue e ingresó Rubiolo.

No había que equivocarse ni regalar la pelota. Cinti lo hizo. Sacó directo un zurdazo y fue line para Japón desde donde el centro pateo, o sea en defensa. Todo derivó en un penal para que Matsuda acercara a 22-17. Demostrando sus variantes, Lemeki sumó un drop (tras una pérdida de Santiago Carreras): 22-20 a falta de 25′, una vida. Los Pumas no sabían como cerrarlo.

El partido estaba para que el que cruzara la mitad de cancha se volviera con puntos, ya las defensas se veían un poco agotadas. Así sucedió con Los Pumas y un arma para sacar de la manga cuando se la necesita, el scrum. El fijo fue hacia adelante y los backs cruzaron sus planetas y pases para que sobrara Boffelli por la derecha. El rosarino, además, metió un gol esquinado (pegó en el palo antes) para el 29-20, una diferencia importante en este partido tan complicado. La gente lo entendió y cantó el “Muchachos”.

Sánchez y Bazán Vélez ya estaban en cancha por Santi Carreras y Bertranou para darle un poco más de aire a la conducción. Había que ser prolijo. Pero otra vez… Mateo Carreras la perdió en el contacto, y si bien se recuperó la bola, el que la perdió luego infantilmente fue Rubiolo. Si Japón no se acercaba, Los Pumas le daban una mano. De un penal Japón fue al line y despegaron sus aviones: try de Naikabula y gol de Matsuda.

Ataque por ataque, otra vez el petiso Mateo Carreras le metió patas y pudo escabullirse para un nuevo try, ahora convertido por Sánchez: 36-27 a falta de diez. ¿Ya está? No, porque oootra vez (y perdón por ser repetitivo) no se hizo lo que había que hacer: Alemanno. como Rubiolo antes, la perdió en el contacto y se le dio una nueva chance a Japón, que lucía cansado en sus clásicos últimos 15 minutos con la reserva en el tanque. Prueba de esto, ya no la sacaron tan fácil, y con un topetazo del Toro Sclavi se recuperó la bola por un knock on nipón.

Al toque, Sánchez tuvo un penal desde mitad de cancha: no dudó, la pidió y la metió. Un alivio por el 39-27 a falta de 6′. Japón tenía que meter dos tries convertidos para clasificarse (el empate no le servía). La tuvo, pero la defensa provocó un scrum y ya los jugadores empezaron a abrazarse. ¡A Marsella! ¡Vamos Los Pumas!!!

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *