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Muestra de artesanos y emprendedores con incomprensible fecha de vencimiento

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Las vacaciones de invierno concluyen la semana venidera pero -en una medida para nada coherente del municipio capitalino- artesanos y emprendedores de todo el país deben cerrar sus stands este domingo.  Como parte de la agenda fija del receso invernal, Puerto Nuevo es el lugar en el que se realizan diferentes muestras, entre ellas la organizada por la Asociación Civil Tierra Noble, una entidad sin fines de lucro que trabaja para la Asociación Infancia Digna, dedicada a la lucha por la erradicación del maltrato infantil en todas sus formas. Galería de fotos exclusivas.

 

Sus expositores, inexplicablemente, en una actitud incongruente de la Comuna, deben dejar los espacios el próximo domingo pese a provenir desde distintas partes del país como Córdoba, Río Ceballos, Carlos Paz, Río Tercero, Cosquín, Funes, Villa Constitución, Cura Brochero, La Falda; Bialet Masse, Santa Fe, Rosario; Buenos Aires, Miramar, Mar del Plata, Tandil, San Nicolás, Tigre, Coronel Suárez, Villa Gesell, Glew; Chubut; Bariloche; Chubut; Maipú (Mendoza); Antiguos (Santa Cruz) y Salta.

 

Un detalle particular de esta Expo, son los gazebos con propuestas gastronómicas que ofrecen todo tipo de exquisiteces, entre ellas licuados de frutas con combinaciones caribeñas, jugos y tragos exóticos, chipás, cafés y fernet artesanales, comida mexicana, fiambres, embutidos y quesos  exclusivos, dulces, chocolates y licores.

 

En carpas adyacentes se pueden contemplar otros trabajos en metal, cuero, macramé, cerámica, madera, telar, fieltro, vitrofusión, alpaca, pasta piedra; como también títeres, juguetes, instrumentos de percusión, sahumerios y esencias, mandalas y talismanes, cestería, cuchillos, botellas recicladas, cristales, caricaturas, cuadros en relieve, alfarería, etc, etc.

 

Con inmensa desilusión y con cierto grado de fastidio, emprendedores con los cuales fuimos dialogando a lo largo de la recorrida, nos manifestaron que la Municipalidad de Paraná busca beneficiar a los artesanos locales quienes habrían exigido y conminado a funcionarios comunales para que dichos expositores forasteros solo tengan permiso hasta este domingo 20 en pos de beneficiar exclusivamente en la última semana a los productores de Paraná y zona de influencia.

 

También se enunció que autoridades del municipio ni siquiera contemplaron algo absolutamente entendible como las inclemencias climáticas que conspiraron con el normal desarrollo de la exhibición tanto en la faz inherente a baja afluencia de público e incomodidad de los exponentes ante el lógico perjuicio ocasionado a las estructuras establecidas en el predio por precipitaciones, fuertes vientos y baja temperatura.

 

Se requirió por vías formales un replanteo del plazo de clausura y que se les permita conservar abiertos sus stands una semana más, a fin de paliar en algo la situación acuciante, desde un aspecto meramente económico como hasta en lo referido a poder seguir colaborando con la causa solidaria de la Asociación anfitriona, pero solo cosecharon negativas.

 

Procuraron que se reconsidere el esfuerzo del traslado de casi cien expositores de diferentes partes de la República, algunos provenientes de casi tres mil kilómetros de distancia, quienes engalanaron la Feria con sus productos de jerarquía, alojándose en Paraná, comiendo en Paraná y constituyéndose en una innegable y valiosa alternativa de enriquecimiento de la agenda turística, pero hasta habrían sido mal tratados por un funcionario de la Gestión Osuna que invocó haber comprometido su palabra con los artesanos locales.

 

Lo paradójico es que, hemos sido testigos que un alto porcentual de expositores de las carpas montadas por la Comuna son originarios de Buenos Aires, Rosario, Córdoba y hasta de Paraguay y otros países limítrofes. Por lo cual, la negativa del municipio no se basaría en fundamentos o argumentos sólidos, irrebatibles.

 

No cabe la menor duda que, escuchando la voz suplicante de los productores visitantes, queda en evidencia una alarmante ineptitud, impericia resolutiva, una palmaria incapacidad de gestión de los funcionarios municipales que deberían evitar semejante torpeza. Aún hay tiempo de rectificar el rumbo y dar un ejemplo de confraternidad cívica, no exenta de una sana autocrítica y un excelso espíritu altruista.