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Minibásquet: de canchas, mesa de control y otras yerbas…

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Creemos y valoramos que hay muchos padres abnegados, cuyos sacrificios uno de estos días reconoceremos hasta con algún humilde premio. Pero ante la nula reflexión de ningún estamento del Minibasquetbol APB no tenemos alternativa que seguir blandiendo desde éste humilde Portal la bandera de la crítica edificante, esa que puede causar enfado, fastidio para los que se sienten “apercibidos”, pero cuyo fin es la introversión y el análisis mancomunado propendiendo al cambio.

La Asociación Paranaense de Basquetbol debería tomar medidas respecto a lo que ocurre con algunos escenarios donde se juegan partidos por la temporada Oficial 2011.

No hablamos aquí de clausuras, pero sí de revisiones y de adopción de decisiones a fin de evitar coyunturas.

Hay canchas que por sus tamaños, pisos, techos u otros accesorios como barandas, jirafas complementarias, bancos de suplentes, estados de tribunas o desniveles varios, cajas de electricidad, cables, realmente se convierten en potenciales trampas para los chicos.

Hay otros estadios que se abren a bailes o fiestas y tras la velada no son higienizadas adecuadamente.

¿Hay que cerrarlas?… NO. ¿Y qué hacer al respecto?…Como primera determinación conformar una Comisión de Supervisión de Estadios integrada por personal policial, profesionales de la salud, y de la ingeniería, asesores jurídicos, árbitros avezados o ex jueces, ex jugadores, y periodistas entre tantos miembros que pueden verificar y sacar conclusiones.

Solo hay que tratar el tema en reunión de Mesa con los delegados, transmitir la idea, darle forma como conformar la comitiva y empezar a visitar cada club filmadora y cámara fotográfica en mano, como grabador para no anotar sino que dejar sentado probadamente en materia audiovisual todas las anomalías o irregularidades.

Pero debe adoptarse ésta resolución urgente sino queremos ser testigos (y la APB responsable MAYOR) de una tragedia que a la postre no hay seguro que cubra.

Personal en mesas

Otra que venimos contemplando en varios gimnasios: el manejo de las mesas de control por parte de chicos, sin la responsabilidad imprescindible por su edad y grado de razonamiento como pericia en torno a esa gestión, o armada con personas mayores que tristemente cometen errores extraños (cargan de faltas no sancionadas a jugadores de la visita, restan puntos, manipulación anormal del reloj o tablero, etc, etc…).

Sí, sí… Eso ocurre en nuestras canchas. ¿Y saben por qué?… Porque desde la APB no se obliga a los clubes a que quienes integren la mesa sean jóvenes o mayores debidamente avalados por el ente asociativo luego de rendir una prueba en la que se verifique que están en condiciones de llevar a cabo esa labor.

¿Esto hará que quienes hayan actuado inmoral o ilegalmente no lo hagan más?… No. Pero sí limitarán esas actitudes nefastas. Ahora bien… ¿Cuál otra decisión se podría anexar?…Ya lo hemos dicho… Que en cada cancha haya un juez o ex juez mayor a modo de supervisor o de comisionado para evaluar el rendimiento de los árbitros jóvenes y el trabajo de los miembros de la mesa de control como hasta de los padres.

Pero algo más sobre las mesas. El estado de los elementos no es el ideal en algunas canchas. Esencialmente lo inherente a reloj o a tablero.

Cabe resaltar una nota ¿de color?…Habida cuenta de las escasas garantías que se denotan en las mesas de control de algunos clubes, padres recurrieron a llevar en anotadores propios el resultado y ahora lo hacen en todas las canchas. Parece descabellado, pero es entendible, al menos en lo inherente a no ser despojados absurdamente en una categoría donde debería disfrutarse de juegos y no sufrir por situaciones desagradables.

Aclaramos: NO ESTAMOS DE ACUERDO con la necesidad de saber cómo va un encuentro de Mini. Somos concientes que desde los propios niños surge el inequívoco deseo de ganar, pero tampoco hay un mensaje distinto de los grandes que también incentivan, arengan, las ansias de imponerse.

Y la salud???

Desde el Ministerio de Salud de la Provincia se trabaja denodadamente en la faz Prevención y Promoción de la Salud, sin embargo, hay muchos clubes en los cuales ir al vestuario implica una especie de desafío o aventura.

Otro tema a tratar y a solucionar de forma urgente, más aún en la época que se viene donde se recrudecen las enfermedades, sobre todo respiratorias.

Sobre viajes

Hay clubes que están teniendo problemas para juntar un sábado 10 chicos en viajes a Paraná Campaña o viceversa. Sin embargo, se aspira a aceptar invitaciones fuera de límites provinciales y no a localidades vecinas.

Es un despropósito si ello implica una fuerte erogación para los bolsillos de los padres, más aún de aquellos que tienen dos o hasta tres hijos en el club.

Que exista una “Invitación” por la cual solo se deba recaudar fondos por traslados y extras, está muy bien, pero es muy “lírico” o es un sueño demasiado codicioso pensar en viajes largos cuando hay tantas limitaciones a diario.

No somos negativos. Es que primero debería ponerse énfasis en poner a tono a las canchas propias que aún muestran serias inseguridades; renovar las camisetas que dan pena y hasta los Mini deben usar algunas de Premini y en cada viaje a la Campaña haya que recurrir a la B para llenar el plantel o la B quedar en riesgo luego de perder puntos por no llegar a cubrir básicamente los 10.

Una vez que se crezca, se evolucione en esto, ahí si podemos pretender fines más ambiciosos.

Conclusiones

Hay mucho por corregir…Hay mucho por llenar, en nuestro Minibásquet. Hay padres-dirigentes que dejan tiempo de descanso y hasta postergan tareas en sus hogares o profesionales. Vaya hacia ellos nuestro reconocimiento. Pero muchas veces la pasión, la entrega, la actitud de ir al frente no implica proceder con sabiduría, con excelso discernimiento, desestimando -quizás inconcientemente- el abordar prioridades.

Es que, uno con 36 años en el básquet, conoce a la perfección genealogías o características de los papás a quienes les seduce dirigir, liderar, comandar. Lo hacen con un énfasis, un ímpetu arraigado que suele ocasionar mareos y/o confusiones a la hora de adoptar medidas y luego convocar.

Obviamente, prefiero tener esos padres pro-activos a aquellos que no hacen nada por sus propios hijos, sin embargo, todos los extremos son malos. Y a veces, estos papis suelen encandilarse y con distintos gestos suelen alejar al resto de papás y mamás específicamente por el mero hecho de: a) no ser más amplios en la invitación a participar con voz y voto, lo que implica a veces apelar al “uno a uno”, a la charla personal o mínimamente telefónica, y no depender de un papelito que muchas veces queda en la mochila, se pierde o se rompe; o b) apuestan a grandes propósitos en vez de ir paso a paso y presentar una cancha segura, tener la indispensable estructura para que los chicos entrenen al 100 %, y exhibir juegos de camisetas, shorts, sudaderas y buzos en impecables condiciones.

En definitiva, alabamos la actitud positiva de esos padres/dirigentes. Pero sería bueno que le agreguen a sus sacrificios y voluntades loables, un toque de coherencia, criterio, equilibrio y por qué no…humildad, especialmente, a la hora de saber escuchar la opinión o parecer de otros.

N.de la R.: las fotos son meramente ilustrativas, por lo cual no se hace alusión concreta ni se sugiere algo en torno a quienes aparecen en las mismas.