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Manuela Castañeira: “Hay que meter un 50% de retenciones al agro y dejarse de joder”

Manuela Castañeira nació en Paraná, provincia de Entre Ríos, el 22 de noviembre de 1984. Tiene 36 años, es Socióloga, egresada de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y trabaja como no docente en la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM). La presidenta y precandidata del Nuevo MAS planteó como propuesta un salario de $100.000 y asegura que “hay que meter un 50% de retenciones al agro, prohibir las exportaciones de la carne y dejarse de joder”.

“¿En Argentina nos vienen a decir que el problema son los impuestos? ¡Por favor! Es la neo-teoría del derrame y una agitación de todos estos candidatos fachos pro-dictadura que lo único que quieren es esclavismo de mercado y pagar nada”, fustiga.

“La única crisis es la de los trabajadores con su miseria salarial. En esta reactivación económica los grupos concentrados de los empresarios del agro y las finanzas se están llenando los bolsillos. En el agro de la Provincia de Buenos Aires están teniendo las ganancias brutas más grandes del siglo mientras el salario es el más bajo de los últimos 18 años. La carga impositiva es bajísima para estos grupos. Además son unos llorones que usan la campaña electoral para tratar de instalar sus intereses como si fueran los de toda la sociedad, y en realidad es toda una campaña para bajarle los impuestos a las cinco familias más ricas de la Argentina, mientras hay una desigualdad descomunal”.

“El Gobierno y oposición callan porque están cocinando un ajuste enorme en la negociación con el FMI. Por eso digo que todos son unos caretas, hacen una campaña con risitas queriendo hablar de futuro, de que vamos a “salir”. No me gustan los engaños. Me parece que se juega con una sociedad que espera en serio discutir la desigualdad y tiene expectativas para que los ricachones, por una vez, paguen algo y dejen de fugarla como hacen siempre”, manifestó enfáticamente.

“Hay que meter un 50% de retenciones al agro, prohibir las exportaciones de la carne y dejarse de joder. ¿Y todo esto para qué? ¿Para que los amigos del agro puedan tener un yate amarrado en la Costa Azul y unas casas espectaculares vacías en los countries? Las cosas están muy mal y nadie está diciendo en la campaña qué es lo que se va a hacer”, sostuvo la entrerriana.

“El Estado avala y permite el negocio de la timba financiera, con el dólar contado con liqui y los mecanismos actuales. Para controlar eso se necesita un control de divisas y del mercado de cambios, aunque se horrorice la gente de derecha. El único control que hay acá es ponerle un cepo en dólares al ahorro del trabajador. La sensación que hay es que Alberto es tibio con los poderosos. Las derechas recaciltrantes no las combatís con tibieza, la combatís con medidas anti capitalistas en serio y de izquierda que toquen sus mega ganancias”, reflexionó.

“Queremos renovar a la Izquierda para plantear cómo es el anti capitalismo del Siglo XXI y cómo volvemos a instalar el pensamiento socialista entre los trabajadores. Nosotros aprovechamos la campaña electoral para aportar este contenido, el FIT-U es solo golpe de efecto, no está aportando nada. Nosotros defendemos la unidad de la Izquierda y queremos que eso sea parte del programa. No veo que eso sea lo que está haciendo el Frente de Izquierda, que se están sacando los ojos en todas las provincias. Yo no voy a decir, como hizo Nicolás del Caño, que con 20 diputados de Izquierda en Argentina se resuelven todos los problemas. La Izquierda tiene que ser una fuerza social y una alternativa. Para eso tiene que haber un vínculo entre lo que vos hacés en el Congreso, en la campaña, en las plazas, en los sindicatos o el movimiento de mujeres y el ecologista. La Izquierda no puede ir en el Congreso a un terreno más allá de lo que hace en la sociedad. Me preguntás, ¿cómo se consigue el salario mínimo de 100 mil pesos? Tiene que ser con una ley indexada por inflación y llamar a una marea de trabajadores como hizo la marea verde para defenderla. Y la Izquierda no está diciendo eso, ese es un error. Por eso también somos otra cosa”, reconoció.

“En 2019 tuvimos una campaña presidencial donde nos presentamos en 13 provincias y tenemos candidatos locales en 50 distritos de la provincia de Buenos Aires. Y estamos donde hay que estar: como el desalojo de Guernica y super activos en el debate del aborto. Viajé también a Bolivia cuando fue el golpe de Estado a solidarizarme en medio de la masacre de Senkata y Sacaba. Hay una utilización de las PASO para que los partidos que tenemos cosas para decir no lleguemos a la elección general. No me voy a poner a medir con el aparato de la democracia burguesa, te diría que no es una vara medir el crecimiento de nada. Estamos en una elección fragmentada en todos los espacios políticos, incluido en la izquierda. Nosotros nos abrimos un espacio a los codazos, contra viento y marea”, consignó.

“Hay un gran desgaste de los partidos tradicionales; el macrismo fue expulsado y repudiado hace muy poquito; y lo que pasó con el Frente de Todos es que Alberto prometió mucho y cumplió muy poco. Creo que con nuestras propuestas en defensa de los trabajadores y experiencia, estando en cada dolor en la sociedad, nos hemos ganado el respeto. Yo siento el cariño por nuestra coherencia y militancia. Podríamos hacerlo en mejores condiciones si hubiera más unidad, pero en ese marco de desgaste hay una oportunidad. No se puede dejar que la Derecha sea solo la alternativa”, añadió Castañeira.

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