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Macri se reunió con el Papa: “Tuvimos una larga charla sobre lo que pasa en la Argentina”

El Papa “siempre ha sido para mí un líder moral”, aseguró el presidente Mauricio Macri en una conferencia de prensa que dio en la embajada argentina ante la Santa Sede, tras la audiencia con Francisco a la que llevó a su esposa Juliana y a tres hijas de ambos. El mandatario dijo que esta vez el diálogo, que fue “bueno”, duró casi una hora y estuvo caracterizado por las coincidencias en cuanto a la lucha contra la pobreza, la necesidad de promover el trabajo y el crecimiento, y la necesidad de unir a los argentinos en una concertación social y política.

 

El presidente se mostró contento e hizo algunos chistes. El mejor fue el siguiente: “Roma está llena de cordobeses que han venido por la canonización el domingo del cura Brochero. Los romanos no saben los riesgos que corren”.

 

Además de la parte final de la audiencia, consagrada al encuentro familiar de los Macri con el Papa, el largo diálogo que contrastó con la frialdad de la conversación de febrero pasado –cuando la audiencia duró en total solo 22 minutos- fue dedicada sobre todo “a una agenda que le traje sobre lo que hicimos en los últimos meses”.

Macri aseguró que fue al encuentro del insistente planteo de Jorge Bergoglio en favor de la “cultura del encuentro”. “Le hablé también de la cultura del trabajo, de la necesidad de unir a los argentinos”.

 

El presidente presentó al Papa un mapa de trabajos realizados y planeados con el ferrocarril Belgrano Cargas y dijo que se había quedado sorprendido de las preguntas y las cosas que le dijo el pontífice argentino. “Le señalé que hablaba como un ingeniero”.

 

Otro tema fue la de elevar la calidad del trabajo, empleando vastos recursos en la formación. “Hubo coincidencia total. Además le hablé de “la enorme asistencia social que hemos desplegado en los últimos diez meses”.

 

“Claro que ese asistencialismo tiene que ser transitorio, porque si no condena a la gente a la frustración. Compartimos como visión que lo importante es entusiasmar, educar”, dijo Macri, quien agregó que el Papa elogió el trabajo en la provincia de Buenos Aires de la provincia de Buenos Aires de la gobernadora María Eugenia Vidal y de la ministra Carolina Stanley.

Ante una pregunta, dijo que “no hablé con el Papa de cuándo va a venir. Su declaración fue clara y él sabe que todos queremos que venga. Esperamos que venga en algún momento del año próximo”, señaló, aunque Bergoglio dijo que tampoco iba a visitar la Argentina en 2017 por sus compromisos de agenda.

 

El Papa le trasmitió al presidente argentino la “necesidad de ir reduciendo los conflictos”. “Estuve de acuerdo”, contó el jefe de Estado. También hablaron de los enormes problemas que producen los cambios climáticos: “Le conté los parques eólicos que estamos desarrollando” y Bergoglio “me dijo que el edificio en que estábamos (dominado por la gran aula de las audiencias generales) funciona con luz solar. Y que también la mitad de la Casa de Santa Marta, el hotel interno donde se aloja, tiene la mitad de la electricidad proveniente de paneles solares”.

 

Otro chiste soltó Macri cuando un periodista colombiano le preguntó si había hablado con el Papa de la situación en su país. “Si, estuvimos de acuerdo en que Colombia se deje ganar el partido que jugará con nosotros dentro de un mes”. En serio respondió que “Colombia es el tema más cercano a los argentinos. Esperamos que se abra una nueva negociación que permita un proceso de paz consolidado”. Aclaró también que no habló con Bergoglio del tema Venezuela.

 

“Hablamos de la Argentina y repasamos los temas del mundo, entre dos personas que se hablan por teléfono, que se conocen desde hace muchos años, y tienen una familiaridad que siempre ha continuado. Somos dos de pocas palabras, sintéticos, y por esto a veces se producen equívocos en otra gente”.

Del cura Brochero, que mañana será canonizado en la plaza San Pedro, ceremonia a la que asistirá el presidente con su comitiva, Macri dijo que “hoy sería lindo tener a uno como él: una persona extraordinaria muy justa”. Agregó que el Papa “vive con mucha alegría la santificación de Brochero”.

 

El Papa y Macri hablaron de un problema que preocupa hondamente a Jorge Bergoglio y a la Iglesia: el narcotráfico. “El Papa me dijo que esta es una batalla en la que no hay que ceder. Le expliqué que hacemos foco en los temas fronterizos, aunque ese es solo el comienzo, pero estamos haciendo avances importantes”.

 

En el encuentro de Jorge Bergoglio con la familia Macri hubo un momento sorpresa. Antonia, la pequeña hija de su matrimonio con Juliana Awada, que no recordaba su anterior encuentro con el Papa (tenía dos años y ahora cumplió cinco), había preparado preguntas para el pontífice. “Tenés papás?” “Si, están en el cielo”, respondió Bergolio. “Dormís con la misma ropa?” “Me pongo un pijama”, fue la segunda respuesta. “Y que comés?” “Lo mismo que vos”, dijo riéndose el Papa argentino.

 

La comitiva de la familia Macri se redujo al embajador argentino Rogelio Pfirter, ex alumno y diplomático muy apreciado por Bergoglio. Junto con Juliana Awada y Antonia había otras dos hijas. Agustina, 33 años, nacida del primer matrimonio del presidente, y Valentina, de 13, que Juliana tuvo con un conde belga.