Macri justificó el hambre en la Argentina: “Ahora tienen pavimento y cloacas, antes convivían con la mierda”
|El presidente Mauricio Macri justificó el hambre del pueblo argentino al manifestar que se hicieron “obras de fondo”. El jefe de Estado achacó además que antes los vecinos “convivían literalmente con la mierda”.
En una penosa entrevista con Viviana Canosa en Canal 9, la -más dócil que nunca- conductora le preguntó qué piensa cuando sabe que hay mucha gente que no puede comer, sobre todo los chicos que no tienen acceso a un plato de sopa caliente y van al colegio para comer, a lo cual el mandatario respondió sin vacilar: “Ese chico, por suerte, en algunos casos con más de cinco mil cuadras construidas, puede salir al colegio porque ahora tiene pavimento y antes tenía calles de barro y cuando llovía no podía salir. O el millón y medio de personas que hoy tiene cloacas y antes no tenían y convivían literalmente con la mierda, eso significa convivir con enfermedades que no te permiten ni siquiera desarrollarte. Todas esas cosas estructurales que hemos empezado a abordar, también son una dimensión de la pobreza”.
Este es el presidente de la Argentina. Un líder de espaldas a su Pueblo. Un hombre que mintió en su campaña, que engañó, que estafó, que defraudó. Un embustero. Un farsante.
Y aún así, dice que va por la reelección, apelando a los medios de Prensa condescendientes, consecuentes, u obsecuentes, lisa y llanamente por la pauta que se les aporta desde Presidencia de la Nación, o cómo se abultan los bolsillos de reconocidos comunicadores nuevos millonarios en el País de Cambiemos.
Macri dejó entrever sin dudas, con plena certeza, que esos niños con hambre se alimentarán con asfalto, con pavimento. Inaudito, inadmisible.
Pero cuidado… No seamos torpes o incongruentes. Las obras son necesarias, digamos que imprescindibles. Sin hesitar que calles asfaltadas, rutas en buen estado, caminos productivos más seguros, cloacas, redes de gas, son trascendentes en toda sociedad. El punto es cuando no se acierta con el plan económico y solo se beneficia a un sector privilegiado, hambreando a los más vulnerables y colapsando a la clase trabajadora.
Esta política de Estado de Cambiemos repugna, da asco, descompone. Y aún hay argentinos, hay entrerrianos, hay paranaenses que creen en tan brutal cambio.
Macri debía responder con coherencia pero sobre todo, respetuosamente. Otra vez (y van…) se equivocó feo. Reafirmando que está muy mal asesorado en lo comunicacional. O tal vez, dejando al desnudo su condenable postura inherente a las necesidades de la gente.