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Luis Tagliapietra: “en la Base Naval de Mar del Plata me dijeron que estaban todos muertos”

Luis Tagliapietra, padre de Alejandro Damián, uno de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, aseguró este viernes que el contraalmirante Gabriel González, comandante del Área Naval Atlántica, le dio hoy sus condolencias y su pésame. “Me concedió dos minutos, me dio la mano, se cuadró y me dio sus condolencias, su pésame y me dijo que mi hijo fue un gran marino y que lamentaba profundamente todo lo que pasó”.

 

Tagliapietra acotó que el jefe directo de su hijo, Fabián Rossi. “Me llama y me dice que lamentablemente se había confirmado la noticia de la noche anterior”, en relación con el “ruido” en la zona cercana al talud.

Según reveló, Rossi le aseguró que “eso implicaba la imposibilidad de que haya sobrevivientes”. El padre del submarinista agregó en diálogo con periodistas: “Yo pregunté si estaban todos muertos y me dijo que sí”.

 

Por esa razón, Tagliapietra decidió viajar a Mar del Plata para pedir las explicaciones correspondientes “cara a cara”, sin embargo, las explicaciones no lo terminaron de convencer.

 

Una es la cuestión de las baterías. “Habían anulado las de proa y se quedaron con las de popa. Tanto el capitán como los jefes decidieron que el submarino no tenía inconvenientes para navegar, con lo cual le ordenaron que viniera directamente a Mar del Plata en una velocidad de cinco nudos. Esa derrota tiene una línea recta. Un nudo equivale a una milla por hora. Si esta implosión fue a las 10.45, transcurrieron tres horas desde esa comunicación. A cinco nudos, pudieron haber recorrido 15 millas, no 30. La primera inconsistencia”, relató.

 

“La otra es que hay un desfasaje en esa derrota. El lugar que marcan ahí cerca del talud no corresponde con la línea recta entre el lugar donde fue la última comunicación y Mar del Plata, lo que no se explicaría por qué esa deriva”, añadió.

 

Tagliapietra acotó: “Le pregunté al jefe de submarinos cómo podría ser que haya una explosión dentro de un submarino. Me dijo que la única explicación sería por una acumulación excesiva de hidrógeno producto de lo de las baterías y demás”. No obstante, eso “no coincide” con la preparación que tenían tanto su hijo como los jefes, que con su experiencia deberían haberlo advertido. “Además, me aseguraron que hay sensores de hidrógeno adentro del submarino y que funcionaban perfectamente”, agregó.

 

Tagliapietra afirmó que “no termina de cerrar tampoco la manera en que se comunicó esta noticia”, y cuestionó a las autoridades políticas: “Creo que están tratando de medir el costo político de esto, entonces están buscando ver la cabeza de quién tienen que cortar para salvarse la suya. Yo, mi hijo y la familia no le importamos a nadie de la política”.

 

“El contraalmirante González, en la Base naval de Mar del Plata, se cuadró ante mí, y me dio el pésame. Pregunté si estaban todos muertos y me dijo que sí, que lamentaba mucho lo ocurrido y destacó que mi hijo era un gran marino”, reiteró Tagliapietro muy conmocionado.

 

“No podía decir ni una palabra, no podía hacer nada. No podía pensar en nada, sólo en mi hijo. Ellos me aseguraron de mil maneras que el submarino estaba en perfecto estado de mantenimiento y conservación. Estoy devastado”, reconoció.

 

“Es duro de verdad. Desde lo teórico lo vi matándose estudiando, cosas que para mí son chino básico, de ingeniería y cosas, y físicamente también. Él era un deportista, estaba en el qrupo de natación, de vela y de rugby, estaba realmente muy bien preparado, eran todos muy profesionales”, sostuvo.

 

“Se recibió de oficial de la Armada y se incorporó en Armas submarinas. Es el tercer o cuarto viaje que hace, pero el primero importante, era como un viaje de instrucción para él, no pertenecía a la tripulación permanente”, añadió.

 

El padre de Alejandro reveló por último que “los anteriores los vivió con absoluta felicidad, nunca tuvo ningún problema”.