Luis Scola categórico: “Si no juego el Mundial, será por culpa de una gestión horrenda”
|Una nota de contenido rotundo, palmario. El colega Hernán Sartori plasmó un coloquio fantástico con Luis Scola, palabra híper autorizada para desmenuzar el caos que vive la CABB. No vaciló en anticipar: “No quiero ser cómplice de algo tan turbio” y deja entrever una probable renuncia a jugar el Mundial FIBA de España. Nos alegra y hasta emociona que este formidable símbolo del básquet argentino COINCIDA NOTABLEMENTE con nuestra posición. Esa que venimos alertando desde hace muchos años.
El capitán de la selección, hombre de los Pacers, consolida su firmeza habitual en cada expresión, analizando la gravísima crisis institucional y económica de la Confederación Argentina de Básquetbol.
“Tengo mucha bronca porque los dirigentes nos pusieron en esta situación angustiante. Está bien que se hable más de esto que de si jugará Ginóbili. Si no se hace un cambio drástico, todo terminará de la peor manera. El Mundial es muchísimo menos importante que esto. ¿Qué me importa si salimos campeones mundiales y en dos años la CABB se funde y nos desafilian de la FIBA? No serviría de nada ganar un Mundial”, expresó en la apertura del reportaje.
En ese mismo sentido, añadió: “Podemos empujar y protestar, pero somos jugadores sin ambiciones políticas y no tenemos la potestad de dirigir la CABB. Lo único que podemos hacer es elegir ser cómplices o no. Durante muchos años, no tenía idea de lo que pasaba. Hace un par de años comencé a ver ciertas cosas, pero tenía dudas. Hoy no tengo dudas. Una vez que uno sabe y sigue participando, es cómplice. Se malgastó lo que logramos. Hay que luchar por transparencia, pero si esto se convierte en un circo, no podré jugar más. No podré ser cómplice”.
Al mismo tiempo enfatizó: “Si cerramos los ojos y miramos para adelante, seguirá pasando. Si es honesto, el básquetbol argentino tendría que volar y dar un salto gigante. Si sigue por este camino, ¿cuál es la gracia de representar a la CABB? Y si no te dan transparencia, honestidad ni una auditoría…Tendremos que tomar una decisión. Veremos con qué nos encontramos mañana (hoy), si es que hay una reunión con estos dirigentes. Aunque esto viene de años. Esta CABB no me genera nada. No quiero ser cómplice de algo tan turbio. Ese es mi derecho. Si no juego el Mundial, será por culpa de una gestión horrenda. Y será una desilusión… Lo único diferente fue que se fue Vaccaro.
También hubo dedicatoria para Camau Espínola, siguiendo el Luifa nuestra línea de opinión: “La Secretaría y el CENARD tienen que ver con los subsidios, las becas y los lugares para trabajar. Ellos estaban al tanto de las irregularidades”.
Del mismo modo, al consultarles sobre si ellos mismos también no dilataron demasiado la reacción, Scola dijo: “Nos ningunearon de mil maneras. Pedimos lo mínimo, no que generen recursos ni que construyan estadios. Pedimos que sean honestos y que nadie saque plata que no sea suya. No entiendo por qué no se pueden pedir las razones de la debacle. Honestidad es lo mínimo que se le puede pedir a una entidad sin fines de lucro como la CABB. Alguien tiene que decir por qué la CABB debe tanta plata en todo el país. Los mismos dirigentes deberían luchar por una auditoría externa y seria”.
Y cierra la estupenda nota de Clarín, también coincidiendo con nuestra visión, esa que desde hace años pregonamos: “Nadie es culpable solo. Es culpable quien hace algo mal y también son culpables por omisión quienes permitieron que eso pasara. ¿Para qué hubo un tesorero, un vicepresidente o vocales si no controlaban que se evitara llegar a esta situación? ¿Qué estaban haciendo los que asumieron ahora? La situación es crítica al máximo. La auditoría mostrará lo que pasó. La situación empeoró porque apareció una interna gigante. No entiendo por qué se desesperaron por el sillón de presidente. La interna fue feroz, sin pensar en un proyecto y en nuestros pedidos. Intentamos que Ricardo Siri hiciera la auditoría y no la hizo. Intentamos postergar las elecciones para la reestructuración de la CABB y se ignoró. Todos se echan la culpa y no sabemos qué pasó para llegar a este estado”.