Luego del inconcebible error en Morgue Judicial, entregaron los restos de Marcelo Cabeza a su familia
Tras el insólito error de la Morgue Judicial de Oro Verde, que había entregado el cuerpo de una mujer a los familiares de Marcelo Cabeza, este martes la familia del chofer del ministerio de Salud asesinado el 2 febrero recibió el cuerpo, mientras que el de Susana Proni fue exhumado de un cementerio de San Benito y trasladado al Municipal de Paraná.
Bajo mandamiento de la fiscal Melisa Saint Paul, a cargo de la investigación del increíble error judicial, alrededor de las 6:45 de este martes, junto con personal de División Homicidios de la Policía, se entregaron los restos de Cabeza a sus familiares en la Morgue Judicial de Oro Verde.
El procedimiento contó con la asistencia de Bomberos Zapadores y la presencia de la coordinadora Administrativa del Departamento Médico Forense, Liliana Ocampo.
Posteriormente, se dispuso “trasladar los restos Silvio Marcelo Cabeza en la morguera de Bomberos Zapadores hacia el Cementerio Parque de La Paz de la localidad de San Benito”, donde se ordenó “exhumar los restos de quien en vida fuera Susana Beatriz Proni, tal como fue oportunamente dispuesto por la jueza de Garantías Nº 6, Elisa Zilli”. Este procedimiento que se encontró “a cargo de personal del Departamento Médico Forense, designado por el Superior Tribunal de Justicia”, indicaron fuentes judiciales a los colegas de Ahora.
Para concluir el operativo, los restos de Proni fueron trasladados por Bomberos Zapadores hacia dependencias del Cementerio Municipal de Paraná. Vale recordar que esta mujer murió hace casi 10 años tras un ataque de perros Rottweiler, no obstante su cadáver permanecía conservado en la Morgue de Oro Verde debido a pericias ordenadas por la revisión de la causa judicial que investigó su deceso.
Fue su cuerpo el que un policía que cumplía horas adicionales en la Morgue entregó por equivocación a la familia de Marcelo Cabeza y sepultado en el Parque de la Paz por los deudos del chofer del ministerio de Salud.
El descubrimiento del error provocó un escándalo de grandes dimensiones en el Poder Judicial entrerriano, al punto de la intervención de la Morgue.