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LT 14, la Radio que pocos directores quisieron…

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- LT 14 AM 1260. Ícono de la radiofonía del Interior. Una de las emisoras que, por su trayectoria en el aire, posee un prestigio imperecedero pese a paupérrimas administraciones. Una radio que supo ser trascendental vía de comunicación refrendando una  rica historia en los medios, con proyecciones y connotaciones de relieve, hoy exhibe una imagen decadente lamentable.

 

LT 14 marcó muy fuerte la vida de los paranaenses constituyéndose en una herramienta fundamental, mediante una cobertura significativa, reconociendo en sus espacios la existencia de una comunidad multicultural y multiétnica que buscaba comunicarse con los demás.

 

Hoy, la AM capitalina sufre la desidia de años de míseros manejos. Por estas horas son durísimos los golpes que ha recibido su actual director, sin embargo, Jorge Ballay no es ÉL exclusivo o PRINCIPAL responsable de una crisis ya indisimulable por dónde se quiera analizar.

 

Si bien es cierto que tras el patético “Legado Bettanín”, indudablemente el más contradictorio y controversial director, la emisora quedó en un default integral descomunal, Ballay cometió un grueso desacierto: limitarse a esperar órdenes y ejercer una labor considerada casi en forma unánime como “pasiva”.

 

Sí, se nutrió de reportes desde los distintos sectores gremiales respecto a falencias-carencias, constató las emergencias, pero solo se circunscribió a comunicar puntualmente a esferas superiores del Estado las escaseces, insuficiencias, penurias que afectaban la calidad del producto emitido desde diversos segmentos.

 

De ésta manera, la radio de amplitud modulada más prestigiosa del territorio entrerriano, profundizó, ahondó un trance, comparado a un paciente internado en terapia intensiva y en estado vegetativo.

Tampoco adoptó una postura analítica por añejos planteos sindicales, delimitando su accionar a un obrar de extrema cautela, como dejando entrever no tener voz y/o voto para resolver cuestiones “domésticas”.

 

Menos, obviamente, denotó una conducta de interesarse por coyunturas litigiosas y así, por ejemplo, los años pasan y la situación contenciosa-jurídica ocasionada por injustos, inicuos o hasta siniestros procederes de su antecesor prosigue sumando intereses adversos de segura resolución millonaria en contra.

 

Ballay, pudo siquiera, propender a poner en orden el desquicio adquirido, pero asumió una posición de extrema prudencia, lindante a la sumisión obediente a órdenes no solo emanadas del Estado nacional sino también desde la misma Casa Gris.

 

Desde distintas denuncias de coartar la Libre Expresión trabajadores o productores independientes, o discriminar o censurar a actores centrales de la política provincial, Ballay termina siendo arremetido ante la opinión pública exhibiendo reportes gráficos donde se revela una calamitosa precariedad en lo inherente a mantenimiento de mobiliario, equipamiento y móviles, como hasta en lo concomitante a la higiene y/o estado edilicio de la propiedad ubicada en Alameda de la Federación al 126.

 

Volvemos a enfatizar, Ballay NO ES el PRINCIPAL CULPABLE del proceso de desinversión que afectó el normal desenvolvimiento de la única AM de la ciudad, y se termina traduciendo en graves irregularidades en cuanto a obsolescencia tecnológica y materiales de trabajo, o en una carencia remarcada de seguridad a nivel confort y hasta profilaxis, como presuntos incumplimientos de los convenios colectivos de trabajo o desordenes administrativos asombrosos.

 

Ésta poco clara maniobrabilidad administradora de quienes lo precedieron ocasionaron el cardinal desfase para arribar a este presente nefasto.

NO defendemos a Ballay. Bajo ningún aspecto. Solo que nos da la impresión de haberse erigido en las últimas horas en el “Gran Perejil” habiendo -en realidad- sido el depositario de un execrable testamento rubricado por Bettanín y algunos directores más que incurrieron en la miserable medida de ocupar un lugar de preeminencia y NO promover transformaciones BÁSICAS, ELEMENTALES, como esencialmente poner coto a viejas conflagraciones o beligerancias que a la postre ponen en vilo el futuro de la histórica radio.

 

Ballay es el BLANCO PRIMORDIAL y no es descartable que por estas horas evalúe su dimisión, HARTO de estar entre la espada y la pared. Tal vez ese es el objetivo que han trazado algunos desde las tinieblas del Poder Político. Pero, propendemos mediante éstas breves líneas a ESCLARECER que su MÁXIMA EQUIVOCACIÓN fue SOMETERSE a una manipulación condenable, exteriorizando una conducción despreocupada, inconmovible, neutral hacia adentro y notoriamente parcial hacia afuera, embanderándose manifiestamente con el Kirchnerismo y claudicando ante hipotéticas preceptos gubernamentales en lugar de proponer una dirección, un mando proactivo que rinda beneficios a partir de providencias inteligentes, oportunas, sagaces.

 

Hoy, Ballay, paga caro precio a su aparente indiferencia ociosa, a su obediencia INDEBIDA. El Estado, la Nación, pagará exorbitante COSTO por la pereza jurídica de quienes debieron poner COTO a circunstancias, escenarios, contextos absolutamente REPARABLES.

Tristísimo pensar que LT 14 se dirige irremediablemente hacia un vaciamiento, solo por falta de un timonel tan avezado, como esencialmente PRÁCTICO y PERSPICAZ.