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Los “Manteros” no quieren mudarse a la Feria de Pulgas

Vendedores ambulantes de la zona de la plaza 1º de Mayo de Paraná, protestaron este jueves por la mañana en el microcentro y cortaron el tránsito en Corrientes y Urquiza, tras la orden municipal de abandonar la peatonal y trasladarse a la Nueva Feria de las Pulgas, sobre calle Perú.

 

Cerca del mediodía, una decena de manteros resolvieron quemar cubiertas en la esquina de Urquiza y Corrientes, generando una densa columna de humo negro. “Quieren que vayamos a instalarnos a la Nueva Feria de las Pulgas, pero el lugar no está listo para que trabajemos. La obra no está terminada”, exclamó Marcelo Abasto, uno de los reclamantes, aludiendo a la disposición municipal que ordenaba que, este jueves, los 30 vendedores ambulantes que están en la peatonal, debían ubicarse en la feria de calle Perú y Chile.

 

Al no acatar la medida, personal de la Policía de Entre Ríos y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) los desalojó de calle San Martín sin secuestrarse mercadería.

 

El desalojo se produjo en calle San Martín, entre España y Urquiza. “Sólo me secuestraron unos paneles. Todo esto es porque quieren que nos vayamos a instalar a la Nueva Feria de las Pulgas, pero nosotros no queremos”, admitió Abasto.

 

Los “manteros” invocan que la obra en la feria de calle Perú no está concluida: “Los 30 puestos no tienen la estructura finalizada. Sólo hay unas líneas pintadas en el piso para separar los espacios; pero aparte sólo hay dos baños en la Feria para todos los vendedores y tampoco está instalada la cañería de desagüe necesaria, en el caso de que llueva y nos inundemos”.

 

El vendedor ambulantes anticipó que van a seguir protestando hasta que cumplan lo que prometieron.

 

Mientras que los “manteros” demandaban su queja con la quema precitada que provocaba emanaciones tóxicas, ahogos entre los paseantes y la densa humareda daba síntomas de perjudicar los frentes históricos, entre ellos el de la centenaria Escuela Normal recientemente refaccionada, varios ciudadanos expresaban su repudio por la actitud de los vendedores ambulantes e hicieron responsable a la Municipalidad de Paraná y a la Policía de Entre Ríos por la permisividad que tuvieron los improvisados “piqueteros”.