Limitan a Aníbal Fernández en el manejo del fútbol
La Oficina Anticorrupción (OA) consideró que no es de por sí una incompatibilidad ni constituye un conflicto de intereses que Aníbal Fernández sea al mismo tiempo jefe de Gabinete y vicepresidente del club Quilmes. Pero resolvió que mientras desempeñe su función en el Poder Ejecutivo deberá abstenerse de ocupar cargos en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y de intervenir en cualquier gestión vinculada al equipo de fútbol en el que es dirigente.
La actuación de la OA se inició el 2 del mes pasado, un día después de las elecciones en las que Fernández quedó consagrado vicepresidente de Quilmes. El club es uno de los que reciben fondos provenientes de Fútbol para Todos, un programa que controla el propio jefe de Gabinete, tarea en la que ahora ser verá limitado. El presidente de Quilmes, José Luis Meiszner, es a su vez uno de los dirigentes más cercanos a Julio Grondona, el mandamás de la AFA.
El dictamen, del viernes pasado, lleva la firma de Julio Vitobello, jefe de la OA, que funciona bajo la órbita del Ministerio de Justicia y que tiene a su cargo la aplicación de la ley de ética pública en el Poder Ejecutivo. La actuación de la OA se inició por decisión del propio Vitobello, el único sobreviviente en el Gobierno de los funcionarios que llegaron por impulso del ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.
La decisión de la OA se conoce una semana después de que la Justicia archivara por inexistencia de delito una denuncia que, por el mismo tema, había radicado el abogado Ricardo Monner Sans.
Conflicto de intereses
En su resolución, Vitobello dispuso hacer un seguimiento del caso “con objeto de evitar la configuración de posibles conflictos de intereses”, notificar de las restricciones fijadas al jefe de Gabinete y comunicar a la AFA y al club Quilmes, “a efectos de garantizar el más estricto cumplimiento” de la medida. Un conflicto de intereses es una situación en la que incurre un funcionario público que asume el riesgo de abusar de su poder, subordinando ese interés general a su interés particular.
El jefe de la OA detalló el contrato para la televisación de los partidos de fútbol, firmado entre la AFA y la Jefatura de Gabinete, y enumeró los conflictos de intereses e incompatibilidades contemplados en la ley de ética pública, en el código de ética y en la ley de ministerios.
La primera de esas normas prohíbe que los funcionarios representen a quien sea proveedor del Estado o realice actividades reguladas por el Estado. Y obliga a los funcionarios a abstenerse de intervenir en asuntos comprendido en alguna de las causas de excusación previstas en la ley procesal civil, como la de tener un interés particular en los asuntos por resolver. Para evitar un conflicto de intereses, Vitobello resolvió que Fernández no debe intervenir, como jefe de Gabinete, en ningún asunto vinculado con Quilmes.
Tras descartar que pudiera tratarse de un caso de incompatibilidad, dado que el vínculo contractual es entre la AFA y el Estado sin intervención del club Quilmes, Vitobello consideró que las atribuciones conferidas a la Jefatura de Gabinete en el contrato de Fútbol para Todos “podrían eventualmente verse influenciadas por su actividad como representante del club Quilmes si el funcionario llegara a integrar los órganos de gobierno o representación de la AFA”. Por ese motivo, le hizo saber que debe abstenerse de ocupar cargos en la máxima institución del fútbol argentino.