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Liguilla U13: sí, se puede… (cambiar)

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- La Liguilla Provincial de Basquetbol U13 va cerrando su 2ª etapa (resta dilucidarse lo concerniente al Repechaje) y persisten demandas insatisfechas por parte de las delegaciones visitantes. Sobran las muestras de agradecimiento hacia el trato cordial, a la buena voluntad. Hay un reconocimiento unísono por los esfuerzos, sacrificios, evidenciados, sin embargo se siguen sin cubrir brechas por las cuales la FBER debería reflexionar y actuar en consecuencia pues los que SUFREN no son los grandes sino los chicos. Unos lo expresan, otros lo callan. Claro está… Íntima relación tienen algunos aspectos con los códigos deportivos de comportamiento de cada delegación.

 

Para colmo, se vislumbra un conformismo resignado de parte de los clubes, como esgrimiendo de alguna manera un aviso relativo a que cuando quien ofició de visita en rondas anteriores deba ser anfitrión, seguirá la misma línea de lo ocurrido y así el transcurso de la Liguilla Provincial persistirá en una especie de Cuento de la Buena Pipa.

 

Para algunos padres-dirigentes alcanza con que a los chicos se les brinde las comidas “de rigor” y alojamientos “dignos”, cumplimentando los “locales” las metas delineadas por la Federación previo a cada licitación.

Mientras los gurises reciban raciones abundantes y/o repetición de almuerzos y cenas, como se efectivice la porción de desayuno y merienda, no importa la calidad (gusto/sabor/plato seleccionado) de lo consumido. Trasciende que no sea extremadamente frugal y que se garantice sea “sano”.

Así, un pibe de 12/13 años recién surgido del cascarón, en sus primeras salidas de su hogar, se encuentra con la disyuntiva de comer ostensiblemente distinto a lo que consume en su casa, dormir en sitios sin el confort e intimidad de sus domicilios, o someterse a horarios que deberían re-evaluarse en lo concerniente a la fórmula ingesta-descanso o viceversa.

 

Peor aún… Los chicos dejan sus camas, sus actividades habituales, el calor de la Familia, el repaso de tareas extra-escolares o concreción de labores extra-áulicas, como si fueran profesionales de Liga, para viajar una buena cantidad de kilómetros en condiciones no ideales, y NI SIQUIERA CONOCER BÁSICAMENTE la tierra que los recibe.

Es como una especie de riguroso “Plan Maquiavélico” de alejar a los chicos de sus hogares, impedirles cada dos o tres fines de semana que ese sábado y domingo (o feriados) hagan sus vidas “normales” (familia/amigos/cumpleaños/salidas de esparcimiento), imposibilitarles que estudien o completen labores educativas, restringiendo sus agendas a un programa de partidos que hasta les causa una especie de obligación. ¡Ni siquiera las Pascuas se respetaron!!!

 

¿Disfrutan los gurises así?… Algunos, POCO acostumbrados al “calor” del hogar, POCO habituados a salir con los papás y hermanos, POCO “familiarizados”, y particularmente reticentes a abrir las carpetas/manuales durante los “week ends”, se sienten mas libres que nunca, incontrolables, y hasta lo dejan al desnudo con manifiestos diversos en el transporte, en los albergues y/o en lo actitudinal dentro del campo.

 

Esos digamos que no sufren para nada… Lo que es más… Son estimulados por sus progenitores o tutores que coinciden con ese estilo de vida deportivo. Los que a priori designamos “resignados conformistas”.

Pero hay otros… Los que han sido instruidos diferente, con otros principios, otros valores, otros códigos de vida.

Y esos sufren… E intentan ocultarlo, procuran modificar no traumáticamente sus conductas, propenden a adaptarse, a adecuarse, sin dejar en el camino rasgos de formación -insistimos- NI MEJOR, NI PEOR, solo DISTINTA que el resto de sus compañeros.

 

Y SUFREN… Les cuesta horrores. Y no lo transmiten al entrenador, ni al dirigente, pues tienen cierto temor al ridículo viendo como la mayoría de los integrantes del plantel actúan también como indiferentes a los cambios rotundos que van asimilando.

Éstos son, especialmente, aquellos que ni ellos y en especial MUCHO MENOS sus padres, han considerado los primeros pasos en el básquet como un pálpito, un vaticinio de lo que quizás signifiquen (para MUY POCOS…) sus “carreras” basquetbolísticas.

 

Y vaya coincidencia…Son los que -POR AHORA- menos dotes/talentos lucen en las canchas, y paradójicamente los que más apremiados, presionados, terminan siendo -SIN MALA INTENCIÓN- por sus compañeros virtuosos que no comprenden que les pasa, o hasta por algunos papis impacientes que no instuyen lo qué sienten, y temen a que sus “cracks” pierdan aportando desde la tribuna lo suyo en lo gestual y a veces con frases inoportunas en contra de los errores, defectos o CARENCIAS del pibe que se equivoca…

Lo peor es cuando, ni el propio entrenador logra percatarse que lo que necesita/n ese o esos chico/s es CONTENCION, APOYO, ESTÍMULO, MOTIVACIÓN y no tantos palos, en especial de compañeros que a veces parecieran pretender influir en decisiones del DT, o al menos eso pudo percibirse en algunas ocasiones.

 

SIN MALICIA, SIN MALDAD, solo por esa pretensión permanente que algunos chicos tienen de ganar sea como sea hasta en la Playstation, ello viene a representar como una especie de COACCION implícita a esos compañeros NO TALENTOSOS POR AHORA, que no saben cómo zafar pues desean seguir jugando al básquet, les encanta compartir, confraternizar, y hasta -pese a sus limitaciones ACTUALES propias de la edad y/o biotipo- también sueñan con emular algún día a Manu Ginóbili, Luis Scola, etc, etc…más allá que las posibilidades sean quizás reducidísimas hablando con cruel realismo.

Todo se complica aun más cuando esa presión no es atenuada por los entrenadores quienes tal vez -INDIRECTAMENTE- puedan verse urgidos por la victoria por la ansiedad de algunos padres y/o dirigentes que no ocultan (y están en TODO SU DERECHO) su afán, ansias, por que sus hijos trasciendan el certamen provincial y lleguen a una instancia nacional.

 

Y éstos técnicos, EXCELENTES PERSONAS y CAPACITADOS INSTRUCTORES, no logran corregir por ahora el rumbo, sobre todo en la vigilancia de gestos o actitudes de aquellos que aman al básquet pero lo viven de una manera disímil, a los que les fascina “escaparse” de las miradas de sus papás, esos que “se transforman” en cada excursión y sacan a relucir una extroversión plena de inquietud, de curiosidad, en especial extra-deportiva, como afianzando la idea de los cambios hormonales en la transición de la niñez a la adolescencia.

Y cuando los chicos -no tan diestros- no ven en los entrenadores o en el dirigente a cargo, el liderazgo de poner algunas cosas “en orden” fuera de la cancha, como especialmente cuando se ven atribulados por situaciones del juego en las que “no les sale nada” y se cohíben sin gozar del amparo imprescindible, imperioso, insoslayable de sus técnicos, llegan a sus casas infelices, insatisfechos, decepcionados, UNA Y OTRA VEZ…

 

No disfrutan de esos viajes en los que la rutina es: LLEGADA-CONOCER ESTADIO-COMER-IR AL HOTEL-“DESCANSAR” (lo que menos hacen es eso a causa de ciertos revoltosos…)-IR A LA CANCHA A JUGAR- COMPETIR-VER EL OTRO PARTIDO (o viceversa)-COMER-IR AL HOTEL A DORMIR (meta que se logra avanzada la madrugada sin que NADIE PONGA FIN A LOS TREMENDOS BULLICIOSOS)-DESAYUNAR-IR A LA CANCHA A JUGAR- COMPETIR-VER EL OTRO PARTIDO (o viceversa) y así todo IGUAL hasta la vuelta.

Esto se torna como una especie de CALVARIO pues,  los inquietos ya enunciados, siguen dando rienda suelta a sus instintos de alboroto sin que NADIE les ponga límites.

 

Y con todo éste detalle queda al descubierto justamente la otra faceta: la organizativa, ya que, como describimos, y/o hemos hecho alusión en REPETIDAS editoriales, los planteles no cuentan con 12 dotados al 100 % que -por sus INDISCUTIBLES utilidades para el equipo- gozan de privilegios varios como tirar desde cualquier lado y las cantidades que sean -aún con porcentuales bajos-, picarla bola sin límites, jugar en parejas o tríos buscándose entre los más hábiles, en fin…hacer lo que mejor les surge dentro de la cancha fiel a sus TRASCENDENCIAS.

Difícilmente ellos SUFRAN como los otros. Y NO TIENEN LA CULPA… PARA NADA… Solo sienten PROFUNDAMENTE distinto el salir de sus hogares o hábitos diarios. Pero los otros sí; y es irreversible el sentarse con ellos a dialogar y encontrar -en la narración de lo que fueron las jornadas- situaciones peculiares que uno considera INEXPLICABLES se hayan dado, pero hete aquí que irrumpe en escena justamente el espectro organizativo, anexado a la disciplina que debería coexistir en las delegaciones propias.

 

Con un ajuste de tuercas en algunos puntos podrían variar sustancialmente las condiciones del viaje. Si a lo deportivo le agregásemos lo lúdico y hasta un carácter de “educativo/cultural/turístico” podría variarse el espíritu de esa salida. Y esos chicos que “sufren” éstas excursiones deportivas, comenzar a gozarlas de otro modo.

Ejemplifiquemos…Más allá de la seriedad y jerarquía de los transportes exclusivos, uno se pregunta por qué no ofrecer cada sede anfitriona un servicio de combis a los visitantes para trasladarlos club-hotel-club y hasta organizarles un espacio de pasatiempo EN COMÚN CON LAS DELEGACIONES VISITANTES, de distracción, de CONFRATERNIDAD, coordinado con las direcciones o secretarías de turismo de cada comuna, para que los chicos conozcan lo más relevante de esas localidades, su historia, sus monumentos, sus sitios de relieve y así transmitan a sus padres luego el acervo nuevo incorporado.

 

De ésta manera, se eliminan costos exorbitantes a los papás/mamás en cuanto a traslado, pudiendo buscarse la vuelta, en realizar viajes con micros de línea cuyo costo de tickets es bastante inferior al del acordado con las empresas particulares. A su vez, pueden proponerse a las empresas de transporte interurbano un convenio de publicidad por hacer precio especial a 13 o 15 boletos de ida y vuelta más los padres, familiares, amigos que se enganchen a ir.

No estamos en contra, REITERAMOS, de los servicios de Traffic/Combis, pero en tiempos en los cuales hasta el Gobierno recomienda buscar la combinación precio/calidad de productos, si uno es padre y tiene que pagar tanto dinero para que su hijo viaje (SIN DUDAS SEGURO, EN UNIDADES MODERNAS CONDUCIDAS POR CHOFERES CONFIABLES Y ESTUPENDAS PERSONAS, ello no está en tela de juicio…) y en la ciudad donde debe competir no se salga un rato de paseo, vayan a un parque, a la costa, o a un museo, esto representa algo INENTENDIBLE.

Lo mismo puede hacerse por MENOR COSTO con empresas de transporte interurbano. Las tarifas en Terminal de Ómnibus están a la vista. Basta con levantar el teléfono y constatarlo. NO ADMITE DEBATE…

 

Vale acotar algo… Ese viajar en micro de línea, o en colectivos con otros padres y/o hasta otro plantel cociudadano, implicará asimismo una especie de obstáculo, de condicionante, para que los más inquietos ya no tengan el “patrimonio” de molestar a los más tranquis y éstos no se vean en la lamentable urgencia de reaccionar para poner coto a fastidiosos comportamientos.

Estaría formidable organizarse mejor con equipos de la misma ciudad y viajar juntos contratando un micro en el cual hasta que se pueda completar con padres/hermanos/familiares/amigos.

Todo ello estaría espectacular, coordinarlo con la sede anfitriona, pues tarde o temprano llegará el intercambio de gentilezas y, sostenemos enfáticamente, redundará en una sensible mejoría de la organización y COSTOS MAS BAJOS.

 

En cuanto a las comidas, creemos imprescindible que haya un veedor que VERIFIQUE las ingestas desayunando, almorzando y cenando lo mismo que los chicos, poniéndose en el lugar de un pibe de 12/13 años.

Hemos tenido la oportunidad de comprobar que NO SE PUEDE DISCUTIR la garantía de alimentosseguros, en dos sedes, pero sí la hechura, la confección de los menús han significado por ejemplo comer pollo extremadamente seco; con un timbal de arroz seguramente pasado de cocción pues los papis no son cheffs y pese a estar CONSAGRADOS por dar lo mejor de sí en la organización, también se merecen CON ABSOLUTA JUSTICIA ver los partidos y ahí el arroz suele pasarse; o que se lamente el reiterar fideos sábado a la mañana y fideos domingo a la mañana; o el postre no varíe de ser mandarinas bastante maduras; aunque lo peor se paladeó en los desayunos con cafés con leches con un sabor notoriamente distinto al de la casa, quizás por tipo o marca de productos  o vaya uno a saber qué…, con unas facturas PRESUNTAMENTE oreadas tanto por el aspecto como por los bordes secos…

 

Así, MAS ALLÁ DE LA BUENÍSIMA PREDISPOSICION DE LOS DIRECTIVOS LOCALES, los chicos no han comido bien y LÓGICAMENTE GURISES de 12 y 13 años, SUFREN al percibir esa DIFERENCIA OSTENSIBLE, más allá que unos tal vez se sientan consustanciados con esa manera de comer y otros NO. Pero éstos últimos son los que NO ESTÁN CÓMODOS y en éste subgrupo se encuentran los que llegan y hablan con los padres, y los que o no tienen diálogo fluido en sus hogares o quienes no suelen charlar con sus padres vaya uno a saber por qué…

Y volviendo a lo inherente a rubro alojamiento, sería INELUDIBLE, NECESARIO AL 100 %, que cada delegación cuente con un RESPONSABLE (técnico/dirigente/quien sea…) que NO SE DUERMA Y MUCHO MENOS ABANDONE EL HOTEL O ALBERGUE sin que TODOS los chicos estén durmiendo. Y cuando los mismos, en HORARIO PRUDENTE ya estén descansando, SUPERVISEN cada habitación y estén alertas a urgencias.

 

De hecho que, en la Liga Nacional los entrenadores, asistentes y/o jefes de delegación CONTROLAN ello. Y estamos hablando de CONTROLAR  a PROFESIONALES, o a jugadores de NO MENOS 18 años. Estos pibitos tienen 12 o 13 años y sabemos que han estado despiertos hasta altas horas de la madrugada y al otro día han ido a jugar como zombies.

Si los grandes no exigen DISCIPLINA, los chicos hacen lo que se les antoja…Así entonces se dan coyunturas que no podemos describir en ésta Editorial, por conductas increíbles de algunos chiquillos los que, como pre-citamos varios renglones más arriba…, se ven LIBERADOS, DESINHIBIDOS, y no solo que no descansan sino que MOLESTAN EL DESCANSO DE OTROS.

Por añadidura, desde la misma sede local se debe EXIGIR DE MODO ROTUNDO, que cada coach o jefe de delegación a TAL O CUAL HORA dé el Toque Final de “diversión” y se proceda a dormir. ¡Que sea REGLAMENTARIO este punto!!!

 

Ahí ya variaría notoriamente (en positivo…) la CALIDAD del descanso, infraestructura (condiciones de alojamiento al margen), y en especial, al otro día, los chicos lucirían otra imagen en TODO SENTIDO.

Y por favor… ROGAMOS… Sí… ROGAMOS que no se obtenga por devolución a ésta nota un “y bueno… no dejes ir al chico…”, o “cámbialo de club a alguno que no juegue Liguilla”. Sería la cereza que le falta al postre y lisa y llanamente una afrenta directa del que no habría retorno, y nos obligaría a ser MUY, PERO MUY INCISIVOS, MÁS DIRECTOS QUE NUNCA.

 

Solo buscamos análisis, reflexión, coherencia en cuanto a que, así como hay chicos que parecen estar “adoctrinándose” con padeceres varios sin protestar o sin comunicarle nada a aus padres, en una aparente busqueda de fama, celebridad y llegar no solo a la Liga sino a la NBA, hay otros que sí comentan sus vivencias, y siguen privilegiando el desear hacerse de nuevos amigos, realizar deportes sin presiones, cultivar cuerpo, mente y espíritu equitativamente, conocer otras ciudades, pero sin descuidar estudios y mucho menos mal poner en riesgo la salud en la más amplia visión de lo expresado (modo de viaje, alojamiento-gastronomía, horas de descanso, recreación, respeto por valores éticos, etc, etc…)

ROGAMOS NOBLEMENTE de nuevo que quien haya leído ésta Columna y se sienta aludido/ofendido/”tocado”, que la lea otra vez para interpretar las expresiones de un padre, un docente, un ex formador de basquetbolistas preocupado por lo que observa en una categoría donde quizás, tal vez, se le está exigiendo demasiado a chicos que tienen 12 o 13 años y así, en poco tiempo, tengamos muchos gurises fuera del basquetbol y hasta fuera del deporte, hartos de tanta presión estéril, de tantas exigencias para que de 12, UNO o DOS talentosos tengan ínfimas chances de llegar a la Liga.

 

Seguro que ya se los contamos y volvemos a la carga para ver si persuadimos a mentes que prosiguen estando confundidas… Con 48 años de edad, con 37 junto al básquet, les podemos brindar anécdotas RIQUÍSIMAS, con nombres y apellidos de tantos “cracks” que quedaron en el camino a partir de los 17 años, pero hasta esa edad, fueron los INTOCABLES, los PREDILECTOS, los PREFERIDOS, de esos entrenadores que, justamente, TAMPOCO LLEGARON A DIRIGIR NI EN LIGA B.

Eso sí… Como se les pagaba tan poco, tenían otro laburo más redituable, y se jubilaron NO JUNTO AL BASQUET sino en esas labores EXTRA-BASQUET… Y los chicos que tanto IMPULSARON, que tanto calificaron como GRANDES PROMESAS, quedaron en la nada… Tenemos la lista, ¿eh?…

 

Pero asimismo, de última, basta con contar CUÁNTOS JUGADORES DIO PARANA EN ESTAS CASI TRES DÉCADAS DE LIGA…

Repasen el Archivo… Sobran los dedos de las manos. O sea, en casi 30 años, DE MILES Y MILES de chicos llegaron MUY PERO MUY POCOS jugadores a ser PROFESIONALES. En realidad NO ENTRÓ NI UNO A LA NBA, tuvimos por unos meses uno en la NCAA y escasísimos llegaron siquiera a la Liga Europea.

 

Y fueron miles también los que DEJARON sin siquiera jugar un partido de Primera. ¿Vamos a seguir repitiendo esa tendencia??? ¿Vamos a seguir contándoles esto???

 

Estaría muy bueno que TODOS formulemos una fuerte autocrítica y analicemos A DÓNDE VAMOS. No hagamos la fácil de enojarse, de fastidiarse, y hasta armar contubernios ridículos contra el padre o la madre que opina distinto y lo manifiesta por la vía que fuere. Tratemos de meditar si se están haciendo las cosas correctamente y si hay alguna duda, que cada parte FUNDAMENTE si se está realizando un trabajo PERFECTO, como si se puede llevar adelante UNA LABOR MAS FECUNDA.

Al menos de nuestra parte, tenemos pruebas irrefutables de las deficiencias con que se vienen acometiendo ésta aventura de Liguilla Provincial y seguiremos revelando los errores, las carencias, y hasta profundizaremos la crítica -cuando llegue el momento de ser imperioso- dando ejemplos mucho más rotundos. Por ahora, continuamos “atacando” la generalidad.

Si lo conciben necesario, seremos puntuales, específicos, concretos en la muestra, la exhibición de que se están realizando las cosas con ELOGIABLE PREDISPOSICION, ADMIRABLE VOLUNTAD Y SACRIFICIO, pero motivados los papás-directivos por PASIONES O APASIONAMIENTO poco aconsejables.

A veces, UNO QUIERE HACER TANTAS COSAS y por ello falla, se equivoca, sin embargo, con un revisionismo humilde, con sensibilidad en la AUTOCRÍTICA, podrá limitarse, circunscribirse a hacer lo QUE PUEDE, de manera EXCELENTE.

Estamos convencidos que SÍ, SE PUEDE CAMBIAR. Hoy es el momento…Justo en el Día del Trabajador, los invitamos a que empecemos a TRABAJAR DISTINTO, en nuestras propias instituciones y propongamos cambios a la FBER para las venideras licitaciones. Desde ya que, CUENTEN CON NOSOTROS. COMO SIEMPRE…