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La historia se le vino encima a la Escuela Rivadavia

En 1910, la provincia de Entre Ríos, junto al resto de la Nación, asistió a la apertura de un importante número de establecimientos escolares, con el propósito de consolidar la enseñanza básica y homogeneizar la cultura nacional. Así, el 26 de mayo de 1910 el pueblo de Paraná festejó la inauguración del edificio de la Escuela Nº 3 “Bernardino Rivadavia” cuya piedra fundamental fue instituida en 1908 en terrenos cedidos por el gobierno provincial. Hoy, el Establecimiento luce sensiblemente deteriorado.

 

La ceremonia inaugural del edificio contó con la presencia del presidente del Concejo de Educación, Don Manuel de Antequeda, quien refiriéndose a la flamante obra edilicia expresó: “un edificio sólido, sobrio pero a la vez elegante, sano y alegre, como corresponde a los principios de los principios de igualdad democrática en que descansa nuestra carta fundamental”.

 

Con la asistencia de unos cuatrocientos veinte niños y un reconocido grupo de maestros y directores, la Escuela Bernardino Rivadavia abrió sus puertas a la comunidad, que asistió con beneplácito a los progresos educativos que prontamente se fueron operando: enseñanza de labores y oficios, de música y artes, y muy especialmente de la institucionalización de la Biblioteca Escolar “Bartolomé Mitre”, nacida del impulso de sus maestros y alumnos.

 

Con el devenir de los años la Escuela fue creciendo también en actividades sociales: en 1939 se inauguró la Sociedad Cooperadora, en 1942 el Centro Juvenil de la Cruz Roja, en 1948 el Centro de Ex Alumnos y en 1953, en cumplimiento de una disposición del Ministerio de Educación, se creó “El Club Escolar”.

 

Junto al crecimiento de los sectores medios durante la década de 1950, se asistió a un considerable aumento de la matrícula escolar, por lo cual en 1955 la Escuela debió incrementar un turno más.

 

En el transcurso de estos cien años de vida, la Escuela Nº 3 “Bernardino Rivadavia” de Paraná ha sido protagonista de una infinidad de importantes acontecimientos, y ha cumplido una trascendente obra educativa y social con generoso patriotismo, perseverante esfuerzo y clara conciencia de sus objetivos, que la prestigian sólidamente en la formación básica de su sociedad.

Hoy, con más de 500 alumnos y 105 años de existencia, el establecimiento que se emplaza en la esquina de calles Tucumán y Cervantes, exhobe un profundo deterioro.

Grietas, techos mohosos, patio en insalubres condiciones, cloacas y baños con indisimulables deficiencias que con el tiempo eclosionaron, conforman un panorama de riesgo para alumnos, docentes, vecinos y paseantes.

 

Pero además, pasillos, aulas, escaleras lucen en diferentes sectores que el detrimento ha llegado a límites de plena inseguridad, ocasionando indisimulable y lógica alarma en la Comunidad Educativa de la Institución, exigiéndose la irreversible clausura de ciertas áreas en especial las en riesgo de caídas de mampostería.

 

Desde el Gobierno se apersonaron el director Departamental de Escuelas, Roque Caviglia y el subdirector zonal de Arquitectura, Néstor Schierano, quienes comprometieron abordar como tareas inmediatas la remodelación en la conexión de desagües en pos de lograr un funcionamiento correcto del comedor escolar al que asisten aproximadamente 200 alumnos; imprimir una labor intensa en lo que atañe a refacción del sistema de cloacas; y la ejecución de otras obras de sostenimiento de estructura, y pintura, todo ello bajo supervisión no solo de las autoridades de la Escuela sino también de una Comisión de Padres creada para tal efecto en conjunto con la Cooperadora de la Institución.