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La colombiana Avianca Holdings comenzó el proceso para que Avianca Argentina deje de usar su marca

La aerolínea de origen colombiano Avianca Holdings ya emprendió acciones para dar por terminado el contrato de licencia de marca que tiene con la empresa argentina Avian Líneas Aéreas, que opera en el mercado como Avianca Argentina.

 

Los directivos de Avianca Holdings salieron esta semana a despegarse de la operación de Avianca Argentina, luego de que la aerolínea local presentara a la Justicia un pedido de convocatoria de acreedores el viernes pasado.

 

Si bien comparten el mismo nombre, ambas compañías aéreas funcionan en forma independiente y, hasta el momento, comparten un acuerdo de utilización de marca y también a uno de sus socios. Pero ahora, frente a las dificultades financieras que atraviesa la operadora argentina, los directivos de Colombia buscan eliminar por completo ese acuerdo que los une.

 

A comienzos de junio, Avian Líneas Aéreas pidió permiso a la Administración Nacional de la Aviación Civil (Anac) para dejar de operar por 90 días con el objetivo de reestructurar la empresa, su plan de rutas regulares y su modelo de negocios. Su situación financiera se había agravado debido a la quiebra de Avianca Brasil, de la que dependía. Finalmente, el viernes pidió el concurso de acreedores.

 

“Tenemos un acuerdo de marca, pero somos empresas diferentes. Avianca Holdings lleva operando en el mercado casi 100 años y Avian Argentina recién empezó hace menos de un año. Estamos trabajando para explicar que la operación de Avianca Holdings continúa normalmente, con vuelos a Bogotá y a Lima”, indicó Silvia Mosquera González, vicepresidente Senior de Ventas de Avianca Holdings que esta semana está en Buenos Aires.

 

“El camino legal para el cese de uso del nombre Avianca se inició porque es importante preservar la marca”, agregó la ejecutiva, y destacó que las dificultades de la empresa a nivel local están impactando negativamente en su negocio de vuelos internacionales que incluye dos vuelos diarios a Bogotá y un vuelo diario a Lima. A partir de la suspensión de la operación de Avianca Argentina, las ventas para los vuelos internacionales cayeron.

 

“Por incertidumbre y por miedo, la gente decide no volar con nosotros. Desde la Argentina, muchos pasajeros conectaban por Bogotá para ir al Caribe y esa demanda nos ha caído bastante. Tratamos de compensar con otros puntos de venta para que vengan a la Argentina”, indicó Mosquera. La Argentina representa un 3% de las ventas del grupo.

 

En las últimas semanas, la “tarifa media” —la tarifa promedio que pagan los pasajeros por un pasaje— de los vuelos internacionales de Avianca desde Buenos Aires cayó un 15%. Las tarifas de los vuelos van cambiando según el nivel de ocupación.

 

El impedimento de utilizar la marca es un proceso que la compañía ya aplicó con otra empresa de la región con la que tenía un acuerdo similar: Avianca Brasil. Como en el caso de la Argentina, la firma brasileña podía usar la marca en forma indefinida y con una renovación anual. “En el caso Brasil se le dieron seis meses para seguir usándola”, explicó Mosquera.

 

Además del acuerdo de uso de marca, ambas compañías —la colombiana y la argentina— comparten un accionista: el empresario Germán Efromovich. Los orígenes de Avian Argentina se encuentran en 2016 cuando Efromovich se quedó con Macair Jet, una firma de charters aéreos que había pertenecido al grupo Sideco, de la familia Macri.

 

Efremovich también es dueño del 51% de Avianca Holdings, la empresa colombiana, pero hace algunos meses perdió el derecho a voto en la junta directiva de la compañía. ¿El motivo? Haber incumplido con las condiciones financieras del acuerdo entre BRW Aviation (su empresa y socio mayoritario de Avianca) y la aerolínea United Airlines. Las acciones de BRW habían sido incluidas en la operación como garantía de un préstamo de USD 456 millones.

 

Con la posibilidad de perder el uso de la marca Avianca, la situación de Avian Líneas Aéreas es cada vez más complicada. La aerolínea había comenzado a volar rutas de cabotaje en la Argentina hace un año y medio: su primer vuelo salió de Rosario a Aeroparque en noviembre de 2017. Pero su llegada al mercado local estuvo marcada por varios reveses.

 

En primer lugar, las denuncias judiciales por sospechas que vinculaban a los accionistas de la compañía con Mauricio Macri, que demoraron 14 meses el inicio de sus operaciones con un costo estimado en USD 15 millones.

 

Luego, llegaron las dificultades financieras para Avianca Brasil, que formaba parte del mismo grupo empresario y que en diciembre de 2018 se declaró en bancarrota con deudas por unos USD 260 millones.

 

Avianca Argentina llegó a transportar 215.000 pasajeros, con vuelos entre Aeroparque, Rosario, Mar del Plata, Río Hondo y Resistencia. A fines de diciembre debió devolver un Airbus 320 con el que tenía previsto iniciar vuelos internacionales a partir de marzo.