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La CGT ratificó la marcha del 22 y recibió silbidos por no convocar a un paro general

La CGT confirmó que marchará a Plaza de Mayo el 22 de agosto, emitió un duro comunicado contra el Gobierno, donde anticipó que resistirán los proyectos en curso de reforma laboral, y anunció que, tras la marcha, realizará una reunión del Comité Central Confederal para definir nuevas medidas.

 

Pese a los reclamos que emitieron distintos secretarios generales durante el plenario que se desarrolló en el microestadio de Ferro, no se anunció un paro general y el triunvirato de conducción pidió una estrategia “inteligente” y privilegiar la “unidad”.

 

Hubo intercambios tensos, silbidos y algunos abucheos que interrumpieron los discursos durante el plenario que convocó el consejo directivo de la CGT en el microestadio de Ferro. La novedad fue la participación de la Corriente Federal, que dirige el bancario Sergio Palazzo, un sector que sumó cuadros propios en las listas de Unidad Ciudadana, la coalición que busca llevar a Cristina Kirchner al Senado. No estuvo, en cambio, el sector identificado con el taxista Omar Viviani e integran importantes gremios, como la Unión Ferroviaria, Smata y Luz y Fuerza (ver recuadro).

 

Palazzo fue el primero en intervenir frente al plenario. En su discurso fustigó al Gobierno por la situación económica y la intervención judicial de gremios. Confirmó su apoyo a la marcha del 22 de agosto pero reclamó que, tras la manifestación, “si no hay respuestas, se convoque a un confederal para intensificar las medidas de fuerza y si es necesario llamar a un paro general”. Desde las tribunas bajó el grito “paro, paro, paro; huevo, huevo, huevo”, que se escuchó varias veces durante el plenario de ayer.

 

La Corriente Federal es crítica con la conducción de la CGT y decidió no formar parte del consejo directivo; sin embargo, permanece dentro de la central. La última vez que habían participado de una iniciativa como la de ayer había sido en abril del año pasado, en la marcha que realizó la CGT junto a movimientos sociales frente al Monumento al Trabajo.

 

Uno de los discursos más encendidos fue el de Omar Plaini, el líder de Canillitas, que tiene su sindicato intervenido por decisión del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi. La cuestión judicial es uno de los temas más espinosos para los dirigentes gremiales, y apareció en varias intervenciones. Tras su alocución, varios delegados del interior del país reclamaron ponerle fecha al paro. Hubo, incluso, una moción para que sea llamada la huelga general el 23 de agosto.

 

En distintos momentos se escucharon reclamos en favor de un paro, también hubo abucheos cuando hablaron los integrantes del triunvirato. Pero lo que más irritó a la conducción cegetista fue la intervención de Leonardo Fabre, de Apops. “Hace poco tiempo hicimos una movilización y hasta nos robaron el palco. No nos están respetando y este gobierno tiene que aprender a respetar a los trabajadores”, declaró el dirigente.

 

El encargado de responderle fue Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato que comanda la CGT. Reconoció que hay críticas pero advirtió que ningún secretario general está en condiciones de dirigir en soledad la central obrera. “Tenemos que organizarnos para dar la pelea del mejor modo posible”, sugirió el dirigente.

 

Sobre el cierre, el triunviro Héctor Daer también insistió en cuidar la unidad: “No se trata de estar histéricos, de estar nerviosos, hay que ser inteligentes y estar organizados para emprender una lucha organizada que nos lleve a un triunfo y no aventuras”. Y agregó: “No les quepa ninguna duda de que vamos a tomar todas las medidas que sean necesarias”.

 

La ausencia de Viviani

 

El Movimiento Argentino de Acción Sindical (MASA) no participó ayer del plenario organizado por la CGT, a pesar de que esta semana mostraron un acercamiento con la conducción durante un encuentro organizado el miércoles. El MASA reúne gremios que no forman parte de la unidad, como los taxistas de Omar Viviani, la Unión Ferroviaria que dirige Sergio Sasia y los trabajadores metalmecánicos que lidera Ricardo Pignanelli.

Fuentes de la central obrera afirmaron que la ausencia fue definida a último momento y explicaron que había temor a un enfrentamiento con los militantes de la Uocra y Camioneros.

Desde el MASA, sin embargo, hubo ayer una versión diferente: explicaron que aún faltaban más encuentros reservados para terminar de “pulir” la unidad ampliada. También dijeron que no se les acercó el documento que se leyó en el plenario, pese a la promesa que habían recibido en ese sentido pocos días antes.