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La AFA desligó al Gobierno

Julio Grondona y José Luis Meiszner despegaron a la Casa Rosada del plan para fusionar a la Primera con la B Nacional; negaron haber recibido presiones. En Balcarce 50 habían caído mal las declaraciones de los dirigentes de varios clubes, que despotricaron contra el nuevo formato del torneo de primera, dejando entrever presiones del Gobierno, socio de la AFA en la televisación de los partidos, en la reestructuración del campeonato.

 

Cerca del mediodía, en el edificio de la calle Viamonte se había tomado una decisión: llamar a una conferencia de prensa para las 19 de ayer. Allí hablarían Julio Grondona y José Luis Meiszner, y su discurso buscaría ganar tiempo: el mensaje era desligar al Gobierno del nuevo formato de torneo, argumentando que la entidad rectora del fútbol argentino “está llena de proyectos”.

Además, los oradores buscarían bajar el revuelo mediático generado en torno al nuevo campeonato. Harían hincapié en el tiempo que falta para aprobarse –la Asamblea de la AFA lo tratará recién a fin de año– y sostendrían que lo que salió a la luz es sólo “un anteproyecto”.

 

Pasado el mediodía se filtró el descontento del Gobierno y el posible contraataque de la AFA, y eso irritó aún más tanto al Ejecutivo como a algunos dirigentes de la sede del fútbol argentino. Por lo bajo, y en estricto off the record , había quienes aseguraban que el nuevo formato “estaba muerto, sepultado”. En esas circunstancias, la conferencia de prensa fue suspendida y reemplazada por dos acciones puntuales, por un lado, la publicación de un comunicado en la página web de la AFA en el que se brindaban precisiones sobre el cambio en el formato de los torneos. Por el otro, sendas entrevistas con Meiszner y Grondona, en las radios La Red y Rivadavia, respectivamente. Ambos dirigentes, en sus respuestas, cumplieron a rajatabla con el pedido de la Casa Rosada.

 

En su entrevista, Grondona fue más allá y pateó para después de las elecciones (generales y de la AFA) la Asamblea en la que se tratarán las modificaciones al torneo de primera. “El tema debe ser posterior a la elección de autoridades, para no confundir las cosas. Si la Asamblea no aprueba los cambios, seguiremos como hasta ahora”, indicó el veterano dirigente, abriendo el paraguas por si el boceto del nuevo torneo –cuya estructura y descripción es de apenas dos hojas– es encajonado y jamás ve la luz.

 

“En 32 años, jamás hubo una exigencia de un gobierno nacional hacia la AFA”, añadió Grondona. Minutos antes, su mano derecha, José Luis Meiszner, había hecho su trabajo por La Red: “Una cosa es hablar y otra es imponer. Extorsionar. Apretar. Le doy la más absoluta certeza de que de ninguna manera esto es una imposición siquiera tangencial de la autoridad política”, señaló el dirigente quilmeño, responsable de la organización de la última Copa América y de estrecha vinculación con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

 

Las definiciones de Meiszner y Grodona no se limitaron a limpiar la injerencia del Gobierno en la reestructuración del fútbol argentino. El presidente de la AFA dio por terminado el contrato con Trisa por el que TyC Sports transmite los partidos de la primera B Nacional: “El próximo campeonato de la B Nacional se va a televisar por televisión abierta”, afirmó el caudillo de Sarandí.

Y agregó: “Se tendrá que rescindir el contrato. Se llegará a un entendimiento y el juicio se vendrá si no hay entendimiento en los valores. Pero ese campeonato no es un campeonato donde recibimos una cantidad de dinero que traiga un trastorno económico, porque el total es de $ 43 millones”.

Además, recalcó que “los promedios continúan” y que “el asunto de las promociones es muy bueno, pero no hay una promoción que termine con tranquilidad”. Para entonces, todo había pasado. Algo quedó: la sensación de que el megacampeonato se enfrió. Al menos, hasta que pasen las elecciones y todo vuelva a recalentarse.