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Juventud ascendió al Argentino A

Juventud Unida de Gualeguaychú ganó y jugará por primera vez en su historia el Torneo Argentino A. El grito del desahogo llegó recién a los 41’ del segundo tiempo, cuando el partido parecía tener como destino ineludible la definición por penales.

El centro de Rodríguez llegó desde la derecha y encontró, por primera vez en el partido, la cabeza de Weissen: el goleador buscó el segundo palo y, como en cámara lenta, la pelota fue entrando al arco; el línea corrió hasta la mitad del campo de juego y las gargantas que se multiplicaron por miles se fundieron en el grito de gol.

Con un solo gol le alcanzaba a Juventud para despedirse del Argentino B. Pero, aunque los de Gualeguaychú fueron superiores durante todo el partido, hubo que sufrir hasta el minuto 85.

Juventud Unida se despidió de la B con gloria y a partir del próximo mes será el equipo que represente a Gualeguaychú en la 3ª categoría del fútbol argentino.

¿Si no ascendían quemaban el estadio y mataban a alguien?

La violencia está tan metida dentro del fútbol argentino que ya pasa a ser normal y en ocasiones ausente ante nuestros ojos, pero ayer, en medio de los festejos, una vez terminado el partido, ocurrió una escena que dejó a varios espectadores con el dolor insoportable del gas lacrimógeno y a un efectivo policial lesionado por recibir un tablón de la tribuna en su cabeza.

Antes de que finalizara el partido, la hinchada de Juventud Unida ya había desarmado el alambrado con la intención de ingresar al campo de juego. La Policía previendo esto y por seguridad de los visitantes y los árbitros, puso al personal del Grupo Especial con sus escudos frente a la hinchada para impedir la invasión.

Fue en ese momento que unos pocos hinchas empezaron a desarmar los tablones de la tribuna y  a arrojarlos por arriba del alambrado. Son cortes de madera dura y pesada que terminaron lesionando a un funcionario de 26 años, a quien le cayó uno de estos tablones en la cabeza.

Fue llevado a la cínica San Lucas, donde luego de tres horas fue trasladado a su casa ya recuperado. Para frenar la invasión y repeler la agresión, el Grupo Especial recurrió al gas lacrimógeno.

El jefe de Operaciones, comisario Adalberto Roldán, contó a los colegas de El Día que estaba pactado que el público ingresara al campo una vez que se retirara el equipo contrario, pero la hinchada no acató el pedido de esperar unos minutos y se originó esta situación.

Roldán explicó que el operativo fue el más grande que se ha realizado en una cancha en la historia de Gualeguaychú. Fueron 210 los policías que participaron, de los cuales 120 se encontraban dentro del campo de juego y el resto diseminados dentro y fuera del estadio. Además contó con 20 vehículos, cuatro equinos y 10 motos.