Justicia y Coronavirus: un cóctel explosivo en Entre Ríos
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Mientras crece la cantidad de contagios por Coronavirus en la Provincia, muy especialmente en la Capital entrerriana, la comunidad cuestiona la extensión de la Cuarentena, y se reproducen incontables audios a través de enlaces celulares o mediante Redes Sociales, en los cuales se denuncian -de modo anónimo- innumerables flagrancias. Gobierno (provincial y Comunas), rara vez, sale a desmentir las especies. ¿Y la Justicia? ¿Hay un trabajo articulado entre Poderes?
Tras cada parte epidemiológico del Ministerio de Salud de Entre Ríos, surgen incalculables versiones respecto al origen de los cuadros positivos por Covid-19. Confusamente, el Estado prefiere desestimar los murmullos pero se siguen sin otorgar detalles precisos sobre el gérmen, el embrión de las infecciones.
Se cita la investigación del “nexo epidemiológico”, pero no se comunican medidas dispuestas o a disponer en cuanto a si hubo contravenciones a los decretos de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en sus distintas Fases. Por ende, todo queda envuelto en un manto de sospechas inconducente.
Si ante distintos episodios jurídicos penales, desde el mismo seno de la Justicia se emiten partes oficiales respecto a procedimientos tribunalicios, es básicamente extraño, singular, que no haya una difusión CATEGÓRICA de los actos procesales (si los hubiera) llevados a cabo tras esas exploraciones epidemiológicas.
De marzo a hoy, NADA se supo acerca de declaraciones indagatorias y/o audiencias de flagrancia; menos aún de juicios abreviados y audiencias de suspensión de juicio a prueba.
Aún más, se han vertido chismes inherentes a registros domiciliarios realizados por las fuerzas de seguridad y seguidos por funcionarios judiciales pero nada se informó en concreto, pese a darse abundantes detalles en el runruneo de la calle.
Somos conscientes que como consecuencia de la feria extraordinaria por razones de salud pública los agentes jurídicos se encuentran en una etapa de transición; no obstante con el fundamento de garantizar el servicio de Justicia en asuntos que no admitan demora, se ha intentado ampliar las cuestiones de feria para atender la mayor cantidad de asuntos posibles. De hecho, día a día recibimos en nuestra Redacción la agenda de actividades (en el plano Penal) transmitidas mediante sistemas de teleconferencias.
Ya desde lo estrictamente funcional, con un sistema judicial de causas que pasó de ser complementario a convertirse en la única herramienta para garantizar la prosecución del proceso; causas y documentación que no se encuentran digitalizadas en su totalidad; ausencia de un canal o sistema formal directo entre abogados particulares y fiscalías en causas que se encuentran delegadas o presentan autor desconocido, entre otros, vemos complejo el objetivo de TRANSPARENTAR circunstancias dudosas de contagios.
Desde una perspectiva más general, observamos imputados, querellantes y/o testigos que se encuentran estrictamente limitados por resultar personas de riesgo al virus, o bien por carecer de los elementos tecnológicos mínimos para incorporarse al sistema. También abogados y agentes judiciales que no pueden comparecer a sus estudios y/o dependencias de trabajo y han tenido que acondicionar un sector de su domicilio para seguir desempeñando las tareas de la mejor manera.
Al encontrarnos ante una enfermedad inclemente, la vuelta a la normalidad parece muy lejana. Los establecimientos judiciales suelen ser en general reducidos para la distancia de prevención recomendada por los organismos de salud y la circulación del flujo de abogados. Aun implementando protocolos, el regreso resultaría riesgoso. Todo indica que la Justicia seguirá funcionando exclusivamente en formato digital.
En definitiva, la expansión de la pandemia, sumado a las posibilidades que nos brinda la tecnología, nos ha impuesto estas circunstancias extraordinarias y, claro está, el desafío que conlleva adaptarnos a ellas. Y muchos de estos cambios llegaron para quedarse.
Es imprescindible aprehender la inminente necesidad de modernizar elementos y métodos de trabajo que mejoran el funcionamiento del sistema judicial. Ello sin perder de vista que, en determinadas circunstancias y actos procesales -y siempre que las condiciones sanitarias vuelvan a permitirlo-, la inmediatez y la oralidad de manera presencial son fundamentales para el debido curso del proceso.
Mientras tanto, la sociedad solo pide que se aceiten los mecanismos de difusión entre Justicia y Gobierno para no solo desmentir o apelar a la indiferencia, sino también COMUNICAR las indisciplinas, los desacatos, las transgresiones de algunos que no tienen el más mínimo pudor de desobedecer las normas establecidas, incluyendo, nada más y nada menos a miembros del Poder Judicial, Ejecutivo y Legislativo, o funcionarios de distintos organismos provinciales y comunas.
El Pueblo quiere saber de qué se trata… Frase icónica para representar los contextos en que la población reclama TRANSPARENCIA a TODOS los actos de Gobierno. Es un BUEN momento para que renazca la CREDIBILIDAD plena de nuestra Clase Política, como también de los jueces entrerrianos.
Como sería JUSTO que el mismo Pueblo SE HAGA CARGO de lo que le compete: compromiso, RESPETO por las leyes, y SOLIDARIDAD. Quien haya incurrido en una transgresión respecto al Aislamiento, QUE SE HAGA CARGO y no oculte valiosa información. ¿Queremos políticos y jueces responsables? Que esa RESPONSABILIDAD arranque en casa.