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Isela Costantini: “La situación de Aerolíneas Argentinas es grave y el default es inminente”

Isela Costantini dejó el sillón de CEO de General Motors, donde se transformó en una de las figuras más importantes del mundo empresario local, para hacerse cargo de Aerolíneas Argentinas y ahora, a un mes de comenzar su gestión, ya tiene las primeras impresiones sobre el estado de la aérea de bandera.

 

“Estamos en la etapa de la concientización y la transparencia que permita ver a dónde está parada la empresa”, expresó en entrevista con El Cronista, la flamante titular de Aerolíneas Argentinas, quien acotó: “dispusimos una baja de 30% en los costos no operativos, que son los que no impactan en la operación”.

 

“Doce mil doscientos empleados es mucho, pero lo que todavía no sabemos es cuál es el número ideal. Hubo realmente una necesidad de crecimiento de empleados porque es cierto que también aumentó la flota de la compañía, que en 2008 era de 28 y hoy de 74. Nuestro trabajo es ver si este avance se dio en los lugares que se necesitaba. Con esto no sólo podremos ver la cantidad sino también la calidad de los profesionales”, añadió Constantini.

 

“Estamos evaluando cada ruta, pero no sólo por la ruta en sí, sino también por cuestiones como el avión con que se hace o el horario. A veces son interesantes pero en malos horarios, por ejemplo. Hay rutas que se pueden ver como marginales o que pueden tener rentabilidad negativa, pero si con esto se incrementa la economía de una provincia o ciudad, y vemos que su nivel de ocupación va a crecer, entonces estará muy bien. Lo que no se puede es mantener vuelos con ocupación del 40% o 50 por ciento”, informó la máxima responsable de AA.

 

“Queremos llegar al déficit cero, pero a la vez seguir conectando cada vez más a los argentinos, a más ciudades. Nos encantaría duplicar la cantidad de vuelos domésticos el año próximo y en eso trabajaremos”, expresó con gesto optimista.

 

En cuanto a cómo avanzarán con el plan de incorporación de aviones, manifestó: “Hay un plan que tiene que ver con el compromiso que había tomado la gestión anterior de recibir aviones de Airbus y Boeing. La semana pasada recibimos uno y ya entró en operación. Primero deberemos entender adónde estamos parados hoy con lo que tenemos. Hay algunos aviones que nos gustaría no tenerlos hoy en nuestra flota, hubiéramos preferido otros. Deberíamos recibir 20 aviones que quedaron comprometidos. Pero lo que más nos impacta es el nivel del déficit. Todo avión es interesante porque queremos mejorar la conectividad, pero el nivel de deuda que esto arrastra es demasiado alto”.

 

En relación a si es veraz la versión en lo inherente a que comenzaron a llegar notificaciones de default por parte de proveedores, Constantini respondió: “La situación es grave y empresas dedicadas al equipamiento aeronáutico o leasing nos mandaron notificaciones de default, una situación que no esperábamos. A Boeing se le deben por ejemplo u$s 110 millones que se deberían haber pagado el año pasado; y otro tanto ocurre con Boeing. Los proveedores en muchos casos son los primeros que se acercaron para conversar sobre la refinanciación de la deuda. Estamos viendo la forma de renegociar o recurrir a algún banco. Contratamos una auditoría externa y en los próximos 45 días nos entregarán una lectura de cómo se entregó la empresa. Por otro lado, justamente hoy –por ayer– se incorporó una nueva persona encargada del departamento de Compras; estamos reestructurando toda esa área y se revisarán todos los contratos y procesos”.

 

Para finalizar, se le preguntó acerca de en cuánto se podrán tener números concretos sobre la compañía, y Constantini aseguró: “No tenemos balance, todavía estamos tratando de rearmar los números. El último auditado es de 2013, que estuvo a cargo de KPMG, y todavía está sufriendo para poder cerrar 2014. En cuanto al déficit, incluye no sólo gastos de la operación, sino también deudas que se deberían haber saldado en 2015 e incluso en años anteriores”.