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HONDA CONSTERNACIÓN EN PARANÁ GENERA LA MUERTE DEL PRESTIGIOSO COIFFEUR JULIO CÉSAR

Si bien expertos en Criminalística de la Policía de Entre Ríos desarrollan por estas horas las pericias respectivas para determinar fehacientemente las causas formales de la muerte del reconocido coiffeur Julio César Bel, las comprobaciones y diligencias primarias tomadas con las máximas garantías técnicas y procesales, bajo la supervisión de la fiscal, Patricia Yedro, dejan entrever que se trataría de una autodeterminación.

 

Una comitiva de la Jefatura Departamental de la Policía de Entre Ríos, encabezada por el comisario Mayor Marcos N. Antoniow, se apersonó al salón de peinados Julio César, sito en Feliciano y San Martín de nuestra ciudad, habiéndose recibido en dependencias de la Fuerza un llamado telefónico de emergencia.

Ingresando por la puerta trasera del local, los miembros de la Fuerza hallaron en una sala/jardín interior de espera, el cuerpo sin vida del propietario, un reconocido peluquero estilista quien, por las características de la escena y las pericias constituidas se habría quitado la vida con una escopeta calibre 16, cuya procedencia será objeto de rigurosos análisis.

 

Luego de protegerse adecuadamente el lugar del hecho, procurando contemplar el carácter efímero y frágil de los vestigios, su fiabilidad y la preservación de su integridad física, las primeras medidas adoptadas en la investigación de rigor incluyeron tomas fotografícas, evaluaciones de planimetría, balística, química, huellografía y dactiloscopía, entre otras, mediante técnicas reconocidas e irrefutables, basadas en el conocimiento y experimentación científica, procediéndose al levantamiento de indicios, suministro de los mismos al laboratorio, cadena de custodia y la confección del informe pericial con el objeto de interpretar correctamente y reconstruir lo ocurrido en pos de comprender fehacientemente lo que sucedió.

En su etapa de mayor impacto, Julio César era un profesional de la imagen, que estudiaba los rasgos faciales de la persona, pero también su personalidad, y el estilo a la hora de vestir con el fin de poder adaptar su peinado a las tendencias del momento y así adaptarlas mejor a su conjunto. Es decir, era el encargado de llevar a cabo una asesoría lo más completa posible según el resto de características que tenga la persona para acertar de pleno con el resultado final.

 

El oriundo de Las Moscas llegó a Paraná en la década del ’80 imponiendo un sello: quien llegaba a su salón buscaba no solo un peinado, sino las últimas tendencias en moda, incluso relacionando el estilo de vida que llevaba el cliente.

 

Ponerse en manos de Julio César involucraba no solo la realización del corte o el tinte personal pensado antes de sentarse en su confortable sala, sino también entendiendo lo que él creía adecuado para tal rostro o cuerpo, dependiendo de la clase de cabello y el tratamiento correspondiente que debía recibir.

Julio César era un todo. Creaba una composición completa de la imagen de sus clientes como estilista, y procedía a estudiar cada clase de cabello, las trazas propias de cada pelo y cuero cabelludo, sin obviar rasgos faciales o características físicas.

 

Julio César Bel, un ícono de esta profesión, que recientemente había cumplido cuatro décadas como estilista, fue un vanguardista en cuanto a modas y tendencias, era una marca registrada, un símbolo del coiffeur de alta gama, habiendo cosechado innumerables lauros de trascendencia local, regional, nacional e internacional.

Su deceso produce honda conmoción en la sociedad paranaense, y profundo dolor a una Familia, esposa y dos jóvenes hijos, que no hallan consuelo. A la vez, genera sensible atribulación a personal del local por el futuro de la firma.