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Hasta siempre Fala…

ESPECIAL, por Francisco “Pancho” Calderón (*).- Nos enteramos tarde… Y la noticia produjo hondo estupor. Me quedé absorto; invadiéndome una mezcla de asombro y profunda tristeza. Por Echagüe pasaron innumerables figuras del básquet, pero no muchos dejaron una extraordinaria imagen en lo personal y por su coraje dentro de la cancha. Alberto Guido Falasconi fue uno de esos “elegidos”, y hace tres días nos dejó el cordobés de San Francisco con tan solo 55 años de edad.

La noticia pasó algo desapercibida quizás por la vorágine en la cual vivimos los argentinos, con un día a día a puro frenesí, sobrando las coyunturas aciagas en lo socioeconómico y con un aporte fundamental de una clase política que no logra ordenar el país y sigue aferrada a necias peleas intestinas en una execrable carrera odiosa por la ambición de poder.

Tal vez, los canales informativos del básquet no le otorgaron el merecido impacto por distintos motivos, y si bien hubo medios periodísticos que tributaron sucintos informes, nos queda (una vez más…) la sensación que un basquetbolista de alto rendimiento solo deslumbra y es acreedor a extensos espacios de prensa casi exclusivamente cuando accede al rol estelar de selección o trasciende las fronteras.

“Fala”, o “Beto” o “Falasca”, no era un “player” marketinero… No era amigote de los periodistas situados en la cumbre de una profesión muy particular (sobre todo en esta bendita república…).

Más bien lucía por su simpleza, su sencillez y por su eterno “ir de frente” para expresar moderadamente lo que sentía, pese a que muchas veces ese mensaje no guste precisamente por estar despojado de la famosa hipocresía que pulula en nuestro peculiar baloncesto.

Los flashes de las cámaras no lo encandilaban, y prefería asumir un perfil ultra bajo para destacarse como “obrero” en cada equipo, hablando poco y haciendo mucho, donde sobresalió por su conducta, no exenta de inteligencia para moverse bajo los tableros.

No tuve el honor de ser su amigo. Pero solíamos compartir breves y muy fecundas charlas en las cuales nunca había pretextos para analizar el porqué de una derrota.

Lo califico como uno de los basquetbolistas más respetuosos con los que dialogué a lo largo de 36 años de carrera periodística. Intachable. Pleno de valores.

Y esos principios éticos lo reflejaban sobre el parqué. Fue un luchador, un guerrero. De esos que no le esquivan al trabajo, al esfuerzo, a la dedicación 100 %.

Le perdimos el rastro luego de aquella campaña 98/99 compartiendo el equipo de Pablo Columba junto a Michael Stura, el “Vasco” Azuaga y Ale Coronel, quien también partiera hacia el Cielo hace 12 años.

Alberto Guido Falasconi supo ser campeón de Liga y Sudamericano con Independiente de General Pico, tres años antes de desembarcar en Paraná.

Sus primeros pasos en el basquetbol los dio en Unión Social de San Francisco y luego vistió las camisetas de Atlético Brown de San Vicente y Atlético de Rafaela.

“Descubierto” por León Najnudel hizo su primera aparición en la Liga Nacional con la camiseta de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia.

Luego de salir campeón con Independiente, Alberto tuvo pasos por Pico FC, Echagüe, El Tala, San Isidro de San Francisco y finalizó su carrera basquetbolística en 9 de Julio Olímpico de Freyre. Su última aparición en una cancha de baloncesto fue en el Torneo de Leyendas organizado por Brown de San Vicente.

“Falasca” falleció en la madrugada del 11 de julio en Colonia Iturraspe, a los 55 años (hacía 2 meses que los había cumplido) víctima de un paro cardiorrespiratorio. Luego de un oficio religioso en el club El Tala, sus restos fueron inhumados en el Cementerio de San Francisco.

Seguro que Dios ya le concedió un lugar especial e iluminará desde el Cielo a Analía, a Guido a Cristian, a su viejo Oscar, a sus hermanos Virginia, Germán, Eduardo y toda la gente que lo valoró de verdad, dentro y fuera de un estadio.

Chau crack… Hasta siempre!

(*) Director Periodístico de www.cuestionentrerriana.com.ar

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