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Habrá monitoreo conjunto de Botnia y del río Uruguay

Fue la cuarta reunión, y fue la vencida. La presidenta Cristina Kirchner y su par de Uruguay, José Mujica, firmaron ayer un acuerdo que establece el monitoreo conjunto de la planta de UPM (ex Botnia) y del río Uruguay para controlar una posible contaminación ambiental. El trabajo estará a cargo de una comisión de científicos que podrán ingresar en la pastera ubicada en Fray Bentos y en otras plantas de producción agropecuaria en suelo argentino.

Ese paso, clave para superar el largo conflicto entre los dos países, fue anunciado por los cancilleres Héctor Timerman y Luis Almagro en la residencia presidencial de Olivos tras el encuentro entre ambos presidentes.

Por la noche, en la Casa Rosada, Cristina Kirchner calificó de “muy bueno” el entendimiento. “Con Mujica siempre hay muy buena onda. La verdad es que le encontramos la respuesta a un problema de años que teníamos que superar”, dijo.

Sin embargo, la asamblea de Gualeguay- chú, que protestó durante tres años y medio con un corte del puente que une esa ciudad con Fray Bentos, del lado uruguayo, no se mostró conforme. Ratificó ayer que respetará el levantamiento del bloqueo, pero confirmó que marchará hoy al mediodía en protesta ante la embajada de Finlandia. Según los asambleístas, el acuerdo “favorece la postura uruguaya”.

“Es un acuerdo ejemplar en el marco del tratado y de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU)”, señaló la mandataria, que se mostró exultante, también, por el anuncio que hizo al mediodía sobre el aumento de las jubilaciones, como se informa en la página 5.

“Cuando estoy en Montevideo, parece que estoy en una calle de Buenos Aires. Nada puede separarnos”, dijo la Presidenta, al destacar su cercanía con Mujica.

Cristina Kirchner explicó que el monitoreo se hará “de acuerdo con las normas de la CARU: dos científicos argentinos y dos uruguayos”. Y añadió que “se forma un comité científico que funciona dentro de la citada comisión administradora”.

Ante una pregunta sobre si el entendimiento firmado ayer iba a satisfacer a los asambleístas, Timerman se mostró molesto y evitó opinar: “Yo no creo, yo trabajo, mi tarea no es adivinar el futuro”, dijo el canciller ante su par uruguayo.

El convenio comprende la conformación, en el plazo de 30 días y en el seno de la CARU, de “un comité científico integrado por dos científicos uruguayos y dos argentinos a elección de cada país”. Su función radicará en “monitorear el río Uruguay y todos los establecimientos industriales, agrícolas y centros urbanos que vuelcan sus efluentes al río Uruguay y sus áreas de influencia”, incluidas las que se ubican en la margen argentina del río.

El primer paso será comenzar con la planta de UPM (ex Botnia) y seguirá en la Argentina con un establecimiento, que será seleccionado por la parte uruguaya.

Luego continuará en forma alternativa en uno y otro país. El acuerdo prevé que cuando “se trate de un monitoreo en la margen izquierda del río, las acciones estarán a cargo de la Dinama (Uruguay), acompañada por el comité científico de la CARU y se usarán para todos los monitoreos la normativa de este organismo y la uruguaya que sea de aplicación”.

En tanto, cuando se trate de la margen argentina del río, estará a cargo de la autoridad de aplicación de nuestro país y del comité y “se usarán para todos los monitoreos la normativa de la CARU y la argentina que sea de aplicación”.

Se tomarán muestras por duplicado, agrega el convenio, “una de las cuales será entregada en el acto al comité científico”. Las partes podrán ingresar hasta 12 veces por año a cada planta investigada.

Se utilizarán censores y todas las innovaciones científicas y tecnológicas que las partes acuerden. La información del monitoreo, dice, “será pública, respetando los tiempos científicos”. Con la satisfacción de la firma, Timerman aventuró que “con esto se cierra un capítulo y comienza otro”.