Grondona eligió un DT a su medida
Su versatilidad, bajo perfil y la gran relación que mantiene con varios de los jugadores y con el presidente de la AFA, Julio Grondona, le permitieron a Sergio Batista convertirse en el sucesor de Diego Maradona y asumir sus funciones como entrenador oficial de la selección mayor.
En menos de tres años, Batista pasó de dirigir a la selecciones juveniles al equipo de mayores, en medio del tironeo y el reclamo de algunos dirigentes de primera línea que hubieran preferido una figura con mayor prestigio en el cargo.
Para la mayoría de los especialistas vinculados al deporte más popular el hombre indicado a suceder a Maradona era Carlos Bianchi, eterno candidato a hacerse cargo del equipo nacional, aunque la AFA se inclinó una vez más por otro hombre.
Tampoco ingresaron en la terna nombres con historia como Américo Gallego, Alejandro Sabella, Ramón Díaz o Diego Simeone, solo por mencionar algunos.
Es evidente que los años no vienen solos por lo que Grondona quiere transcurrir los últimos de su larga gestión al frente de la AFA sin grandes turbulencias y con el mayor consenso posible.
En ese marco, la personalidad de Batista le viene como anillo al dedo ya que quienes conocen de cerca al ex jugador de Argentinos Juniors y River aseguran que sabe escuchar y no se incomoda ante sugerencias que para otros podrían ser inoportunas.
Las destacadas actuaciones del equipo nacional frente a Irlanda y España terminaron por abrirle las puertas cuando pocos lo tenían en los cálculos, y a pesar del traspié frente a Japón.
Batista tendrá por delante el enorme desafío de ganar la Copa América, que se jugará a partir de junio próximo en el país, y luego buscar la clasificación al equipo para el Mundo 2014, que se disputará en Brasil.
El nuevo seleccionador tiene todo por hacer, por eso no puede perder tiempo ya que a la vuelta de la esquina lo espera el amistoso ante Brasil, un compromiso que hubiera querido evitar.