¡Feliz cumpleaños cardenal!

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El cardenal Estanislao Esteban Karlic celebra hoy sus 87 años. La combinación de su lealtad religiosa y su apertura humana, con una gran capacidad de diálogo con gente de toda condición, creyentes de diversas religiones o agnósticos, y una encomiable apertura de espíritu, sin rechazar nunca el encuentro y el diálogo con todos, hacen de éste notable prelado uno de los máximos referentes del catolicismo en el Continente.

 

Un espíritu de caridad pastoral profunda, atento a todas las situaciones, especialmente a las más difíciles, firme en sus convicciones, emisor permanente de un mensaje de paz y de esperanza, lleno de sentimientos de amor y fraternidad, han caracterizado el rol de tan suprema eminencia, nacida en Oliva el 7 de febrero de 1926.

 

Karlic ha sido un incansable mensajero de la Buena Nueva de Cristo, para ayudar a la Iglesia a ser testigo del amor de Dios por toda la humanidad; un líder espiritual que ha servido humildemente a Dios y a la sociedad mediante sabios esfuerzos para construir una nueva comunidad humana que viva en la verdad y en la santidad, en el amor y en la paz de Cristo.

 

Humilde y sonriente, ha proclamado en cada paso, en cada acto de su vida la eterna ternura de Dios. En el mundo duro, a veces despiadado, que nos hemos construido, Karlic nos tributa con su mansedumbre, la fuerza del amor capaz de abrir nuevos caminos a la humanidad.

 

Sus discursos, sus homilías, sus análisis, sus gestos han manifestado claramente su compromiso en defensa de la persona, para la promoción de sus derechos inalienables ejerciendo el ministerio al servicio de la reconciliación y la armonía entre los hombres, profundamente convencido de que el gran bien de la paz es ante todo don de Dios, don frágil y precioso que es preciso invocar, conservar y construir día a día con el aporte de todos.

 

Karlic, sin titubear, es un hombre sabio, que sabe que la teología forma parte de la sabiduría cristiana, y que no hay teología sin la vida de fe, en plena humildad, sin ceder a la tentación de la soberbia.

 

Detrás de su simplicidad y de su capacidad de explicar las verdades más difíciles hay una vasta cultura, consiguiendo enseñar las verdades de la fe de una forma sencilla, directa, comprensible a todos.

 

Admiramos y nos subyugamos por su extrema amabilidad, pero también por su enorme perspicacia y afabilidad en lo inherente a la capacidad de escuchar, como la capacidad de síntesis.

 

Feliz cumpleaños, cardenal, o como siempre le he dicho “Monse”. Feliz cumpleaños padre, pastor, maestro, amigo… Que Dios lo bendiga.