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Fallo de la pelea: lo que pasó, para la FeBER NO pasó

El 20 de agosto a las 13.48, lamentamos dar a conocer un triste episodio acaecido en una cancha de básquet, con el agravante de enmarcarse en un juego de categoría U15, por la Liguilla Provincial, organizada y fiscalizada por la Federación de Basquetbol de Entre Ríos. Desde la FeBER, NADA se dio a conocer oficiosamente, pero supimos que el fallo fue contradictorio.

Darío Giorgio, responsable de las estadísticas de dicha contienda, fue TESTIGO DIRECTO de lo ocurrido en el estadio de Irigoyen y Feliciano. Su trayectoria profesional y sus valores humanos lo hacen acreedor de una confianza absolutamente garantida. Por ello, creímos plenamente en su palabra, y, coincidentemente, su informe fue elogiado tanto por gente del dueño de casa como de Paracao.

No hubo enojos. No hubo rencor. No hubo DESMENTIDA con la nota http://cuestionentrerriana.com.ar/lamentables-incidentes-en-juego-de-u15/

A ver… recordemos algunos párrafos… “En la segunda fecha de la Liguilla u15 jugada en el club Talleres categoría U15, restando aproximadamente 3.50 minutos para el final de partido con una ventaja de Talleres sobre Paracao de 35 puntos, se produjo una agresión del jugador Morresi de Paracao sobre el jugador Fernández de Talleres”.

“Este último respondió a la agresión física y verbal, con otra agresión tomando del cuello al jugador del CAP y, tirándolo al piso, se enfrascaron en una pelea callejera justo sobre el círculo central de la cancha”.

“En lugar de apaciguar los ánimos, -así como hubo gente que entro a intentar separar-, hubieron jugadores y lo más grave personas mayores de edad que entraron a la cancha a pegar a los jugadores menores de edad”.

“Los policías no daban abasto, los árbitros expulsaron a ambos bancos de suplentes por reyerta (hayan entrado a separar o agredir) y el partido finalizó 4 contra 4. Fue un bochorno, en especial de los adultos agresores que deberían dar el ejemplo y lo dieron en forma negativa. Todo ello consta en el informe de los árbitros y comisionado, por lo cual en la mañana del domingo, en la tercera fecha de la liguilla, Paracao no contó en cancha con Morresi(expulsado) y Pividori(informado por entrar a la cancha a pegar a Fernández) y Fernández de Talleres(expulsado) y también con la prohibición de ingresar al club de tres personas adultas(una de la cuales sería un alto dirigente del CAP)”.

En esta ocasión, prescindimos de la subjetividad posterior manifestada por Giorgio. Aunque sí, repasaremos alguna línea de nuestra reflexión:

“¿Cuánto se habrán hecho cargo los árbitros y el comisionado? ¿Todo quedará en aguas de borraja? ¿Se esgrimirán justificaciones, excusas, atenuantes convenientes a cada parte? QUINCE AÑOS MUCHACHOS… QUINCE AÑOS… Una vergüenza. Si NO ACTUAMOS RÁPIDO Y DE MANERA DRÁSTICA, ya veremos en algunos años si no deberán arrepentirse en FeBER y APB por no HABER SABIDO FRENAR A TIEMPO actitudes NEFASTAS, que NADA tienen que ver con este HERMOSO deporte”.

El veredicto

Y llegamos al día “D”. De enterarnos por TERCEROS, y NO a través de la FeBER, que sigue fallando en ese aspecto COMUNICACIONAL, el de emitir Boletines no solo con fixture, programaciones, designaciones, etc., sino que ES MUY BUENO notificar acerca de INCIDENTES y SANCIONES como si se procurase OCULTAR hechos infaustos.

Por dirigentes amigos supimos que se suspendió por TRES PARTIDOS de la Liguilla a los tres jugadores involucrados, y SE ABSOLVIÓ a padres, familiares y en especial DIRIGENTES -de alguna manera- envueltos en los hechos.

O sea… TRES para quien AGREDIÓ. TRES para quien REACCIONÓ. Y TRES para quién estaba FUERA DE LA CANCHA Y DEL JUEGO, entrando al rectángulo y AGRAVANDO el cuadro.

De por sí, ya es un veredicto PARTICULAR.

Similar al de los castigos “ejemplares” en Escuelas, cuando un pibe le rompe la trompa a otro, y quien reacciona recibe las mismas amonestaciones que el agresivo golpeador iniciador de la trifulca.

Lo risueño de todo es que, con suma HONESTIDAD fiel a su conducta proba, este padre y dirigente nos comentó, vía Face, que “los padres fueron absueltos porque presentaron más de 30 testimonios inherentes a que nunca ingresaron al campo de juego”.

¿Giorgio MIENTE?: NO. Categóricamente decimos que NO. Basta, insistimos, repasar su informe que POR NADIE FUE REFUTADO. Ni de Paracao, ni de Talleres.

Y de pronto, se hallan “30 TESTIMONIOS” para lograr una gracia a modo de indulto. MIL SEISCIENTOS CUARENTA Y CUATRO PERSONAS LEYERON nuestra Columna. NI UNA… Sí… NI UNA, la criticó o la reprobó. Y, espontáneamente, se hallan 30 TESTIGOS IMPOLUTOS que dicen lo contrario…

¿Por qué NADIE, OPORTUNAMENTE, salió a la palestra y aclaró?… ¿Por qué NI UNO de esos TREINTA TESTIGOS IRREPROCHABLES refutó la palabra INCONTRASTABLE de Giorgio???

Pero aún más… Volvemos a repasar nuestro breve análisis de aquella crónica y concepción subjetiva: “¿Cuánto se habrán hecho cargo los árbitros y el comisionado?”, nos preguntamos aquel 20 de agosto…

Lo cierto es que, al día siguiente, hubo tres jugadores que NO JUGARON y tres dirigentes/padres que NO FUERON al estadio de Irigoyen y Feliciano.

Esto es SIMPLE… Darío Giorgio NO MIENTE. Si él vio invasión, sea para SEPARAR, PREVENIR o a modo de REACCIÓN INTEMPESTIVA, le creemos a él. Pero claro… Habrá que ver también el informe de los jueces, el del CT, y la defensa o descargo que cada club interpuso.

La MORALEJA puede ser PREOCUPANTE. “Peguemos… total, luego, con una buena defensa, se nos sobresee o absuelve…”. Era un BUEN MOMENTO para la REFLEXIÓN, para que cada uno se haga cargo de sus actos.

DARÍO GIORGIO EN NINGUN MOMENTO HABLÓ QUE UN O MAS PADRE/S DE PARACAO LE PEGARON A UN CHICO DE TALLERES, o VICEVERSA. Sí, observó primarios intentos de separar que conllevaron a agudizar los incidentes, desnaturalizándose posteriormente todas las buenas intenciones INICIALES al pasar a registrarse escenas indeseables reñidas con el espíritu deportivo original.

Por lo tanto, si hubo invasión de campo, SEA CUAL FUERE EL MOTIVO, SI HUBO AGRESIONES VERBALES, SI HUBO MANOTAZOS Y EMPUJONES, SI HUBO AMENAZAS, SI HUBO GOLPES, NO PUEDE HABER ABSOLUCIONES.

Al menos, debería haber una sanción MÍNIMA. Pero… Por eso ANTICIPAMOS… Sería CLAVE el informe de los árbitros, y es elocuente que al Tribunal FeBER llegó una VERSIÓN DISTINTA QUE LA DE DARIO. Así de SIMPLE.

Es TÉTRICO suponer, imaginar, que las influencias puedan más que la realidad. Nos hubiera gustado que la FeBER disponga sanciones que eduquen, pero al final se registran sanciones incongruentes aunque, -no dudamos-, acordes a informes hipotéticamente “retocados” y a TESTIGOS que irrumpen subrepticiamente para DEFENDER a ultranza a quienes de alguna manera pudieran haber sido ligados, directa o indirectamente a un incidente.

LO OBVIO es que la gente presente en el gimnasio del CAT sabe lo que pasó. De algo estamos convencidos… La FeBER NO tiene la culpa.

A la Federación llegaron los informes de árbitros y CT, seguramente los descargos pertinentes y se anexaron declaraciones testimoniales que NEGARON la batahola con protagonismo de Mayores.

Los asistentes en esa jornada saben que SE HA MENTIDO, o -MÍNIMAMENTE- SE HA OCULTADO. Así está nuestro pobre básquet. Cada día MENOS CREÍBLE, MENOS SERIO, MENOS RESPONSABLE.

Solo bastaba HACERSE CARGO. RECONOCER el error. Cualquiera puede incurrir en un apasionamiento, en un acto vehemente, en un arrebato, en una efervescencia inconducente, INAPROPIADA. Y NO apuntamos a golpes. Bastaban actitudes exaltadas para transformar una reyerta entre dos chicos en una riña de mayores proporciones.

El tema es si se confunde una cancha de básquet con un estrado judicial, donde algunos abogados, suelen recomiendar al inculpado “NEGÁ, NEGÁ…”, y/o se apela a alegatos que mutan, transforman la causa.

Si los jueces fuesen VALIENTES, si el Comisionado Técnico tuviera CORAJE y conservara incólume sus principios morales, no estaría para NADA MAL nos cuenten QUÉ INFORMARON. Al menos, así, a partir de dicha CLARIFICACIÓN, podremos verificar DÓNDE estuvo la variación entre la REALIDAD, y lo juzgado. Esperamos ANSIOSOS ese documento.